Salud

Bebés con fiebre, pero ningún otro síntoma, ¿a qué puede deberse?

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Fiebre en bebés sin síntomas
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

La fiebre es uno de los principales motivos de consulta en Atención Primaria durante la primera infancia. En ocasiones se acompaña de otros síntomas que delatan a una enfermedad de base, pero otras veces se presenta sola sin ningún motivo aparente. De hecho, la fiebre sin causa aparente es mucho más común de lo que pensamos, se considera que un bebé puede llegar a tener entre 4 y 6 episodios al año, a la vez que representa alrededor del 20% de las consultas por fiebre en la edad pediátrica. Te desvelamos por qué puede producirse, cuándo empezar a preocuparse y qué hacer en estos casos.

La fiebre en los bebés

La fiebre es un mecanismo de defensa natural del cuerpo frente a los agentes patógenos. Al elevar la temperatura corporal, el organismo intenta exterminar a los virus para así debilitar y/o combatir una determinada infección o enfermedad. De ahí que cuando toquemos al bebé, notemos su piel mucho más caliente de lo habitual. Aunque para comprobar que tiene fiebre, es importante medir su temperatura corporal con un termómetro.

  • Si la temperatura corporal es igual o superior a 37,5ºC en la axila o igual o superior a 38ºC en el recto, se considera que el bebé tiene fiebre moderada.
  • Si la temperatura supera los 39ºC, se considera fiebre muy alta.

Fiebre sin ningún otro síntoma, ¿a qué puede deberse?

Muchos padres se preocupan cuando comprueban que su bebé tiene fiebre, pero no presenta ningún otro síntoma ni causa aparente. Sin embargo, en la mayoría de estos casos, esta fiebre no es motivo de preocupación ya que, además de no ser demasiado elevada, suele remitir por sí sola con el curso de los días. En este sentido, las causas más habituales son:

  1. Salida de los primeros dientes. La salida de los primeros dientes suele ser un proceso bastante incómodo para la mayoría de los bebés ya que además de fiebre suele cursar con molestias y/o dolor, malestar general e inapetencia. Sin embargo, en algunos casos, este proceso puede cursar solo con un aumento de la temperatura corporal durante los primeros días, en cuyo caso no suele superar los 38ºC.
  2. Administración de vacunas. Otra de las causas más frecuentes de fiebre sin otros síntomas en bebés suele ser la administración de vacunas. Se trata de la respuesta del sistema inmunitario ante los virus desactivados que contienen algunas vacunas. En la mayoría de los casos, la reacción aparece a las pocas horas de aplicación de la vacuna y desaparece en torno a las 24 o 48 horas.
  3. Demasiado abrigado. Los bebés aún no son capaces de regular por sí solos la temperatura de su cuerpo, de ahí que a veces los padres los abriguen en exceso para protegerles de las condiciones climáticas. El problema radica en que en estos casos, los niños pueden sufrir algo similar a un golpe de calor, presentando una fiebre sin causa aparente que suele desparecer en el transcurso de las siguientes 24 horas.

En otros casos, la fiebre puede estar causada por algunas condiciones de salud que pueden representar un riesgo para los niños, como sucede por ejemplo en algunas infecciones del aparato respiratorio, digestivo o del sistema urinario. Asimismo, puede presentarse en algunos casos de deshidratación, intoxicaciones o en enfermedades bacterianas potencialmente graves.

¿Qué hacer si el bebé tiene fiebre sin causa aparente?

Aunque no represente un riesgo para la salud del bebé, es importante controlar la fiebre sin causa aparente y mantenerse atento a la aparición de otros posibles síntomas. En estos casos, es fundamental mantener bien hidratado al pequeño, así como propiciar un ambiente fresco para favorecer la pérdida de calor con una temperatura ideal entre los 18ºC y 23ºC. También es conveniente retirarle el exceso de ropa para ayudar a disipar el calor.

Si la fiebre no cede, puedes utilizar paños húmedos a temperatura ambiente y colocarlos en su frente, cuello e ingle, nunca paños fríos o hielo ya que puede resultar contraproducente. Otra alternativa consiste en bañar a tu bebé al menos 30 minutos con agua templada o tibia para ayudar a reducir la temperatura corporal. En caso de que la fiebre persista, también puede administrársele al bebé un antipirético infantil como el paracetamol o el ibuprofeno, previa consulta con el pediatra.

Causas de fiebre en bebés

¿Cuántos días de fiebre sin causa aparente se consideran “normales” en el bebé?

La fiebre sin otros síntomas en el bebé tardará más o menos en desaparecer dependiendo de la causa que la haya originado. En el caso de la salida de los dientes puede tardar entre dos y tres días en desaparecer y presentarse en episodios aislados más adelante. En cambio, si se trata de la administración de una vacuna suele ceder entre 1 y 2 días después de la aplicación. En el caso de que se trate de un virus, lo más habitual es que el bebé tenga fiebre durante 2 o 3 días mientras que si se trata de una infección bacteriana, lo más probable es que no desaparezca hasta que se comience el tratamiento con un antibiótico.

¿Cuándo comenzar a preocuparse?

La fiebre sin causa aparente en los niños no suele ser motivo de preocupación si, a pesar de ello, el bebé está alegre y activo, juega, interactúa con los adultos y se alimenta sin problemas. En estos casos, la fiebre suele desaparecer por sí sola en los primeros días. Sin embargo, hay algunas circunstancias en las que resulta conveniente acudir a la consulta del pediatra para que lo valore. Esto en el caso de que:

  • Se trate de bebés pequeños, en especial si son menores de 3 meses.
  • La fiebre alta no cesa, a pesar de darle al pequeño antipiréticos.
  • Aparecen otros síntomas posteriores a la fiebre.
  • El bebé esté con mucho sueño, irritable y/o apático.
  • El bebé tenga convulsiones a causa de la fiebre.

En estas situaciones, se recomienda acudir a urgencias o solicitar una cita previa con el pediatra del pequeño, quien realizará una exploración física y, tras bajar la fiebre del bebé, le mandará una serie de exámenes clínicos para determinar la posible causa.

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