Salud

Autismo después de la infancia: Adolescentes y adultos

Te contestamos a tus dudas sobre el autismo a partir de la adolescencia

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Autismo en adultos
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

¿Mi hijo podrá valerse por sí solo cuando sea adulto? ¿Podrá hacer una carrera universitaria? ¿En qué trabajará? ¿Podrá formar una familia? Estas son solo algunas de las preguntas más frecuentes que se plantean los padres de un hijo con autismo. Todas versan sobre el mismo asunto: la preocupación sobre cómo será la vida del niño a medida que vaya creciendo y el grado de autonomía que podrá alcanzar.

En realidad, existe muy poca información al respecto pues la mayoría de las investigaciones científicas han centrado su mirada en el autismo en la etapa infantil. Sin embargo, los niños con autismo van creciendo y mientras lo hacen, las manifestaciones del trastorno también se modifican.

Los adolescentes con autismo

La adolescencia es una etapa compleja del desarrollo en la que ocurren diversos cambios a nivel físico y psicológico, que pueden ser más o menos difíciles de enfrentar. El adolescente con autismo no está exento de estos cambios pero, a diferencia del resto de sus coetáneos, le resulta mucho más difícil lidiar con ellos porque tiene otros retos, vinculados con las relaciones interpersonales, el desarrollo de habilidades sociales y el manejo de las emociones.

De esta manera, en la adolescencia el deterioro social y funcional puede ser más acentuado que en la infancia. No obstante, un pequeño porcentaje logra realizar avances en la comunicación y la interacción social. Muchos pueden esforzarse por alcanzar cierto grado de independencia y autosuficiencia, aunque no siempre lo logran.

Desgraciadamente, uno de los mayores problemas en este período que puede agudizar el trastorno es la presencia de episodios epilépticos o de convulsiones, las cuales se aprecian en alrededor del 20% y el 35% de los adolescentes con autismo. Sin embargo, las estadísticas apuntan que aproximadamente un 43% de los autistas logran estudiar y trabajar una vez que han llegado a la adultez.

Adolescentes y adultos con Autismo

El autismo en la adultez: Los cambios inesperados

En la vida adulta, una gran parte de los con autismo siguen necesitando ayuda médica y tratamiento especializado, por lo que un 48% de ellos continúan viviendo en el hogar familiar. De ellos, alrededor del 50% no participa en ningún programa educativo o de fomento profesional debido a que posee una alta discapacidad intelectual. También es frecuente que continúen teniendo dificultades en la comunicación e interacción social, junto con intereses y actividades muy restringidos.

Sin embargo, cada caso es diferente por lo que las personas con autismo que no presenten graves problemas cognitivos y no tengan asociada ninguna otra patología, tienen grandes probabilidades de mantener una vida adulta relativamente normal y autónoma, con un trabajo estable y una familia. Así lo demuestra un estudio realizado por la Washington University de Estados Unidos.

Dicho estudio, publicado en la Journal of Autism and Developmental Disorders, analizó el comportamiento entre la adolescencia y la adultez de 241 autistas y concluyó que los síntomas de este trastorno se modificaban aproximadamente cada 4 años y medio. Según estos investigadores, en un porcentaje ínfimo los signos empeoraron, mientras que en un elevado porcentaje las conductas mejoraron notablemente.

De hecho, disminuyeron significativamente 19 de los 32 síntomas del autismo y 7 de las 8 conductas inadaptadas que fueron analizadas en el estudio, como por ejemplo: la alteración en las relaciones interpersonales, la ausencia de comunicación verbal y no verbal, las conductas repetitivas y la agresión y autolesión. En especial, las conductas inadaptadas tuvieron una tendencia a disminuir con la edad, sobre todo cuando las personas recibieron un buen tratamiento psicológico y educativo durante la infancia.

De esta manera, se estima que alrededor de 1/3 de los autistas serán capaces de mantener una vida adulta independiente, al menos de forma parcial.

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