Salud

Qué es el ahogamiento secundario

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Ahogamiento secundario síntomas
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Hace algún tiempo un caso acaparó los titulares de la NBC provocando una conmoción enorme entre los padres de todo el mundo. Se trató de la muerte de un niño de apenas 10 años después de haber pasado un día normal bañándose en una piscina. ¿Qué sucedió?

Cassandra Jackson y su hijo Johnny fueron a una piscina cerca de su casa para pasar un día agradable. Estuvieron toda la jornada bañándose y divirtiéndose. Sin embargo, cuando iban de camino a casa, el pequeño le dijo a su mamá que se sentía un poco mal y que tenía mucho sueño.

Cassandra no sospechó nada, pensó que se trataba del agotamiento normal después de haber pasado un día intenso. Cuando llegaron al hogar, Johnny se acostó pero al cabo de un rato, cuando su madre fue a darle una vuelta, vio con alarma que el pequeño no respiraba.

La madre llevó rápidamente a su hijo al hospital pero el pequeño no sobrevivió. Los médicos dijeron que la causa de la muerte había sido el ahogamiento. Obviamente, Cassandra no entendía qué había pasado ya que su hijo no había manifestado ninguno de los síntomas habituales de ahogamiento.

Sin embargo, lo cierto es que este caso no es único. Cada año mueren varios niños debido a este fenómeno, conocido como ahogamiento secundario.

¿Qué es el ahogamiento secundario y cómo reconocerlo?

Por suerte, el ahogamiento secundario (o ahogamiento seco) es un fenómeno raro, representa apenas el 1% de los casos de ahogamiento, pero puede cobrarse rápidamente la vida de la persona si no recibe atención médica inmediata. En este caso, el adulto o el niño inhala agua, pero a diferencia de lo que ocurre en un ahogamiento clásico, los síntomas aparecen 15 minutos o incluso 72 horas después.

Lo más usual es que se produzca después de haber sufrido un semi-ahogamiento, pero en el caso de los niños, los padres pueden no darse cuenta de lo que está ocurriendo. Por eso este fenómeno es tan peligroso.

Básicamente, lo que ocurre durante el ahogamiento secundario es que el agua inhalada se queda estancada en los pulmones, y esa acumulación de líquidos termina provocando las dificultades para respirar, hasta causar la muerte. Los pulmones no son capaces de transportar la cantidad de oxígeno suficientemente a la sangre. De esta forma, se termina produciendo un gran daño en el tejido pulmonar.

Ahogamiento secundario y ahogamiento en seco

Los síntomas más habituales son: cansancio extremo e inusual, una tos intensa, dificultades para respirar y un comportamiento anormal que indica problemas a nivel neurológico, como pérdida de memoria, dificultades para concentrarse o para articular las palabras.

No obstante, se debe aclarar que el simple hecho de que el niño trague un poco de agua y tosa normalmente no es suficiente para provocar un ahogamiento secundario. Sin embargo, si el pequeño sufrió un ahogamiento, aunque recupere la conciencia rápidamente y se vea aparentemente normal, es recomendable llevarlo a un hospital inmediatamente ya que también se puede producir un ahogamiento seco, el cual se debe a un espasmos de la laringe ya que esta, al cerrarse para evitar que entre el agua, tampoco permite que circule el aire.

Otro de los problemas que causa el ahogamiento en las piscinas es que se puede producir una neumonitis química, la cual se debe a que los pulmones han absorbido los productos químicos que normalmente se encuentran en las piscinas, los cuales han irritado e inflamado el tejido pulmonar.

Para evitar este tipo de accidentes, es recomendable que los padres no pierdan de vista a sus pequeños mientras se bañan en la playa o en la piscina. También se recomienda enseñarles a nadar lo antes posible, para minimizar este riesgo.

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