Educación

Bebés de alta demanda que duermen las siestas en los brazos de sus padres

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Bebés alta demanda dormir siestas
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Todos los bebés, a su modo, son demandantes. Todos tienen necesidades que intentan satisfacer llamando la atención de sus padres ya que se sienten profundamente indefensos. Eso significa que, para algunos padres, el bebé puede ser de alta demanda si no cumple con sus expectativas sobre lo que debe ser la crianza y el cuidado infantil. Sin embargo, no es menos cierto que algunos bebés son más demandantes que otros y pueden llegar a provocar un gran agotamiento en sus padres.

Cuando dormir en la cuna es una misión imposible

Los bebés de alta demanda son muy intensos, lo cual significa que ponen mucha energía en todo lo que hacen. Ríen con mucho gusto pero también protestan con más fuerza y lloran con insistencia. A veces, da la impresión de que siempre están tensos, esperando que ocurra algo de un momento a otro. También son muy absorbentes, demandan mucho contacto, cariño, brazos y juegos.

De hecho, estos bebés disfrutan enormemente del contacto con los padres, les encanta estar en brazos pero no les gustan las medidas de seguridad que limitan su libertad de movimiento, como la sillita del coche o los cochecitos de paseo. Es como si les quemaran, no pasan en ellos mucho tiempo.

El problema es que la cuna tiene el mismo efecto en estos bebés. Muy pronto te darás cuenta de que es una misión imposible dejar a tu bebé despierto en la cuna ya que primero se entretendrá intentando alcanzar las figuras del móvil pero más tarde comenzará a llorar.

Dejarlo dormido en la cuna también es complicado. Mientras que algunos bebés duermen sus tres horas continuas tranquilamente en su cuna, los pequeños de alta demanda se despiertan enseguida, generalmente no pasan más de 20 minutos desde que lo dejaste.

Por eso, es probable que pases gran parte del tiempo tomando a tu bebé en brazos, calmándolo, durmiéndolo y dejándolo en la cuna para volver a comenzar el ciclo en menos de media hora. Después de varios intentos infructuosos y con el agotamiento ganando la partida, es probable que en algún momento decidas quedarte con el bebé en brazos. Entonces descubrirás que las siestas cortas se alargan y finalmente logras que tu bebé duerme dos o tres horas seguidas.

Bebés de alta demanda siestas

¿Por qué los bebés duermen mejor en los brazos de los padres que en la cuna?

Con este comportamiento, tu bebé te está diciendo que te necesita. La cuna es simplemente una superficie acolchada que puede ser muy cómoda pero que no le transmite nada. Tus brazos, al contrario, le transmiten calma, confianza y seguridad. Cuando tus brazos se amoldan a su cuerpecito y lo sujetan con firmeza y ternura, tu pequeño se siente protegido y se relaja, por lo que duerme profundamente.

De hecho, incluso los latidos de tu corazón son relajantes ya que le recuerdan cuando se encontraba en el vientre materno. El contacto piel con piel también es muy beneficioso para los bebés puesto que fortalece el vínculo de apego con la madre y tiene un efecto tranquilizador.

¿Hasta cuándo tendrás que dormirlo en brazos?

Si tu bebé es de alta demanda, debes aprender a relajarte y tomarte todo el tiempo que sea necesario para atender sus necesidades. Será una época difícil y es probable que en más de una ocasión el agotamiento te venza, las fuerzas flaqueen y pienses que no podrás con todo. Es normal, la clave consiste en no exigirte demasiado y armarte de mucha paciencia y actitud positiva.

La mayoría de las madres aprovechan la siesta del bebé para hacer las labores del hogar pero si tu pequeño duerme en tus brazos, no podrás hacerlo. Aprovecha ese momento para relajarte y desconectar. Escucha música, mira tu serie preferida o simplemente disfruta de la cercanía de tu bebé. Muy pronto crecerá y ya no será necesario que lo duermas en tus brazos.

Poco a poco, tu bebé comenzará a quedarse dormido en el cochecito o en la alfombra para jugar, generalmente después que cumpla su primer añito. Serás tú quien se sorprenda al descubrir que se ha quedado dormido solo. No pretendas que duerma en su cuna si no le apetece, deja que eche la siesta en el sitio que ha elegido como su cama diurna.

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