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El hipo en el bebé recién nacido: ¿Por qué se produce y cómo evitarlo?

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hipo bebés recién nacidos
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

El hipo es bastante común en la mayoría de los recién nacidos y hasta alrededor de los seis meses de edad. Este “problema” inquieta a muchos padres, sobre todo si son primerizos, porque creen que puede causarle daño al bebé y hacerle sentir incómodo. Sin embargo, en realidad para un bebé el hipo no es mucho más molesto que para un adulto y usualmente sin ocasionar complicaciones. No obstante, si prefieres estar tranquilo, te contamos algunos trucos para quitarle el hipo a tu bebé y te enseñamos cómo prevenirlo.

¿Qué es el hipo y por qué se produce?

A nivel fisiológico, el hipo es el movimiento convulsivo e involuntario del diafragma. Se produce debido a una distensión del estómago que, a su vez, ocasiona una contracción brusca, repentina e espontánea del diafragma, el músculo que separa el tórax del abdomen. Al mismo tiempo se produce el cierre espasmódico de la glotis, la abertura superior de la laringe, que es lo que da lugar al sonido característico del hipo.

Las causas que provocan el hipo en el recién nacido no se conocen con certeza. Lo más probable es que se origine debido a la inmadurez del estómago del bebé y/o por una ingestión excesiva de líquidos o gases. De hecho, en muchos casos el hipo aparece tras un llanto prolongado, una regurgitación o cuando el bebé ha comido demasiado rápido, lo que conlleva a que trague más aire. Con menos frecuencia, puede presentarse tras una ingestión excesiva de leche o agua.

¿Es peligroso el hipo para un recién nacido?

En la mayoría de los recién nacidos, el hipo suele aparecer bastante a menudo y dura mucho más tiempo que en los adultos. Como media, el hipo en un recién nacido puede durar entre 10 y 15 minutos, aunque en ocasiones puede tardar más en desaparecer. Obviamente, es normal que los padres se alarmen ante esta situación, aunque en realidad se trata de un proceso natural que no resulta peligroso para el bebé.

De hecho, muchos bebés tienen hipo desde que están en el vientre materno y en estos casos el hipo es una buena señal de que el diafragma funciona bien. Al nacer, el hipo se convierte en una especie de respuesta adaptativa natural del sistema digestivo a la alimentación. Por eso, a medida que el bebé aprende a alimentarse y su estómago se desarrolla, la frecuencia de los episodios de hipo se reduce considerablemente.

No obstante, si el hipo del bebé no reduce su frecuencia para el sexto o séptimo mes de vida, se recomienda consultar un especialista para descartar que esté siendo provocado por una alteración del aparato digestivo u otro problema fisiológico.

5 trucos para quitarle el hipo a un recién nacido

La principal recomendación para quitarle el hipo a un recién nacido consiste en ser paciente y esperar a que desaparezca de manera natural. Ten en cuenta que se trata de un proceso completamente normal que no le hace daño al pequeño, aunque si prefieres cortarle el hipo cuanto antes, estos son algunos trucos que puedes aplicar:

  1. Cámbialo de posición. Si el bebé tiene hipo, una solución sencilla consiste en cambiarlo de posición para conseguir que el diafragma vuelva a su sitio de manera natural. Por ejemplo, si está semiacostado, puedes levantarlo completamente y apoyarlo en los hombros como si fueses a sacarle los gases después de la toma.
  2. Dale el pecho. Darle el pecho al bebé cuando tiene hipo puede ayudar a pararlo rápidamente gracias a que se activa el mecanismo de succión. Lo que sucede es que los movimientos de succión y deglución del bebé mientras se alimenta instan al diafragma a volver a su posición haciendo que el hipo se detenga.
  3. Ofrécele el chupete. Ofrecerle el chupete al bebé para parar el hipo puede ser tan efectivo como amamantarlo. Esto se debe a que el chupete activa los mismos movimientos instintivos de succión y deglución que la lactancia, consiguiendo que el diafragma vuelva a su sitio de manera natural. Eso sí, no olvides, retirar el chupete tras para el hipo para evitar que trague aire.
  4. Dale agua para beber. Darle al bebé un poco de agua fresca o leche materna con una cuchara puede ayudar a que el diafragma vuelva a su posición y el hipo se detenga. En este caso, son los movimientos de la deglución los que actúan relajando el diafragma y haciendo que deje de contraerse de manera brusca.
  5. Provócale un estornudo. Este truco popular también es efectivo para quitarle el hipo al bebé. Para conseguirlo puedes pasarle un paño suave y limpio por la nariz para conseguir que estornude. El movimiento brusco del estornudo, detendrá el movimiento involuntario del diafragma y hará que vuelva a su sitio.

hipo bebé recién nacido

¿Cómo prevenir el hipo en un recién nacido?

La mejor manera para lidiar con el hipo en un recién nacido es previniéndolo y reduciendo las probabilidades de que aparezca. Teniendo en cuenta que la acumulación de gases es una de las causas principales del hipo en el bebé, una manera para prevenir su aparición consiste precisamente en conseguir que no trague mucho aire al alimentarse. En este sentido, se recomienda apostar por el pecho materno antes que el biberón pues al adaptarse mejor a la boca del bebé, hace que ingiera menos aire.

En caso de que el bebé se alimente con biberón, es importante prestar atención a la inclinación de la tetina para evitar que queden espacios vacíos por donde pueda entrar aire. De la misma manera, la tetina debe estar siempre llena de leche, pues de lo contrario el bebé podría ingerir aire de la botella a través de la tetina.

Otra alternativa consiste en no esperar a que el bebé tenga mucha hambre para alimentarlo ya que cuando lo haga, se sentirá más ansioso, comerá más rápido e ingerirá una mayor cantidad de aire. Asimismo, se recomienda que una vez terminada cada toma, se coloque al bebé completamente levantado sobre el hombro y se le den suaves palmaditas con la palma de la mano en la espalda para ayudarle a expulsar los gases.

Además, se aconseja no cambiar de ropa al pequeño en sitios con corrientes de aire ya que las variaciones de temperatura pueden provocar la distensión del estómago y la consecuente aparición del hipo.

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