Salud

Herpes en niños: Lo que todo padre debe saber

Entendiendo el herpes en niños: prevalencia, síntomas y cuidados esenciales.

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Herpes infantil
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

El herpes infantil suele ser una enfermedad infecciosa viral mucho más frecuente de lo que solemos pensar. De hecho, en la última década los casos de niños infectados con herpes han aumentado de la mano de conductas de riesgo que cada vez exponen más a los pequeños a las cepas de este virus. En la infancia, el más común es el herpes tipo I, también conocido como herpes labial, aunque los casos de herpes tipo II también han aumentado. En cualquier caso, suele tratarse de una enfermedad muy molesta que no tiene cura.

Los tipos de herpes más comunes: Herpes tipo I y tipo II

El herpes labial suele ser la variedad muy común entre los niños. Básicamente, es una infección viral provocada por el virus del herpes tipo I que produce lesiones dolorosas alrededor de la boca en forma de aftas. Las lesiones suelen comenzar con un enrojecimiento en el área de la boca que, más tarde se abulta para dar paso a vesículas dolorosas de tamaño pequeño. Con el paso de los días estas vesículas se abren para dejar salir el líquido que está en su interior y así, forman una costra que unos días más tarde desaparece. Por lo general, este proceso infeccioso dura entre 10 y 14 días y no suele dejar marcas, aunque puede propagarse con facilidad si el líquido se extiende a otras áreas de la boca o el rostro.

Por otra parte, el herpes zóster, también conocido como herpes tipo II, es otra variedad vírica que puede afectar cualquier parte del cuerpo del niño. Al igual que el herpes labial comienza con un enrojecimiento y picor en la zona afectada que, días más tarde se abulta para dar lugar a una especie de erupción con ampollas dolorosas en forma de anillo. Estas ampollas también contienen un líquido que puede contaminar las zonas alrededor de las vesículas cuando estas se rompen. Lo usual es que al cabo de los días se sequen formando una costra que tiende a desaparecer. En este tipo de infección también puede aparecer dolor abdominal, fiebre, escalofríos, dolores articulares y de cabeza, aunque los síntomas varían de un niño a otro.

Las principales causas del herpes infantil

La mayoría de las infecciones de los niños con el virus del herpes proviene del contagio con los adultos pues se conoce que entre el 70% y el 90% tienen la enfermedad. Básicamente, la infección se transmite por contacto directo con las vesículas o ampollas características del herpes y una vez que el niño se ha contagiado, el virus se instala en las células de los ganglios nerviosos sensitivos.

Herpes en niños

En muchas ocasiones el contagio puede ocurrir durante el parto, si la madre tiene activa la infección. Sin embargo, la forma más usual de infectarse es a través de los besos y el contacto directo con las lesiones. También se puede transmitir mediante artículos compartidos que estén infectados, como toallas, paños o juguetes.

El tratamiento del herpes en bebés y niños

Hasta el momento, el herpes no tiene cura. Las lesiones suelen desaparecer entre 10 y 14 días pero el virus permanece alojado en las células del sistema nervioso para activarse ante situaciones específicas de estrés, exposición al sol y cambios hormonales. Afortunadamente, existen diversas alternativas terapéuticas para tratar el herpes infantil y aliviar sus molestos síntomas.

Al inicio de la infección se suelen recomendar medicamentos antivirales tópicos u orales que está dirigidos a disminuir la intensidad y la duración de la etapa aguda de la infección que, normalmente, se extiende durante una semana. En estos casos los fármacos de elección suelen ser el aciclovir, el famciclovir y el valaciclovir.

Para aliviar el picor y el dolor que provocan las lesiones los pediatras recomiendan la aplicación de bolsas de hielo que tienen efecto analgésico y además, permiten frenar la propagación de la infección. Mientras las ampollas están activas no se aplica ningún tratamiento para frenar los síntomas pues suelen desaparecer solas.

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