Familia

Cuando la casa de los abuelos se cierra para siempre

El cierre de un capítulo familiar: despedida y recuerdos en la casa de los abuelos

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casa abuelos
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Es posible que tengas en tu mente aquella época maravillosa cuando ibas a comer los domingos ese plato tan especial que tanto te gustaba. Cuando tus padres te dejaban allí a que te cuidasen en momentos en que ellos debían salir a trabajar. O simplemente te encanta recordar el olor a la casa de los abuelos que olías al entrar por la puerta. Pero, ¿qué ocurre cuando la casa de los abuelos se cierra para siempre?

Desgraciadamente, los abuelos no tienen vidas eternas como para que nos puedan acompañar durante toda la vida. Ellos han vivido mucho más que nosotros y sus experiencias nos han nutrido para formarnos como las personas que somos hoy en día. Por eso, cuando estamos a su lado, hay que absorber cada segundo, porque ese tiempo es un regalo de la vida… y cuando no nos damos cuenta, con el paso de los años solo nos arrepentiremos.

Los momentos más tristes

Si te ha tocado vivir algo así, es más que probable que lo hayas sentido como uno de los momentos más tristes de tu vida: cuando se cierra la puerta de la casa de los abuelos para siempre. Se cierra porque ellos ya no están, porque sus almas ya se fueron de nuestro plano físico para pasar al simbólico. Ya no les vemos, no les tocamos… solo les sentimos en lo más profundo de nuestro corazón.

Cuando esa puerta se ha cerrado para siempre, se terminan los encuentros de la familia, de todos y cada uno de los miembros. Los abuelos eran ese punto de unión tan importante que os mantenía unidos de una manera especial… Se acabaron esos domingos especiales donde la armonía, las risas, los abrazos y el bienestar estaban asegurados.

El amor de los abuelos mientras ellos están presentes es lo que forja la fuerza de una familia y en el momento que su puerta se cierra, se siente que todo eso que han forjado durante tantos años de su vida, simplemente se tambalea.

Nos duele el corazón

Nos duele el corazón cuando nos damos cuenta que se acabaron esas tardes de juegos de cartas, de la abuela en la cocina preparando algo delicioso con la compañía de nuestros padres… Esas reuniones con los primos en casa de los abuelos… Porque su casa era el mejor punto de reunión para todos.

recuerdos abuelos hogar

Allí nunca faltaba amor, cariño, comida deliciosa y un refugio al que ir siempre que nuestro corazón así lo deseaba. Era un ambiente especial… diferente, seguro… imposible de encontrar en cualquier otra parte del mundo. No hay un lugar en el que te puedas sentir de la misma manera que lo hacías en la casa de tus abuelos.

No hacía falta ir a ninguna otra parte. Ir a casa de los abuelos ya era la mejor experiencia para todos. Nadie quiere aceptar que toda esa maravilla tiene una fecha límite y que llegará un día en el que todo se llenará de polvo. Las risas y el olor de la comida deliciosa se quedarán en tu memoria, porque ya no estará más delante de ti.

Los mejores recuerdos

Pero serán tus mejores recuerdos. El tiempo pasa demasiado rápido como para centrarnos en problemas banales de la vida. Hace nada eras un niño abriendo regalos bajo el árbol de Navidad, luego pasaste a ser un adolescente rebelde y casi sin darte cuenta eres una persona responsable que ha formado su familia y que trabaja cada día para poder sacarla adelante. Luchando para que tus hijos también tengan esos maravillosos recuerdos.

Aún recuerdas que en casa de tus abuelos no podían faltar las sillas, nunca se sabía cuántas personas iban a visitarles en un mismo día. Podría ser un primo, un tío con la novia, un vecino o tú mismo/a. Siempre habían pasteles para las visitas, nunca faltaba ningún detalle.

Cuando cerraste la casa de tus abuelos eras consciente que cerraste los mejores momentos de tu vida… Pero también debes honrar su memoria y seguir disfrutando de tu familia, repetir esas escenas con tus padres o con tus nietos. Porque el tesoro de la vida no la conforman cosas materiales, sino las personas que tienes a tu alrededor: tu familia.

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