¿Cómo aplicar las cremas solares a los niños?

Con la llegada del verano pasamos más tiempo al aire libre, lo cual significa que estamos más expuestos al sol. Si bien todos debemos protegernos de los rayos solares, los niños necesitan una protección especial ya que su piel es más delicada que la de los adultos.

De hecho, se recomienda que los bebés de menos de seis meses de edad no se expongan directamente al sol, salvo durante los paseos cortos y siempre protegiendo su piel. A partir de ese momento se puede ampliar el tiempo al sol, pero siempre usando crema solar y nunca durante las horas de máxima incidencia. El problema es que las quemaduras solares en la infancia aumentan exponencialmente el riesgo de padecer cáncer de piel en la edad adulta.

¿En qué se diferencian las cremas solares para niños de las de los adultos?

La piel de los niños tiene una capa superior más fina, además de que produce menos melanina, por lo que queda más expuesta a la acción nociva de los rayos solares y los productos químicos que contienen las cremas protectoras para adultos.

Por eso, las cremas solares infantiles no suelen contener alcohol o lo tienen en un porcentaje muy bajo, para evitar que la piel de los niños se reseque demasiado. Tampoco suelen tener perfumes, para minimizar el riesgo de alergias.

Las cremas solares infantiles también suelen tener más filtros físicos, razón por la cual al aplicarlas provocan ese efecto blanquecino sobre la piel. Además, suelen ser más untuosas y son más resistentes al agua.

¿Qué factor de protección solar elegir?

Lo ideal es que el factor de protección solar sea siempre 50+, aunque la elección dependerá del fototipo del niño. De hecho, los niños de más de 6 años de edad que tengan un fototipo 5 y 6 pueden utilizar una crema de factor 30.

En este sentido, los pediatras y dermatólogos explican que la clave para proteger a los niños de las quemaduras solares no radica tanto en el índice de protección de la crema como en la manera en que se aplique y el número de veces. Eso significa que no vale con aplicar una crema de 50+ y olvidarse de la piel del niño durante todo el día, es necesario aplicar unas cuantas veces el protector solar, sobre todo si el pequeño está en contacto con el agua.

3 pautas para aplicar correctamente la crema solar infantil

1. Aplica una cantidad generosa sobre la piel limpia y seca

Para aplicar la crema solar solo debes frotar y expandirla sobre todas las zonas de la piel expuestas al sol. Aplica una cantidad generosa ya que si utilizas menos es como si aplicaras una crema con un nivel de protección inferior. En vez de aplicarla con la mano abierta, lo ideal es que utilices solo los dedos índice y medio, para que no dejes zonas sin cubrir. También se recomienda aplicar la crema sobre la piel limpia y seca.

2. Cubre toda la piel, no olvides de las zonas más sensibles

Préstale una atención especial a las zonas donde la piel es más delicada y propensa a las quemaduras. En la cara, no olvides la nariz y las orejas, pero no debes aplicarla en los párpados porque puede entrar en contacto con los ojos y provocar una irritación. Recuerda aplicar la crema también en los hombros, en la parte interna de los brazos, las rodillas y el empeine de los pies. Para no olvidar ninguna zona, puedes comenzar por la cara, seguir con los brazos, el torso y por último las piernas.

3. Aplica 30 minutos antes de salir de casa y reaplica cada 2 horas

Aunque muchas de las cremas afirman brindar una protección inmediata, lo cierto es que algunos de sus componentes no comienzan a actuar hasta 20 minutos después de la aplicación, por lo que lo ideal es que apliques la crema media hora antes de que el niño se exponga al sol. Luego tendrás que volver a aplicarla aproximadamente cada dos horas, o después del baño, si estáis en la playa o una piscina.