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Flotador, manguitos, burbujita, chaleco o cinturón: ¿Cuál es el más seguro para tu hijo?

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Chaleco flotador seguro
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Con la llegada del verano y el buen tiempo muchas familias apuestan por ir al mar o a la piscina con los más pequeños de casa. Sin duda, es un plan muy divertido y refrescante que los pequeños disfrutan muchísimo, pero también encierra algunos peligros.

¿Sabías que el año pasado murieron 39 niños menores de 18 ahogados en entornos acuáticos? De hecho, se estima que el ahogamiento es una de las tres primeras causas de muerte en niños menores de 14 años, sobre todo durante el verano, el periodo en el que se concentra la mayor cifra de menores ahogados.

Afortunadamente, existen algunas medidas que los padres pueden tomar para reducir el riesgo de accidente y mantener a sus hijos seguros en todo momento. En este sentido, los accesorios de protección acuáticos se pueden convertir en un excelente aliado para mantener a los niños protegidos en el agua. Sin embargo, más allá de sus funcionalidades o su calidad, también es importante elegir el accesorio de protección acuático más adecuado para cada niño. Te explicamos cuáles son los más seguros y adecuados para cada edad.

Los accesorios de protección más seguros para los niños pequeños en el agua

1. Chaleco de neopreno

Aptos para bebés a partir de 6 meses y hasta los 3 años, son una opción muy segura para evitar los accidentes infantiles en el agua. Confeccionados de neopreno y rellenos de pastillas de corcho o espuma, contribuyen a que el niño se mantenga a flote en el agua mientras le confieren total libertad de movimiento a sus piernas y brazos. Además, incluyen cierres de seguridad que previenen su apertura accidental.

Su uso le ofrece al niño una gran seguridad en el agua y contribuye a que gane equilibrio y aprenda a flotar a una edad temprana. ¿Su problema? Están diseñados para garantizar la seguridad de los niños mientras flotan, por lo que no son una buena alternativa para los padres que quieren enseñar a sus hijos a nadar ya que es complicado mantener una posición paralela al agua con este accesorio.

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2. Cinturones

Los cinturones son una opción excelente para los niños de 3 o 4 años en adelante. Al tratarse de un accesorio sencillo y ligero no solo permite reducir la cantidad de elementos auxiliares sino que ayudan a que el pequeño gane destreza y confianza en el agua. De hecho, ofrecen gran libertad de movimiento, por lo que son un buen aliado para que los niños aprendan a nadar.

A diferencia de otros accesorios de protección acuáticos, los cinturones pueden adaptarse a cada pequeño, lo que los hace más cómodos de llevar y le confiere un extra de seguridad. Además, como suelen tener un cierre de protección es más difícil que pueda abrirse y dejar al pequeño desprotegido en el agua.

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3. Manguitos

Este clásico de los accesorios de protección está recomendado para los niños a partir de los 3 años. Diseñados para familiarizar a los niños con el entorno acuático y ayudarles a perder el miedo al agua, son perfectos para conseguir un baño seguro mientras los peques se divierten. Su mayor desventaja es que limitan la libertad de movimiento de los brazos, por lo que no suelen recomendarse para los niños que están aprendiendo a nadar.

Al llevarse bien ajustados a los brazos, es prácticamente imposible que los niños puedan perder un manguito en el agua, por lo que son bastante seguros. Sin embargo, es importante tener en cuenta que como la mayoría de estos accesorios suelen ser hinchables, tienen a desgastarse con el uso y, en ocasiones, pueden pincharse. Por tanto, los expertos sugieren utilizarlos siempre bajo supervisión de un adulto para evitar posibles accidentes.

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Los accesorios de protección acuáticos menos seguros para tu hijo

1. Flotador

Los clásicos flotadores son uno de los accesorios de protección acuáticos más utilizados por las familias con niños de prácticamente todas las edades. Desde los flotadores con braguitas recomendados para los niños mayores de 8 meses hasta los flotadores circulares para los más mayorcitos, hay diferentes opciones y modelos para todos los gustos. Su principal objetivo consiste en mantener a flote a los pequeños y suelen ser bastante seguros. No obstante, al tratarse de accesorios voluminosos limitan la libertad de movimiento, por lo que no son viables para enseñar a los niños a nadar.

Otra de sus desventajas es que como suelen ser hinchables, son vulnerables a desgastarse con el sol y el agua, a la vez que se pinchan con facilidad. Sin embargo, quizá uno de sus mayores riesgos es que pueden voltearse, dejando al niño con la cabeza dentro del agua y los pies fuera. En esta posición, es muy difícil que el pequeño pueda darse la vuelta, por lo que en caso de utilizarse se recomienda hacerlo siempre bajo supervisión parental.

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2. Burbujitas

Se trata de una versión muy similar a los cinturones, recomendada para los niños mayores de 3 años. Su diseño varía según el modelo, pero básicamente consiste en un accesorio dotado de una especie de burbuja o flotador con dos cintas de sujeción que garantizan que la burbuja no se suelte. Al colocarse en la espalda, usualmente en la parte alta posterior, queda por encima del centro de gravedad del niño, de manera que evita que el pequeño se incline hacia delante cuando está en el agua.

Su uso ayuda al pequeño a mantener una posición corporal adecuada y no afecta su movilidad en el agua, por lo que son un buen recurso para los peques que están aprendiendo a nadar. Sin embargo, dificultan que el niño se coloque en determinadas posturas, por lo que en ocasiones pueden ser incómodos de llevar. Además, si por accidente, el menor queda bocabajo es complicado que pueda mantener la cabeza fuera del agua.

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3. Cisnes, flamencos y unicornios

Recomendados para los niños mayores de 6 años, estos accesorios de protección acuáticos que se han convertido en tendencia son ideales para que los peques se diviertan en la piscina. Sus peculiares formas no solo resultan muy atractivas para los niños, sino que también los convierte en accesorios fáciles de manipular. Sin embargo, lo que muchos padres no conocen es que también entrañan diversos riesgos.

Al tratarse de accesorios voluminosos y ligeros no se recomienda su uso en la playa ya que las corrientes y el viento pueden adentrarlos en el mar con los peques encima. Además, como son hinchables corren el riesgo de pincharse en una zona donde el pequeño no de pie y pueda ahogarse. Asimismo, son especialmente peligrosos si se vuelcan ya que si el niño queda debajo, difícilmente podrá darles la vuelta para volver a subir.

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Vale destacar que independientemente de que se utilice un accesorio de protección acuático es importante no perder de vista al pequeño en ningún momento. Asimismo, cuanto antes aprenda el pequeño a nadar, más seguro y confiado se sentirá en el agua y menor será el riesgo de que sufra un accidente.

Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (2021) Informe Nacional de Ahogamientos (INA) de 2020. Rfess.es

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