Alimentación

¿Qué bebidas deben tomar los niños menores de cinco años, y cuáles no?

Bebidas saludables para bebés y niños

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Bebidas saludables niños
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

La alimentación durante la primera infancia desempeña un papel fundamental en el desarrollo infantil y la prevención de múltiples enfermedades, como la obesidad, la diabetes y las caries dentales. Además, sienta las bases de los patrones dietéticos del niño a lo largo de su vida ya que influye en la calidad de su dieta en la adultez, como reveló un estudio realizado en el Nestlé Research Center.

Por eso, es importante establecer pautas de alimentación saludable desde los primeros meses, prestando especial atención a las bebidas que consumen los niños en esta etapa. En este sentido, expertos de la Academia de Nutrición y Dietética, la Academia Americana de Pediatría, la Academia Americana de Odontología Pediátrica y la Asociación Estadounidense del Corazón explican qué bebidas deben consumir los niños, y cuáles evitar, según su edad.

Bebidas recomendadas, y no recomendadas, para los niños según su edad

Bebés de 0 a 6 meses

A esta edad la bebida por excelencia es la leche materna ya que le aporta el bebé todos los nutrientes que necesita para crecer sano y fuerte, a la vez que le mantiene bien hidratado. En los casos en los que no sea posible apostar por la lactancia materna exclusiva se puede introducir la leche de fórmula. En esta etapa se recomienda evitar cualquier otra bebida, incluida el agua.

Bebés de 6 a 12 meses

En este período se recomienda seguir apostando por la leche materna o de fórmula como alimento principal del bebé. Sin embargo, también se pueden introducir otras bebidas como el agua, entre 4 y 8 onzas al día, preferentemente junto a los alimentos sólidos para mantenerles bien hidratados y ayudarles a hacer mejor la digestión.

No se recomienda introducir la leche pasteurizada simple ya que aumenta el riesgo de que el bebé sufra una hemorragia intestinal del tracto digestivo y en realidad no satisface sus necesidades nutricionales durante esta etapa. Tampoco se recomiendan las leches vegetales ni los zumos naturales debido a su elevado contenido en azúcares, los cuales aumentan el riesgo de padecer obesidad infantil.

Bebidas recomendadas para bebés y niños

Niños de 1 a 2 años

Entre los 12 y 24 meses, los expertos aconsejan el consumo diario de entre una y cuatro tazas de agua, aproximadamente entre 8 y 32 onzas, para mantener al niño bien hidratado, aunque vale destacar que esta cantidad puede variar dependiendo del clima, la alimentación y el nivel de actividad infantil. También se recomienda la introducción de dos o tres tazas, entre 16 y 24 onzas, de leche pasteurizada sin sabor y preferentemente baja en grasa ya que es una fuente importante de calcio, fósforo y vitaminas A, D y del complejo B.

Se recomienda el consumo limitado de zumos de fruta 100% natural a aproximadamente media taza al día, y en su lugar se aconseja apostar por la fruta entera. Esto se debe a que los zumos aumentan el riesgo de aparición de caries dentales y diabetes infantil. Asimismo, se aconseja evitar las leches con sabor y fórmulas de crecimiento, las bebidas azucaradas y bajas en calorías como los refrescos y la leche vegetal, si no está indicada médicamente por una intolerancia o dieta vegana.

Niños de 2 a 5 años

Entre los 2 y 3 años se recomienda el consumo de entre una y cuatro tazas de agua, aproximadamente entre 8 y 32 onzas, al día, una medida que puede variar dependiendo de la estación y el nivel de actividad infantil. Asimismo, los expertos aconsejan mantener el consumo de unas dos tazas o 16 onzas de leche pasteurizada sin sabor, preferentemente baja en grasa, ya que es una fuente importante de energía y aporta una gran cantidad de proteínas.

A esta edad se mantiene la restricción en el consumo de zumo de fruta 100% natural a media taza al día, recomendando la inclusión de la fruta entera ya que es más rica en fibra y aporta menos azúcares y calorías. En cambio, se recomienda evitar el consumo de bebidas azucaradas y bajas en calorías que aumentan el riesgo de obesidad y enfermedades crónicas, así como las leches con sabor, las fórmulas de crecimiento, la leche vegetal y las bebidas a base de cafeína ya que sus efectos podrían causar problemas de salud a largo plazo en los niños.

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