Salud

Los indicadores de hiperactividad según la edad del niño

Cómo saber si un niño es hiperactivo desde bebé hasta después de los 6 años

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Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

La hiperactividad infantil es uno de los trastornos más frecuentes durante la infancia. De hecho, ¿sabías que el 3% de los niños menores de 7 años sufre este problema? Sin embargo, en la mayoría de los casos la hiperactividad suele pasar desapercibida durante la primera etapa de la vida, casi siempre se detecta a partir de los 5 o 6 años de edad. Aunque eso no significa que el niño no presente síntomas antes, prácticamente desde que nace.

¿Cómo identificar la hiperactividad en un bebé de menos de 2 años?

La hiperactividad suele manifestarse durante los primeros años de vida, aunque es difícil reconocerla ya que es normal que los bebés lloren continuamente o que cuando aprendan a caminar quieran llegar hasta todos los rincones de la casa. Además, los niños pequeños cambian de juguete con mucha facilidad porque aún les cuesta concentrar su atención en una sola tarea. Sin embargo, todos estos comportamientos son normales y se deben a su deseo de descubrir el entorno.

No obstante, puedes sospechar de hiperactividad cuando el bebé:

  • Tiene problemas para conciliar el sueño y cuando lo logra, le resulta difícil mantenerlo durante mucho tiempo.
  • Mueve y contrae los músculos súbitamente mientras duerme, es lo que se conoce como movimientos clónicos.
  • Con frecuencia se despierta sobresaltado ya que su sueño es poco profundo.
  • Reacciona con demasiada intensidad prácticamente ante todos los estímulos, incluso los más sutiles.
  • Se irrita frecuentemente por cualquier motivo.

¿Cómo identificar la hiperactividad en un niño de entre 2 y 3 años?

A partir de los 2 y 3 años es mucho más fácil distinguir las manifestaciones de hiperactividad en el niño, sobre todo porque comienzan a aparecer problemas de conducta. Además, en esta etapa aparece un nuevo signo, la impulsividad, que marca por completo la dinámica de la vida familiar.

Los principales signos de la hiperactividad en esta edad son:

  • No puede concentrarse en una misma tarea más allá de algunos minutos.
  • Tiene problemas para terminar las tareas que ha iniciado porque se aburre de ellas con gran facilidad.
  • Presenta dificultades para seguir las orientaciones y procesar la información.
  • Tiene una pobre conciencia del peligro, razón por la cual suele sufrir muchos accidentes.
  • Se convierte en un niño impulsivo e irritable con el cual es complicado relacionarse.

Signos de hiperactividad desde bebés hasta niños de 6 años o más

¿Cómo identificar la hiperactividad en un niño de entre 4 y 5 años?

En este momento es cuando se diagnostican muchos de los casos de hiperactividad, ya que coincide con el ingreso a la escuela, un nuevo escenario que demanda más concentración y tranquilidad. En este punto, al maestro o cuidador le resulta evidente que el niño no logra mantenerse tranquilo en la clase y no puede concentrarse en las tareas.

Por eso, las señales de hiperactividad más comunes en esta etapa son:

  • Es desobediente y no cumple con las normas de la escuela y la casa.
  • Tiene problemas para adaptarse al grupo escolar.
  • No puede seguir instrucciones en las clases, ni pasar mucho tiempo concentrado en una misma tarea.
  • Le resulta difícil esperar su turno y mantenerse tranquilo en su lugar.
  • No puede jugar tranquilamente con los otros chicos sin enfadarse.

El niño hiperactivo de más de 6 años

A los 6 años es prácticamente imposible que un niño hiperactivo pase desapercibido. De hecho, la mayoría de los pequeños son diagnosticados a esta edad, lo cual se debe a que las manifestaciones del trastorno se recrudecen y se hacen aún más evidentes. A esto se le suma un nuevo motivo de preocupación: el fracaso escolar.

Los síntomas de la hiperactividad en la edad escolar son:

  • No puede obtener buenas calificaciones aunque se esfuerce porque no se concentra en el estudio.
  • Actúa antes de hablar, y habla antes de pensar.
  • Es muy impulsivo y activo, no logra mantenerse tranquilo ni un instante.
  • Le cuesta mucho concentrarse en una actividad, por muy interesante que esta le resulte.
  • No tiene buenos amigos porque discute con frecuencia y a menudo llega a las manos.

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