Fumar durante la lactancia: ¿Es mejor dejar de dar el pecho?

Tres de cada diez mujeres fumadoras mantienen este hábito durante el embarazo, a pesar de conocer los riesgos que el tabaquismo representa para la salud del feto. De hecho, se estima que los bebés de las mujeres que fuman entre 10 y 20 cigarrillos diarios nacen pesando entre 200 y 300 gramos menos, a la vez que tienen más posibilidades de sufrir infecciones respiratorias y muerte súbita. Muchas de estas mujeres también mantienen el hábito durante la lactancia materna.

Los riesgos del tabaquismo durante la lactancia materna

¿Sabías que las mujeres fumadoras tienen menos probabilidades de amamantar a sus bebés? Así lo demostró un estudio realizado en el Hospital do Salnés, en España, en el que participaron 327 mujeres. En dicho estudio se encontró que las madres fumadoras también tienen más probabilidades de reducir el tiempo de lactancia, con las consecuencias a largo plazo que ello implica para los niños.

La explicación llega de la mano de otra investigación, esta vez realizada por expertos de la Universidade Federal do Mato Grosso, en Brasil, en la que hallaron que fumar mientras se amamanta al bebé reduce la producción de leche materna y su calidad, lo cual influye negativamente en el tiempo de lactancia.

Asimismo, fumar durante este período aumenta en un 50% el riesgo de muerte súbita del lactante, debido probablemente al efecto de la nicotina sobre la actividad simpática y en especial en la función cardiovascular, la termorregulación y el metabolismo del bebé. De hecho, entre el 30 y el 40% de los casos de muerte súbita en lactantes se atribuyen al tabaco.

Se ha encontrado que la leche materna de las madres fumadoras contiene mayores niveles de nicotina y metales pesados, a la vez que tiene niveles más bajos de vitaminas y proteínas, lo que afecta la ganancia de peso del lactante y aumenta su riesgo a enfermar como consecuencia de un sistema inmunitario más débil. El tabaquismo durante la lactancia también se ha asociado con mayores probabilidades de desarrollar problemas respiratorios, como asma bronquial, infecciones respiratorias o una peor función pulmonar.

La solución: ¿Lactar o no lactar cuando se fuma?

Curiosamente, los riesgos de que una madre fumadora amamante a su bebé son menores que si lo alimenta con leche artificial. Así lo confirma la Asociación Española de Pediatría al afirmar que “si bien lo mejor es no fumar, aún fumando mucho, es preferible dar el pecho, ya que la leche materna protege de las infecciones al lactante y contrarresta en parte los efectos perjudiciales del humo del tabaco”.

Esta afirmación se sustenta en el hecho de que los niños cuyas madres fumadoras les amamantan, tienen menos problemas respiratorios en comparación con los pequeños cuyas madres también fuman pero no les amamantan sino que recurren a las leches artificiales. Por tanto, si has decidido seguir fumando tras dar a luz, lo mejor será que sigas amamantando a tu bebé. En estos casos, puedes tomar algunas medidas para reducir los efectos del tabaquismo en su desarrollo.

• Intenta fumar lo menos posible.
• Evita fumar dentro de casa, incluso aunque el bebé no se encuentre en ese momento en la habitación.
• Ventila la casa con frecuencia, sobre todo después de haber fumado.
• Utiliza un pañuelo en la cabeza o un gorro para evitar que las partículas contaminantes de los cigarrillos se adhieran al cabello.
• Destina un atuendo específico para fumar, de manera que te quites esa ropa antes de tomar al bebé en brazos.
• Aleja lo más posible los cigarrillos de cada toma. Lo ideal sería que durante las dos horas previas a amantar a tu bebé no fumases.
• Lávate las manos y la boca después de fumar y antes de tomar al bebé en brazos.