Educación

5 ejercicios para estimular el autocontrol infantil

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Ejercicios para estimular el autocontrol infantil
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Los niños son impulsivos por naturaleza. A diferencia de los adultos, cuando son pequeños no son capaces de medir las consecuencias de sus actos y actúan sin pensar demasiado. Esto se debe a que en edades tempranas las conexiones del lóbulo prefrontal, relacionadas con la capacidad para pensar y actuar de manera racional, no han madurado lo suficiente. Por tanto, los niños suelen responder ante los estímulos de forma casi instantánea, hasta los siete años, más o menos, no podrán ser capaces de regular conscientemente sus reacciones.

Sin embargo, cumplir los siete años no es una garantía de autocontrol. De hecho, aunque los mecanismos cerebrales ya estén listos, si los padres no fomentan esta capacidad, los niños no contarán con las herramientas cognitivas necesarias para regular adecuadamente su conducta. Por eso, es importante enseñarles desde temprano algunas estrategias que fomenten el autocontrol.

5 ejercicios para estimular el autocontrol en los niños

1. Tiempo fuera

El ejercicio de tiempo fuera es uno de los métodos más populares para potenciar el autocontrol en los niños. Se trata de un entrenamiento muy efectivo que estimula la capacidad para contener las respuestas impulsivas y calmar las emociones, fuera del entorno que ha desencadenado el problema. Consiste en crear un espacio en el cual el niño pueda calmarse cada vez que sienta aumentar la ira. Este sitio puede ser cualquier lugar dentro o fuera de casa, pero es importante que sea un espacio neutro que promueva la relajación, de manera tal que el niño se pueda tranquilizar. La idea es que cambie de entorno para disminuir la tensión y pueda recobrar la calma… y que el adulto le acompañe.

2. Soplar burbujas

Es curioso como un juego tan simple como soplar burbujas puede estimular el autocontrol en el niño, pero lo cierto es que sus resultados son excelentes. Esta estrategia ayuda a regular las respuestas impulsivas del niño a través de su respiración, produciendo un efecto muy similar al que se obtiene con la técnica de respiración diafragmática. El mecanismo es simple: mientras el niño sopla para hacer las burbujas, su respiración se hace más lenta, la presión arterial va descendiendo y su frecuencia cardiaca se normaliza. De esta manera, el niño se siente más relajado y puede controlar mejor su comportamiento.

3. Practicar artes marciales

El ejercicio físico reporta enormes beneficios para el cerebro, sobre todo cuando se trata de una actividad aeróbica. No obstante, un estudio publicado en la revista Applied Developmental Psychology asegura que el entrenamiento en artes marciales es más eficaz que los ejercicios tradicionales y puede potenciar la autorregulación en los niños a nivel cognitivo, emocional y conductual. El secreto radica en que las artes marciales ejercitan la mente y el cuerpo, propiciando un equilibrio, a la vez que les enseñan a los niños a controlar sus impulsos.

Ejercicios autocontrol niños

4. Ofrecer abrazos de contención

El cariño que se expresa mediantes un abrazo puede ser mucho más efectivo de lo que pensamos. De hecho, se conoce que cuando abrazamos a los niños estimulamos la liberación de oxitocina, una hormona que inhibe las tensiones y que proporciona una sensación de bienestar. De esta manera, los peques no solo se sienten queridos sino también más relajados y tranquilos. Por eso, una buena estrategia para ayudarles a ganar autocontrol es intentar abrazarlos cuando han perdido los estribos, de esta forma no solo lo estarás conteniendo sino que además lo calmarás y le transmitirás tu amor. Ese abrazo debe ser afectuoso, pero también firme.

5. Convertirse en su patrón de autocontrol

La mejor manera de enseñarle autocontrol a los niños consiste en convertirse en su modelo de autorregulación. Los niños suelen imitar los comportamientos de los adultos y si tienen un buen patrón de autocontrol, seguramente terminarán aplicando esas mismas estrategias para regular su comportamiento. La explicación a este fenómeno llega de la mano de las “neuronas espejo”, un tipo de células cuya función es la imitar el comportamiento de las personas que nos rodean y que sientan las bases del aprendizaje por imitación. De esta manera, si te conviertes en un ejemplo de conducta para tu hijo y eres capaz de mantener el control y de regular tu conducta delante de él, estarás estimulándole a actuar de manera similar.

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