Educación

Enseñar a nadar a los niños en 7 pasos

Aprender a nadar es necesario para evitar ahogamientos y ejercitar el cuerpo

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Cómo enseñar a nadar a los niños
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

La natación es uno de los mejores deportes para los niños. No solo representa un entrenamiento muy útil que reduce el riesgo de que puedan morir ahogados sino que también contribuye a ampliar su capacidad pulmonar, favorece la oxigenación y estimula el desarrollo psicomotor infantil. Además, mejora la coordinación de los movimientos, fortalece los músculos y favorece su capacidad de desplazamiento. Y, por si no bastara, es un ejercicio excelente para relajar a los niños, a la vez que contribuye a que concilien mejor el sueño y descansen más.

Sin embargo, muchas veces los padres suelen esperar a que los niños sean mayores para iniciarlos en la natación. No obstante, lo cierto es que mientras más pequeños sean, más rápido aprenderán a nadar. Esto se debe a que aún conservan el reflejo natatorio y de apnea, una respuesta involuntaria de cuando estaban en el líquido amniótico dentro del útero de su madre, el cual les permitirá desenvolverse con más facilidad en el agua.

Otra gran ventaja de enseñarles mientras son pequeños es que presentarán menos resistencias a aprender a nadar ya que aún no se han instaurado los miedos. Por eso, cuanto antes comiences con las clases, mejor.

Pasos para enseñar a nadar a un niño

1. Haz que se sienta seguro

Hay niños que se sienten como pez en el agua, en cambio a otros les da pavor ya que no se sienten cómodos en este medio. En estos casos es importante que consigas que el niño pierda el miedo al agua pues de lo contrario será muy difícil que aprenda a nadar. Una buena estrategia para conseguirlo consiste en entrar al agua con él ya que de esta forma se sentirá más confiado y seguro e irá perdiendo el miedo poco a poco. En cualquier caso, nunca lo fuerces a estar en el agua si pone mucha resistencia ya que podría resultar contraproducente.

2. Empieza siempre en un sitio donde toque fondo

Muchos padres piensan que la mejor forma de enseñarle a un niño a nadar consiste en llevarlo a un sitio donde no toque fondo y tirarlo allí para que, por instinto, aprenda a mantenerse a flote. Sin embargo, en realidad esta es una pésima estrategia ya que puede convertirse en un precedente negativo y desencadenar el miedo o una fobia en el niño. Para enseñar a nadar a un niño la clave es comenzar las clases en un sitio en el que pueda tocar el fondo. De esta manera, el pequeño tendrá la certeza de que si algo va mal estará a salvo y eso le dará una dosis extra de confianza.

3. Muéstrale algunos ejercicios para controlar la respiración

Una habilidad fundamental en la natación consiste en saber controlar la respiración bajo el agua. Por tanto, este es uno de los primeros ejercicios que le debes enseñar al pequeño. Puedes comenzar con el juego de las burbujas: pídele que inspire aire por la nariz, que contenga la respiración y se sumerja, preferentemente en la bañera, para luego expulsar el aire por la boca mientras hace burbujas. Para que pierda el miedo puedes mostrarle cómo se hace y luego pedirle que lo hagáis juntos.

4. Enséñale a hacer las patadas

Este es otro ejercicio clave para aprender a nadar, aunque a veces puede resultar un poco complejo porque demanda una buena dosis de coordinación. Sin embargo, con un poco de práctica, el niño terminará aprendiéndolo. Al inicio puedes sostenerlo por el abdomen para que se mantenga a flote mientras ejercita la técnica, aunque también puede practicar agarrándose del borde de la piscina o de una tabla. Una vez que se sienta seguro anímalo a que mueva las piernas hacia arriba y abajo, sin flexionar las rodillas.

Aprender a nadar

5. Anímalo a usar los brazos

En la natación los brazos no solo ayudan a mantenerse a flote sino que también impulsan al nadador y le permiten avanzar con mayor rapidez. Por eso, es importante que le enseñes al niño a usar sus brazos mientras está en el agua. Para comenzar puedes explicarle la técnica de la brazada: pídele que levante el brazo, lo pase por encima de su cabeza, y lo introduzca en el agua en un ángulo aproximado de 45º para luego llevarlo otra vez hacia atrás por debajo del agua. Puedes mostrarle cómo se hace y pedirle que ejercite la técnica de pie dentro del agua.

6. Haz que coordine los movimientos de brazos y piernas

Una vez que el pequeño ya conoce la técnica de las patadas y las brazadas, ha llegado el momento de que aprenda a coordinarlas. Al inicio puede ser difícil ya que normalmente las piernas suelen ir por un lado y los brazos por otro, pero con un poco de práctica el niño terminará consiguiéndolo. Para ayudarlo puedes sostenerlo por el abdomen mientras practica ambos ejercicios, pero después de varios intentos deberás soltarlo para que aprenda a hacerlo solo.

7. Motívalo a entrenar

La práctica hace al maestro, así que una vez que el niño ya cuente con la teoría es momento de que lo dejes practicar solo. Obviamente, al inicio debe entrenar en un sitio en el que toque fondo ya que además de darle más seguridad, en caso de que cometa un error, no tendrá mayores consecuencias. Sin embargo, más adelante, cuando haya aprendido al menos a mantenerse a flote, puedes permitirle nadar en espacios más profundos o junto a otros niños. Eso sí, en ningún caso lo pierdas de vista hasta que haya aprendido a nadar bien.

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