Caca verde en bebés: ¿Qué se debe hacer?

La mayoría de los padres son conscientes de la importancia de prestar atención a las deposiciones de su bebé. De hecho, se trata de uno de los primeros signos que alertan sobre la existencia de un posible problema de salud, por lo que conviene estar pendiente a su color, textura y regularidad. Por eso, muchos padres se preocupan cuando notan que su bebé hace caca verde. Sin embargo, en realidad se trata de un síntoma mucho más común de lo que pensamos y que no siempre está relacionado con problemas de salud. Te desvelamos cuáles pueden ser sus causas principales y qué hacer en cada caso.

¿Cuáles pueden ser las causas de las deposiciones verdes en el bebé?

Muchos padres se preocupan cuando ven que su bebé hace la caca verde. Sin embargo, lo cierto es que este fenómeno puede deberse a diferentes factores y no siempre tienen que ser negativos. De hecho, una de las causas más habituales de la caca verde en los bebés se relaciona con la expulsión del meconio. El meconio es una sustancia viscosa, de textura espesa y color que varía del verde oscuro al negro, que reviste el intestino del recién nacido y se compone de las células muertas y las secreciones del estómago y el hígado.

Esta sustancia comienza a formarse en el periodo fetal y se expulsa normalmente en los primeros días de vida del bebé, haciendo que los padres puedan confundirla con una caca verde. En este caso, se trata de un proceso completamente natural que no representa un problema para el bebé ya que significa que está expulsando los restos que se han ido formando en su cuerpo durante toda la gestación. Sin embargo, no es la única causa de la caca verde en los bebés, a veces también puede deberse a:

1. Un exceso de lactosa

Otra de las causas más habituales de la caca verde en los bebés se relaciona con un exceso de lactosa y galactooligosacáridos, dos tipos de azúcares complejos que se encuentran en altas concentraciones en la leche materna. De ahí que es habitual que los bebés alimentados exclusivamente con leche materna suelan hacer heces de un color más verdoso que aquellos que toman leche de fórmula.

2. Un cambio en la leche de fórmula

Se conoce que los bebés que se alimentan con leche de fórmula suelen hacer deposiciones de color más amarillento. Sin embargo, en algunos casos cuando se cambia la leche de fórmula, las heces pueden adquirir una tonalidad más verdosa. Esto se debe a la variación en los nutrientes y proporciones, lo que hace que el cuerpo del bebé los procese de diferente manera. En este caso, no hay que alarmarse ya que, con los días, las heces volverán a tener el color amarillento de antes.

3. La ingesta de alimentos de color verde

La introducción en la alimentación complementaria de alimentos de color verde, como las espinacas, la lechuga, el brócoli, las acelgas o los espárragos, pueden hacer que sus deposiciones cambien de color a un tono verdoso. En estos casos, es muy fácil percatarse ya que una vez que el bebé ha digerido y expulsado de su organismo estos alimentos, la caca recuperará su color habitual.

4. La ingesta de algunos medicamentos

El tratamiento con algunos medicamentos, como por ejemplo los antibióticos, pueden cambiar el color de la caca del bebé, haciendo que adquiera una tonalidad más verdosa. Lo que sucede es que sus ingredientes activos afectan la flora intestinal, cambiando la coloración de las heces. También es común por ejemplo en los suplementos de hierro que, al tener un color más oscuro, suele dar una tonalidad más verdosa a las deposiciones.

5. Una infección intestinal

Las infecciones intestinales son otra de las causas que pueden generar una coloración verduzca en la caca de los bebés. Esto se debe a que este tipo de infecciones aceleran el tránsito intestinal, de manera que la bilis, esa sustancia verdosa que ayuda a digerir las grasas, pasa menor tiempo en el intestino y se expulsa rápidamente “coloreando” las heces infantiles de un color más verduzco.

¿Qué hacer si tu bebé hace caca verde?

La mayor parte de las veces, la caca verde del bebé no debería ser motivo de preocupación para los padres. Por lo general, este cambio de coloración obedece a factores sin gran importancia para la salud y tiende a solucionarse por sí solo con el paso de los días. De hecho, si el bebé no presenta otros síntomas que puedan alertar de que está enfermo, no es necesario acudir al médico. En estos casos, los padres deben supervisar las deposiciones y mantenerse atentos por si aparecen otros signos tardíos, pero en la mayoría de las situaciones en dos o tres días la caca recupera su coloración habitual.

Sin embargo, si el bebé presenta otros síntomas como fiebre, vómitos o heces muy líquidas, se recomienza visitar al pediatra cuanto antes ya que podría tratarse de una infección intestinal. En estos casos, se le realizarán al bebé los análisis pertinentes para encontrar la causa del problema y se le propondrá el tratamiento más adecuado. Eso sí, es importante que los padres mantengan bien hidratado al pequeño ya que es muy fácil que puedan deshidratarse en estas condiciones.

Si la causa de las heces verdes está relacionada con la lactancia materna, no se recomienda suspenderla. Aunque si persiste también se podrá realizar una prueba fisiológica de sobrecarga de azúcares para analizar cómo funciona el mecanismo de absorción de azúcares en el bebé. De esta manera, podrá realizarse una detección temprana de alteraciones que pueden ir desde una intolerancia a la lactosa hasta un desequilibrio metabólico.

En cualquier caso, la caca verde en bebés no suele ser un signo de un problema de salud grave como sí sucede con las heces blancas, que pueden ser el resultado de que el hígado no secreta suficiente bilis, la caca roja que puede ser un síntoma de la existencia de un sangrado en la parte baja del intestino o la caca negra, que podría ser un indicador de un sangrado en el estómago o la primera mitad del intestino. En estos últimos casos, sí es recomendable consultar al pediatra de inmediato si el problema persiste durante unos días.