Salud

Muerte súbita del lactante: conoce las causas para prevenir este síndrome

Aprende a prevenir el síndrome de muerte súbita en el lactante (SMSL)

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Muerte súbita bebés causas
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

El síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) representa uno de los riesgos más angustiosos para los padres. Se estima que se produce un caso por cada mil nacidos vivos, de manera que en España se producirían unos 100 casos de muerte súbita de lactantes cada año. No obstante, los últimos datos que publicó el Instituto Nacional de Estadística y que datan del año 2016 indican que se produjeron 44 fallecimientos de bebés por esta causa.

¿Qué es el síndrome de muerte súbita del lactante?

El síndrome de la muerte súbita del lactante es, según la Asociación Española de Pediatría: la “muerte súbita de un niño de menos de un año de edad, que ocurre aparentemente durante el sueño y que permanece sin explicación después de la realización de una minuciosa investigación post mortem, que incluye la práctica de la autopsia, examen del lugar del fallecimiento y revisión de la historia clínica”.

¿Cuáles son las causas del síndrome de muerte súbita del lactante?

Hasta el momento, las causas del síndrome de muerte súbita del lactante se desconocen. No obstante, se han realizado diferentes estudios que intentan encontrar una explicación. Una investigación exhaustiva desarrollada por el Grupo de Trabajo de Patología Perinatal e Infantil de la Sociedad Española de Patología Forense analizó 764 casos, de los cuales 488 correspondieron a muertes súbitas durante el primer año de vida y 276 a muertes súbitas de niños de entre 1 y 14 años de edad.

Los resultados fueron los siguientes:

  • La mayoría de los lactantes fallecidos por muerte súbita son varones, lo cual indica que estos podrían tener un riesgo mayor.
  • El mayor riesgo de sufrir el síndrome de muerte súbita se produce alrededor de los 2 meses de vida.
  • Aunque se notifican casos a lo largo de todo el año, el mayor número de muertes se produce durante los meses de invierno.
  • En los casos en los que se pudo determinar las causas, el 13% se debieron a problemas del sistema respiratorio, generalmente por una enfermedad de origen infeccioso. En algunos casos se apreció una posible sofocación, ya fuera por compartir cama con los padres, por elementos de la cuna o por dormir en una posición prono. En el 10% de los casos, la muerte se debió a un problema en el corazón. En otro 9% la causa fue sistémica, generalmente debido a una infección multiorgánica de etiología viral. Las enfermedades del sistema nervioso y digestivo representaron un pequeño porcentaje de los casos analizados.

Muerte súbita del lactante

Estos datos están en sintonía con algunas hipótesis médicas que intentan explicar las causas del síndrome de muerte súbita del lactante. Se piensa, por ejemplo, que algunos niños podrían tener un defecto cerebral en las zonas que controlan la respiración y el despertar del sueño, lo cual aumentaría el riesgo de asfixia y problemas respiratorios.

De hecho, la prematuridad es un factor de riesgo, sobre todo los niños que nacen antes de la semana 37 de la gestación, ya que algunas zonas del cerebro podrían no haber madurado lo suficiente como para suplir correctamente las necesidades fisiológicas básicas del pequeño.

Otros factores de riesgo que se deben evitar son:

  • Dormir boca abajo o de costado. Los bebés que duermen en estas posiciones pueden tener más dificultades para respirar, lo cual aumenta el riesgo de que sufra el síndrome de muerte súbita.
  • Dormir sobre un colchón muy blando o con almohadas. Si el bebé se acuesta boca abajo sobre un colchón muy blando, una manta mullida o una almohada, estos pueden bloquear sus vías respiratorias.
  • Compartir cama con los padres. El colecho aumenta el riesgo de síndrome de muerte súbita ya que los padres, sin darse cuenta, pueden asfixiar al bebé. Ese riesgo aumenta cuando la cama se comparte con dos personas.

Tres recomendaciones para prevenir la muerte súbita del bebé

La buena noticia es que, aunque existen factores que se escapan del control de los padres, puedes poner en práctica algunas medidas para reducir el riesgo de muerte súbita.

1. Ten cuidado si practicas el colecho

El colecho, o compartir la cama con el bebé, es una práctica cada vez más extendida entre los padres. De hecho, se trata de una alternativa muy eficaz para fortalecer el vínculo emocional con el pequeño, pero también es un factor de riesgo de muerte súbita por ahogamiento o aplastamiento. Un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres analizó unos 1.500 casos de muerte súbita del lactante y encontró que el 22,2% de los casos ocurrieron mientras los padres dormían con su hijo. Por tanto, si quieres reducir el riesgo de muerte súbita en tu bebé, será mejor que lo acuestes en la cuna, que puedes colocar al lado de tu cama.

Síndrome de muerte súbita del bebé

2. Controla su temperatura

Según el Departamento de Salud de Utah, los bebés que duermen en una habitación muy calurosa tienen un riesgo más elevado de ser víctimas del síndrome de muerte súbita del lactante. Lo que sucede es que los bebés son muy sensibles a los cambios del ambiente, por lo que cuando su temperatura corporal se eleva demasiado les cuesta respirar con normalidad. Por tanto, cuando llegue la hora de dormir, no le pongas a tu bebé demasiadas prendas y mantas, que también aumentan el riesgo de asfixia durante el sueño. También debes asegurarte de que la habitación esté bien ventilada y con una temperatura entre 18 ºC y 20 ºC, lo cual reduce el riesgo de muerte súbita en un 70%.

3. Intenta acostarlo boca arriba

¿Sabías que los bebés que duermen de costado tienen 6,5 más probabilidades de morir a causa de ahogamiento? Dormir boca abajo o de costado aumenta el riesgo de muerte súbita en los lactantes ya que estas posiciones obstruyen el flujo de aire haciendo que les resulte más difícil respirar. En cambio, cuando el bebé duerme boca arriba puede respirar con mayor facilidad, lo que reduce a la mitad el riesgo de muerte súbita, aunque esta posición también se ha relacionado con malformaciones craneofaciales. No obstante, recuerda que si tu bebé padece reflujo gastroesofágico no deberías acostarlo en esa posición.

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