Salud

¿Se hereda el TDAH?

¿Sólo la genética es el causante del TDAH en los niños?

[mashshare icons=»1″]

TDAH hereditario
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es uno de los problemas más frecuentes en la niñez. Se trata de un trastorno neurobiológico cuyas repercusiones se pueden apreciar en el comportamiento de los niños, a través de síntomas como la impulsividad, la hiperactividad y las dificultades para concentrarse. Esto hace que el TDAH sea una de las causas más comunes del fracaso escolar y de los problemas de conducta.

Hoy se conoce que el TDAH no tiene una causa única sino que se trata de una alteración multicausal que está determinada tanto por factores ambientales como genéticos y hereditarios. De hecho, las investigaciones más recientes afirman que los niños cuyos padres sufren TDAH tienen un 57% más de riesgo, lo que representa una probabilidad 20 veces mayor de desarrollar el trastorno. Por tanto, las cifras sugieren que el TDAH puede ser hereditario.

En este artículo

Una mirada a las cifras

Los estudios que analizan la genética y la herencia han encontrado que el riesgo de padecer TDAH es mayor en los familiares biológicos de primer grado; o sea, de padres y tíos a niños. Esto quiere decir que un niño tiene mayores probabilidades de desarrollar un TDAH cuando alguno de sus progenitores o tíos también lo han tenido.

Esta relación también se aprecia en sentido inverso, lo cual ha permitido diagnosticar muchos casos de TDAH en adultos. De hecho, cuando un niño tiene TDAH, existe un 25% de probabilidades de que uno de sus padres también tenga el trastorno y un 15% de que sus hermanos lo desarrollen.

Los hallazgos de concordancia genética (estudios en los que se analizan las probabilidades de desarrollar patrones genéticos semejantes en gemelos) afirman que el riesgo de padecer TDAH en mellizos es de entre el 30 y el 40%, mientras que en los gemelos la probabilidad prácticamente se duplica, hasta alcanzar entre un 50 y un 80%.

Además, se ha descubierto que es posible heredar algunos síntomas del TDAH, como la falta de atención o la intranquilidad. De hecho, diferentes estudios aseguran que un niño tiene un 79% más de riesgo de desarrollar inatención y un 88% de ser impulsivo e hiperactivo si sus padres también han tenido estos síntomas.

TDAH se hereda

No todo es genético

Las cifras sobre el TDAH no dejan lugar a dudas, la herencia desempeña un papel importante en la aparición del trastorno. Sin embargo, al contrario de lo que se pensaba hace algunas décadas, el responsable no es un solo gen sino la combinación de varios genes.

De hecho, un estudio científico publicado recientemente en la revista Genes, Brain and Behavior ha sacado a la luz una nueva variante genética que no solo es responsable de la instauración del trastorno en la infancia sino también de su permanencia en la edad adulta. Se trata del gen LPHN3, también conocido como Latrofilina 3.

El estudio en cuestión, que estuvo dirigido por especialistas del Instituto de Investigación y el Departamento de Psiquiatría del Hospital Vall d´Hebron de España, ha confirmado el rol de la genética en el desarrollo del TDAH y su relación específica con el LPHN3, un gen que aumenta la susceptibilidad de los niños a padecer este trastorno (en especial el TDAH combinado).

Sin embargo, no es el único gen que se ha relacionado con la aparición del TDAH. Por ejemplo, anteriormente ya se había apuntado al gen GMR5. Al parecer, un 10% de los niños con TDAH tienen una variación en el número de copias de este gen, que está relacionado con los receptores del glutamato.

No obstante, los expertos señalan que a pesar de que el TDAH tiene un fuerte componente genético y hereditario, la biología no es la única causante del trastorno. Por tanto, la comunidad científica considera que el componente genético-hereditario es tan solo es un predisponente para desarrollar el TDAH pero deben coexistir además otros factores, como alteraciones neuroquímicas durante el periodo intrauterino, posiblemente asociadas con factores de riesgo del embarazo, y pautas educativas inadecuadas.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *