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La importancia de la ciencia para los niños y niñas

Beneficios del aprendizaje de la ciencia para el desarrollo infantil.

La importancia de la ciencia para los niños y niñas

Los niños son curiosos por naturaleza. Se plantean preguntas sobre el mundo que los rodea y sienten un profundo impulso de investigar cómo funcionan las cosas. Los padres deberían aprovechar esa curiosidad innata y canalizar su entusiasmo hacia la ciencia, de manera que los pequeños entren en contacto con el mundo científico lo antes posible.

De hecho, ¿sabías que los intereses que los niños desarrollan a una edad temprana determinarán en gran medida los intereses que tendrán más adelante en la vida? Un estudio realizado en la Universidad de Úlster reveló que a los 5 años la mayoría de los niños ya se ha formado una imagen básica sobre las diferentes ciencias. Un poco más tarde, alrededor de los 7 años, han desarrollado una actitud positiva o negativa hacia la ciencia en general que permanecerá arraigada durante mucho tiempo.

Aprovechar sus predisposiciones naturales desde el inicio, durante las primeras fases de su desarrollo, puede alimentar una actitud positiva hacia la ciencia que permanecerá con ellos en el futuro animándolos a explorar y experimentar diferentes áreas del conocimiento científico mientras desarrollan sus intereses y pasiones.

Los beneficios de la ciencia para los niños

Los beneficios de la ciencia para los niñosFreepik

¿Por qué los niños y niñas deberían aprender ciencia desde pequeños?

1. Proporciona un conocimiento más amplio del mundo

Las ciencias proporcionan a los niños una imagen más amplia sobre cómo funcionan las cosas. Les brindan información sobre el mundo que los rodea, desde el cuerpo humano hasta la mecánica de un automóvil o el sistema solar. Ese conocimiento se convertirá en la base para asimilar nuevos conceptos, encontrar las interrelaciones entre fenómenos y desarrollar una perspectiva más completa sobre su realidad.

2. Fomenta las habilidades de resolución de problemas

Los problemas científicos son desafíos que promueven el desarrollo de las habilidades de resolución de problemas en los niños. La ciencia estimula los procesos de análisis y síntesis, dos operaciones básicas del pensamiento, además de promover las habilidades investigativas. Los niños aprenderán a formular preguntas e intentarán contrastar las hipótesis siguiendo un método, lo cual les ayudará a desarrollar el pensamiento lógico. La ciencia también les animará a pensar por su cuenta y llegar a sus propias conclusiones potenciando un pensamiento más libre y autónomo.

3. Desarrolla competencias necesarias para la vida

Las actividades científicas brindan a los niños oportunidades para desarrollar y practicar diferentes habilidades y cualidades que serán claves para su vida futura. Les enseñan a mantenerse concentrados en una tarea y les animan a tomar decisiones informadas y sacar sus propias conclusiones en base a sus observaciones y experimentos. La ciencia también puede estimular las habilidades colaborativas y de trabajo en equipo, así como las competencias comunicativas de los niños y ampliar su vocabulario.

4. Estimula la creatividad

La ciencia enseña conceptos y leyes básicas, pero no es dogmática. De hecho, una de las grandes ventajas de enseñar el método científico a los niños consiste precisamente en que contribuye a desarrollar su creatividad. Con las ciencias los niños aprenden a generar nuevas ideas, establecer conexiones entre diferentes conceptos y buscar soluciones originales, lo cual puede conducirles a inventar nuevas tecnologías en el futuro.

5. Alimenta el respeto por la naturaleza

Un niño que comprende cómo está formada la Tierra y el delicado equilibrio que existe entre los seres vivos, será un niño mucho más comprometido con el cuidado del planeta que querrá hacer un uso más racional de los recursos naturales cuando sea mayor. Comprender el impacto de los cambios ambientales y la actividad humana en los ecosistemas desarrolla la conciencia medioambiental desde una edad temprana y fomenta el amor y respeto por la naturaleza.

Enseñar ciencia a los niños

Pequeños científicospressfoto/Freepik

¿Cómo promover el interés por la ciencia en los niños?

Una encuesta realizada en la Universidad de Harvard reveló que una cuarta padre de los padres considera que la escuela no presta suficiente atención a la ciencia en sus programas educativos. No obstante, independientemente de las materias que se impartan en el colegio y sus horas lectivas, en casa también se puede desarrollar el interés por la ciencia desde una edad temprana.

Explorar juntos

La ciencia está en todas partes y puede ser muy sencilla y divertida. Una visita al parque o una tarde en el patio brindan muchísimas oportunidades para que los niños aprendan cosas nuevas. Por tanto, anima a tu hijo a explorar su entorno y luego pídele que te cuente lo que ha descubierto. Puede observar la vida en una colonia de hormigas o ver cómo se va formando una tormenta. Cada día existen muchísimas oportunidades de aprendizaje que se pueden aprovechar. Y si te pregunta algo, pero no conoces la respuesta, confiésalo e investigad juntos.

Responde preguntas y conecta conocimientos

La ciencia es acumulativa, lo cual significa que los niños desarrollarán conocimientos a partir de lo que ya saben. De hecho, es una materia ideal para promover un aprendizaje significativo, el cual se construye sobre el conocimiento previo. Para estimular este tipo de aprendizaje debes partir de lo que tu hijo ya conoce y ampliar su conocimiento sobre ese tema. No es difícil. Por ejemplo, cuando te haga una pregunta, indaga sobre lo que conoce y articula tu explicación en base a esa información.

Cómprale juegos de ciencias

La ciencia puede ser muy divertida. Si tu hijo muestra un interés especial por algunos temas, aprovecha esa curiosidad y facilítale juegos que le permitan profundizar en las ciencias. Un microscopio, por ejemplo, podría convertir un viaje al estanque en una tarde de maravillas y aprendizaje. También hay otros juguetes muy divertidos, como kits de química para que realice experimentos en casa o incluso kits de excavaciones fósiles para que se convierta en paleontólogo por un día.

No olvides los libros

Los libros también son ventanas hacia la ciencia. Solo tienes que asegurarte de que no sean aburridos. “Martín el científico”, por ejemplo, es un libro infantil de ciencia perfecto para los niños que están dando sus primeros pasos en ese mundo fascinante. Su protagonista es un pequeño de nueve años con el que los niños se identificarán rápidamente.

La insaciable curiosidad de Martín lo lleva a investigar diferentes temas relacionados con la ciencia en su día a día, desde los estados de la materia hasta la gravedad, la fotosíntesis o el funcionamiento del sistema inmunitario. De manera clara y divertida, el libro explora conceptos básicos sobre física, química o biología e incluso brinda ideas para que los niños puedan hacer “experimentos” cotidianos y comprendan las leyes que se esconden tras los fenómenos que los rodean. Sin duda, una lectura ideal para estimular el interés por la ciencia en los niños.

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