Salud

5 cosas que tu pediatra NO quiere que hagas

¿Haces algunas de estas cosas?

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Cosas que tu pediatra NO quiere que hagas
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

La crianza de los hijos no viene con un manual de instrucciones por lo que los padres en muchos casos se dejan aconsejar por otros para el cuidado de sus pequeños. Consejos que generalmente no viene de la mano de profesionales de la salud o expertos en algún campo en concreto. Normalmente las fuentes de asesoramiento en la actualidad son los amigos, Internet, los padres, amigos o familiares… Y podrían tener información poco fiable y desactualizada, aunque su intención sea buena, por supuesto.

Después, cuando los padres llegan a la consulta del pediatra suelen acudir muy estresados, con prisas y en ocasiones, hasta con vergüenza por hacer preguntas. Pero en realidad el pediatra está en ese puesto de trabajo además de velar por la salud de tus hijos, también para resolver tus dudas al respecto. Además, este profesional también debe decirte qué cosas son las que NO debes hacer para y por el bien de la salud de tus hijos.

Cosas que tu pediatra NO quiere que hagas

1. Buscar información por Internet para auto-diagnosticar a tu hijos

Cuando no sabes qué le ocurre a tu hijo es probable que lo primero que hagas sea buscar en Google qué es lo que puede tener según los síntomas que presenta. Aunque es cierto que pueden haber páginas con información veraz y pediátrica, es imposible diagnosticar a tu hijo a través de Internet. Cuando no sepas qué le ocurre a tu hijo deberás llevarle al médico. Mirar por Internet solo hará que te preocupes más y que te alarmes seguramente, sin motivo. 

2. Ir al pediatra para TODO

Aunque es cierto que el pediatra está para velar por la salud de tus hijos, tampoco hay que saturar su consulta por cosas poco importantes. En ocasiones los padres nos alarmamos ante pequeños percances que no requieren visitar al médico, como una raspadura en la pierna después de caerse (que solo necesita una cura en el hogar). Aunque por supuesto, si tienes dudas y crees que debes acudir al médico, no dudes en hacerlo.

Mi pediatra

3. Pedir antibióticos

Es natural querer que los hijos mejoren lo antes posible, pero los antibióticos no siempre son la respuesta a todos los males. Hay momentos en que es absolutamente apropiado administrar el antibiótico cuando tienen una infección bacteriana, pero para la mayoría de los pacientes que acuden al médico con enfermedades virales, no es necesario. Los resfriados y la tos no necesitan un antibiótico, solo necesitan tiempo para sanar. Además, dar antibióticos con demasiada frecuencia puede llevar a que las bacterias se hagan resistentes a los antibióticos y que cada vez sean más difíciles de combatir.

4. Rechazar las vacunas por miedo

Igual que hay padres que acuden al pediatra buscando medicinas para curar lo que le ocurre a sus hijos lo antes posible, también hay otros padres que se asustan con las vacunas, incluso aquellos que piensan que realmente son necesarias y adecuadas. Existen pruebas muy sólidas de que las inmunizaciones previenen muchas enfermedades infantiles mortales y debilitantes. Cuando los padres demoran las vacunas que deben poner a sus hijos, lo único que están consiguiendo es exponer a sus hijos a posibles riesgos durante más tiempo.

5. No acudir a las visitas del niño sano

Todos los padres llevan vidas muy ocupadas y en ocasiones, cuando llega el momento de acudir a citas que ‘no son esenciales’ es tentador y demasiado fácil dejarlas pasar. Esto es un error. Igual que los padres acuden corriendo a ver al pediatra cuando ocurre algo, también es importante prevenir las enfermedades. Esto incluye posibles problemas (que pueden pasar desapercibidos) sobre audición y visión, soplos cardíacos, la presión arterial, niños que no crecen cómo deberían, espinas que pueden desarrollar escoliosis, etc.

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