Álvaro Bilbao nos explica cómo podemos aprender a decir «No» de forma asertiva y efectiva
En uno de sus últimos posts en Instagram, Álvaro Bilbao nos muestra cómo podemos decir «No» a los niños de una manera efectiva evitando sus temidos berrinches.
Referencias científicas
Este artículo tiene referencias científicas citadas más abajo
Decir «No» a los niños es algo que asusta a muchos padres y es que cuando debemos pronunciar esta palabra ya nos estamos imaginando la escena que vendrá después: el temido berrinche de los niños. Cuando nos encontramos ante esta situación, somos muchos los que caemos en la tentación de cambiar nuestra respuesta: lo que sea para que los niños dejen de gritar y llorar, y podamos seguir con lo que estábamos haciendo. Sin embargo, todos sabemos que esta no es la solución. Por ello, son muchos los pediatras y psicólogos infantiles que nos han dado consejos de lo más útiles a la hora de manejar estas situaciones y Álvaro Bilbao ha sido uno de ellos.
Álvaro Bilbao: decir «No» puede ser fácil
De acuerdo con Álvaro Bilbao, aprender a decir no puede ser fácil si seguimos una serie de pasos:
Diferenciar entre deseos y necesidades
Antes de decir que sí a todo o a negarnos rotundamente, es importante hacer un ejercicio de consciencia y diferenciar entre deseos y necesidades. Cierto que las necesidades básicas las tenemos muy claras, pero la línea se diluye cuando hablamos de los «caprichos» de los niños: un mismo deseo será visto como necesidad para unas familias, mientras que será un simple deseo para otras. Para no caer en el error de la duda, debemos preguntarnos si nuestro hijo «podría vivir» sin ello. A partir de aquí, si la respuesta es afirmativa, entonces estamos ante un deseo, un capricho, y será decisión de los padres aceptarlo o no.
Una vez tenemos claro que nuestro hijo nos está pidiendo algo que no es una necesidad, debemos ser muy claros a la hora de transmitírselo. Dar explicaciones fundamentadas a los niños suele tener mejores resultados que, simplemente, negarnos a algo. Por lo tanto, debemos explicarles claramente que no siempre podemos satisfacer sus «caprichos» de inmediato, pero que haremos nuestro mejor esfuerzo para cumplirlos con el tiempo. Con el tiempo, si era un simple capricho, nuestro niño se olvidará de ello; si no lo hace, estaremos ante más que un capricho, algo que desea muchísimo, tanto como para no olvidarse de ello. En este punto, sería bueno buscar la manera de concederlo si la familia se lo puede permitir.
El instinto suele tener razón siempre
Cada niño es único y tiene su propia personalidad. Unos escuchan más que otros, son más o menos razonables, pacientes, etc. En este caso, debemos atender a estas diferencias y aprender a dirigirnos a los niños. Nuestro instinto nos llevará a encontrar la forma correcta de comunicarnos con nuestros hijos, pues, al final, somos nosotros los que más los conocemos. Así que, antes que nada, debemos valorar la situación, hacer caso a nuestro instinto y hablar abiertamente con el niño.
Los papás y las mamás también tenemos necesidades
Los papás y las mamás, por mucho que queramos, no podemos llegar a todo. Cuando estamos cansados o molestos, es fácil acabar cediendo a los deseos de los niños. Por ello, siempre es recomendable que nos tomemos un tiempo antes de dar una respuesta si sentimos que estamos al límite, por ejemplo.
Sin embargo, debemos tener claro que no es necesario llegar a este punto para comprender que tenemos nuestras necesidades y que antes de llegar a una situación poco agradable (como una discusión con los pequeños), podemos empezar a tomarnos tiempo para dedicar a nuestras aficiones. Si nosotros nos sentimos bien, nos relacionaremos mejor con los hijos.
Rutinas, normas, horarios y límites
Como reconoce el mismo Álvaro Bilbao, decir «No» no siempre es fácil. Por ello, acostumbrar a los niños a unas rutinas y a unos límites nos facilitará mucho la vida. Es importante llegar a un consenso en familia sobre lo que se puede hacer y lo que no; sobre las rutinas de la familia y la necesidad de que todos los miembros las sigamos. De este modo, ya desde bien pequeñitos, iremos enseñándoles que hay cosas que sí se pueden conseguir y otras que no. Cuanto antes les acostumbremos a los límites y las normas, menos nos veremos en situaciones complicadas.
Siempre desde el amor y la comprensión: no olvidemos que son niños
Conseguir tiempo para nosotros, establecer límites y decir que no cuando lo creamos necesario, es fundamental para el buen funcionamiento de la familia. Sin embargo, siempre debemos tener presente que los niños van a intentar rebasar los límites y es normal. Por ello, debemos mantenernos firmes en nuestras decisiones. Sin embargo, esto no significa que no debamos hacerlo desde el amor y la comprensión.
Los niños pequeños, debemos recordar, por evolución, no tienen la capacidad de gestionar sus propias emociones: la ira, la rabia, el desespero… Todas ellas son emociones muy intensas y difíciles de controlar: si a nosotros nos puede costar en determinadas ocasiones, a los niños más. Por ello, es importante apoyarnos en el apego que tenemos con ellos e irles guiando por el vasto camino de los sentimientos. Desde el amor y la comprensión, conseguiremos que los niños entiendan más nuestros puntos de vista y, por ende, la relación familiar será mucho mejor. Además, es crucial valorar lo que sienten y hacerles sentir comprendidos.
Establecer límites a los niños no es tarea fácil, pero es esencial para proporcionarles una buena educación. Decir «No» cuando es necesario y establecer normas y rutinas, les proporciona un entorno seguro y les enseña que no siempre es posible tenerlo todo. Combinando estos límites con una buena educación emocional, facilitaremos la crianza y nuestros hijos crecerán para convertirse en nuestro mayor logro: adultos plenamente felices y funcionales.
- Bilbao, Á. (s. f.). Mis libros. Alvaro Bilbao. Recuperado el 1 de julio de 2023, de https://alvarobilbao.com/libros
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