En EEUU una niña y sus tapones de botella cambiaron su escuela
Referencias científicas
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Esta historia trata de una maravillosa niña de 9 años que gracias a sus tapones de botella consiguió crear un patio de recreo lleno de ilusión e inclusión. Todo comenzó con un dibujo que hizo la niña… un dibujo que salió no solo de su mente, sino más bien de su corazón. Sus manos lo plasmaron sobre el papel, y ahí empezó el cambio de un patio de recreo de una escuela.
El banco de la amistad de Sammie Vance
La niña se llama Sammie Vance y es estudiante de tercer grado en Estados Unidos. Ella dibujó una tira cómica sobre lo que cree que significa la soledad y la inclusión de los demás. Ilustró un banco “para amigos” con el objetivo de que ningún niño se quedase solo durante el recreo.
La niña dijo:
“Si alguien se siente solo o si es nuevo en la escuela y no tiene con quién jugar, puede sentarse en el banco”
Además añadió:
“Si otras personas los ven en el banco, se acercarán a ellos y les pedirán que jueguen. Y pueden jugar juntos”
Es una idea maravillosa, preciosa y llena de amor que tuvo un gran éxito en su escuela y es una estupenda idea para que se realice en todos los centros educativos del mundo.
Desgraciadamente son muchos los niños y adolescentes que se encuentran solos en el recreo de su escuela. Se sienten mal porque ven a otros jugar y pasarlo bien y ellos no son capaces de hacer lo mismo. Saben lo que es estar rodeados de gente y sentirse solos o no tener a nadie con quien jugar… Esto les hace sentir un terrible vacío en el corazón que ninguna persona en el mundo merece.
Su idea es maravillosa
Su idea tenía un objetivo muy claro que quizá no todo el mundo haya pensado: inclusión. Un banco para que todos los niños y niñas de su escuela se sintieran más integrados, sin excepción. Lo mejor de todo, es que fue capaz de llevar a cabo la realidad de su tira cómica. No quedó solo en un dibujo, se hizo realidad.
Para poder llevarlo a cabo, se le ocurrió comenzar a recoger las tapas de plástico o tapones que encontraba en el suelo de la escuela y allá a donde iba. El banco costaba un dinero que la escuela no podía asumir, así que ella quiso hacerse cargo de su pago y se puso manos a la obra.
La niña trabajó sin descanso para poder recolectar suficientes tapones de plástico y poder hacer no solo uno, sino 3 bancos de plástico. Pero no eran todos para su escuela. Uno de los bancos se lo quedaría su centro educativo, pero quería que los otros dos tuvieran un destino diferente y que desde otros centros educativos también pusieran en marcha su idea.
Por supuesto, su maravillosa idea tuvo un gran éxito en el recreo de todos los centros educativos en los que fueron instalados. Tanto maestros como estudiantes vigilan el banco para asegurarse de que nadie se sienta allí demasiado tiempo y que de esta manera, todos los que deciden sentarse a esperar que alguien les hable, realmente lo consigan.
Así se aseguran de que los nuevos amigos aparezcan tan solo sentándose en ese banco tan especial.
Gracias a su fabulosa idea, Sammie Vance recibió un Certificado de Excelencia del alcalde de su localidad, Tom Henry. La pequeña tiene grandes aspiraciones, y es que en el futuro le gustaría ser también alcaldesa de su localidad… ¡y es cierto que apunta maneras! ¡Sus ideas son socialmente geniales! Pero nadie está más orgulloso de Sammie que su madre, quien dice con gran felicidad: «No puedo dejar de sonreír cuando pienso en todo lo que ha conseguido”.
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