Educación, Salud

¿Sabías que los gritos afectan el cerebro de los niños?

[mashshare icons=»1″]

gritos cerebro niños
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Los gritos siempre son una expresión de frustración e impotencia. Cuando gritamos a los niños no tenemos más razón, simplemente estamos expresando nuestra incapacidad para hacer valer nuestra autoridad de una manera más asertiva. Por eso, gritar a los niños nunca es una buena opción ya que termina validando comportamientos y formas de relacionarse agresivas, donde gana el más fuerte o, en este caso, quien más grite.

Por otra parte, los niños pequeños no son capaces de comprender que los gritos son una expresión de desesperación adulta, por lo que a menudo asumen que sus padres no les quieren y no son dignos de amor, lo cual termina afectando profundamente su autoestima. Sin embargo, los gritos no solo tienen un fuerte impacto psicológico sino que también afectan el desarrollo del cerebro infantil.

Los gritos y la humillación hacen que los dos hemisferios se “desconecten”

Un estudio realizado en la Escuela de Medicina de Harvard reveló que los gritos pueden alterar de manera permanente la estructura del cerebro infantil. Estos psiquiatras analizaron a más de 50 niños que padecían trastornos psiquiátricos, y los compararon con otros 100 niños sanos. Descubrieron que algunos pequeños mostraban una alteración en el cuerpo calloso, una estructura que conecta ambos hemisferios.

gritos dañan cerebro infantil

Lo interesante fue que esa alteración era más común en los niños que sufrían maltrato verbal, eran víctimas de la humillación y les gritaban a menudo. No obstante, esa “desconexión” cerebral se ha relacionado precisamente con cambios problemáticos de la personalidad y variaciones bruscas del estado de ánimo.

Por supuesto, no es la primera vez que un estudio indica que crecer en un ambiente disfuncional puede dejar profundas huellas en el cerebro infantil, pero en este caso se ha apreciado que incluso la exposición a tensiones moderadas puede influir en la manera en que se estructura el cerebro.

Las discusiones entre los padres impactan negativamente en el cerebro de sus bebés

Otro estudio realizado en la Universidad de Oregón descubrió que las discusiones entre los padres en voz demasiado alta, incluso cuando sus bebés están dormidos, afecta la forma en que estos procesan los tonos emocionales de la voz. Los bebés que han crecido en hogares conflictivos donde los gritos estaban a la orden del día, mostraban niveles de estrés más elevados cuando se exponían a tonos de voz enojados.

Estos neurocientíficos analizaron el cerebro de 20 pequeños con edades comprendidas entre los 6 y 12 meses, a través de imágenes de resonancia magnética funcional y apreciaron que los bebés mostraban distintos patrones de actividad cerebral dependiendo del tono emocional de la voz que presentamos. Los bebés que provenían de hogares conflictivos donde los padres gritaban a menudo mostraban una mayor reactividad ante los tonos de voz muy enojados en las áreas cerebrales relacionadas con el estrés y la regulación emocional, como el córtex del cíngulo anterior, el núcleo caudado, el tálamo y el hipotálamo.

gritos afectan cerebro niños

El problema es que esa respuesta aprendida puede hacer que sean más propensos a convertirse en adultos ansiosos porque contarán con menos herramientas psicológicas para regular sus emociones. Estos investigadores explican que el cerebro de los bebés tiene una gran plasticidad, para lo bueno y lo malo.

Sin alarmismo

Estos estudios dejan entrever que el estrés y la ansiedad que generan los gritos durante los primeros años de vida terminan pasando factura, haciendo que esos niños sean más vulnerables ante las situaciones que tienen un impacto negativo, lo cual también abre las puertas a diferentes trastornos psicológicos como la depresión y los problemas de conducta.

Sin embargo, también se debe aclarar que estos estudios no se refieren a esos momentos puntuales en los que podemos perder la paciencia y gritar, sino a los gritos como medio de comunicación habitual. Por tanto, si bien es cierto que lo ideal es desalojar los gritos del hogar, tampoco debes sentirte mal si alguna que otra vez has alzado la voz más de lo habitual.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *