Salud

Alucinaciones infantiles

Aprende a diferenciar si las alucinaciones infantiles son normales o no

[mashshare icons=»1″]

Alucinaciones infantiles
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Se piensa que las alucinaciones son un síntoma exclusivo de los adultos que sufren psicosis; sin embargo, se trata tan solo de un mito porque en realidad, las alucinaciones no solo afectan a los adultos, sino también a los niños. De hecho, se estima que alrededor del 8% de los niños manifiestan ocasionalmente fenómenos alucinatorios, aunque no siempre están relacionados con patologías psiquiátricas.

Las alucinaciones infantiles ¿Patológicas o normales?

En la práctica clínica, las alucinaciones en los adultos casi siempre indican una enfermedad psicótica de base, en el caso de los niños no es así. De hecho, muchas de las alucinaciones infantiles están relacionadas con diferentes problemas mentales que no son, necesariamente, de origen psicótico. Tal es el caso de las situaciones de duelo, las crisis de ansiedad u otros desórdenes afectivos, las dificultades adaptativas, el estrés postraumático o los trastornos de conducta. En este sentido, las cifras apuntan que solo 1 de cada 3 niños con alucinaciones en realidad tiene un trastorno psiquiátrico.

Asimismo, existen otras razones que pueden propiciar la aparición de alucinaciones infantiles, como los fenómenos relacionados con el sueño (pesadillas y terrores nocturnos) que son muy frecuentes en los niños. De igual manera, una imaginación muy vívida, los pensamientos obsesivos, las ideas rumiativas y una mente demasiado fantasiosa (amigos imaginarios) son otros factores que pueden conducir a la aparición de alucinaciones.

Por otra parte, el pensamiento concreto y poco racional de los niños, así como su inmadurez emocional, hacen que sean más susceptibles a los estresores del ambiente y a las distorsiones cognitivas, lo que puede provocar que describan erróneamente sus fantasías como imágenes irreales y sus pensamientos como voces alucinatorias.

Todo esto significa que, a menudo, las alucinaciones infantiles no tienen gran importancia clínica porque obedecen a factores propios del desarrollo, aunque se debe prestar especial atención a estos fenómenos pues en ciertos casos sí puede tratarse de una patología psiquiátrica.

Alucinaciones en niños

¿Cómo distinguir entre una alucinación patológica y una alucinación no patológica?

El contenido y la frecuencia de las alucinaciones no son elementos del todo fiables para determinar si su origen es patológico o normal. Esto se debe a que la edad y la experiencia de vida son dos factores claves que afectan la apariencia y el contenido de las alucinaciones. De esta manera, lo que puede resultar patológico para un niño, puede ser normal para otro.

Por esta razón, establecer diferencias entre una alucinación verdadera y las percepciones causadas por trastornos en el desarrollo, por una imaginación demasiado vívida o por la exposición a eventos traumáticos, no es una tarea sencilla. Sin embargo, existen algunas manifestaciones que distinguen a un niño con alucinaciones patológicas y que son características del trastorno psiquiátrico de base:

  1. Un cuadro de excitación mental que le hace perder el control de su conducta. Por lo general, es común que el niño manifieste un humor irritable y/o eufórico. También suele reaccionar de manera exagerada ante los estímulos más nimios de su entorno.
  2. Una marcada desorganización de la conciencia. En otras palabras, el niño presenta una actitud perpleja y confusa ya que no logra distinguir entre las alucinaciones y lo que ocurre realmente a su alrededor, por lo que se comporta de forma extraña.
  3. Una conducta motora variable, con tendencia a la excitabilidad.
  4. Un comportamiento bizarro, con ideas delirantes y un humor incongruente.
  5. La pérdida del contacto con la realidad ya que en su mente existe un entorno diferente.
  6. Una resistencia marcada a describir las alucinaciones y todo lo que gira alrededor de estas.
  7. Un aislamiento social que se va acentuando en la misma medida en que las alucinaciones se vuelven más frecuentes.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *