7 juegos cooperativos para educar a los niños en valores
Los juegos cooperativos son un excelente recurso educativo para los más pequeños de casa. Básicamente, se trata de una actividad lúdica en la que los jugadores tienen un objetivo en común y suman fuerzas para conseguirlo. De esta manera los niños aprenden a trabajar en equipo mientras desarrollan sus habilidades sociales y comunicativas y aprenden a confiar en los demás. Además, este tipo de juegos es una herramienta muy útil para enseñarles a seguir las normas, así como fomentar nuevas maneras de resolver los problemas.
Como no están basados en la competitividad, los pequeños no sienten tanta presión y pueden centrarse más en disfrutar la experiencia. De hecho, son una gran oportunidad para estimular su autoestima y autoconfianza, a la vez que les ayuda a desarrollar el autocontrol y gestionar sus emociones. Lo mejor es que los juegos cooperativos suelen ser muy divertidos, de manera que los peques se lo pasarán bomba mientras aprenden nuevos valores.
En este artículo
Juegos cooperativos sencillos y divertidos para los más pequeños de casa
Existen muchísimos juegos cooperativos para que los más pequeños de casa se diviertan con sus amigos. Desde juegos de mesa y de agilidad mental hasta actividades que ponen a prueba las destrezas y habilidades físicas. Sin embargo, ya sea que no quieras invertir en materiales nuevos o perder demasiado tiempo buscando una opción entretenida y fácil de jugar para los niños de casa, te proponemos una selección de algunos juegos cooperativos realmente divertidos y sencillos de aprender.
1. La cadena
Se trata de un juego de cooperación muy sencillo y entretenido cuyo objetivo consiste en formar una gran cadena humana. Se comienza eligiendo a un jugador, quien debe correr a por el resto del grupo para atraparles. Al primero que logre atrapar, lo tomará de la mano y juntos irán a por otro jugador. Así hasta que consigan alargar la cadena con todos los jugadores que participan. Cuando todos hayan sido atrapados, se iniciará una nueva ronda con los dos primeros jugadores que fueron tocados.
2. El tren
El tren es otro juego de cooperación que los pequeños adorarán. Para empezar, deben colocarse en fila india agarrándose de los hombros del compañero que tienen delante como si de un tren se tratase. Sin embargo, lo realmente divertido llega cuando deben colocar un balón de baloncesto en medio de cada pareja, sujetándolo por la espalda del que está delante y el pecho del que está detrás. Eso sí, no se puede tocar el balón con las manos para sujetarlo. El objetivo es llegar hasta un determinado punto sin que los balones caigan al suelo.
3. Lluvia de globos
¿A qué niño no le gustaría ser testigo de una lluvia de globos? Con este juego tendrán la oportunidad de ver una y ayudar a mantenerla. Todo comienza con cada jugador inflando un globo. Luego, deben colocarse en una zona determinada, a una distancia prudencial unos de otros, y empezarán a darle golpecitos a su globo. A la señal del coordinador del juego, todos golpearán con fuerza su globo para que suba lo más alto posible y, a partir de ese momento, será tarea de todo el grupo evitar que los globos toquen el suelo. ¿El propósito? Mantener la lluvia de globos el mayor tiempo posible. Sin duda, una manera muy sencilla y divertida de enseñar a los niños a trabajar en equipo y ayudarse los unos a los otros.
4. Campo de minas
Los niños que disfruten los retos estarán encantados con este juego de cooperación. La actividad empieza colocando todo tipo de objetos en el espacio de juego para representar las “minas”. Luego, los niños se colocarán uno al lado del otro, de manera intercalada, es decir, unos miran hacia delante y otros hacia atrás, y se agarrarán de las manos. El objetivo es que lleguen al otro lado del espacio de juego sin soltarse ni tocar ninguno de los materiales que hay en el suelo. Si alguno de los participantes toca un objeto, todos deberán volver al punto de inicio y empezar de nuevo.
5. El lago encantado
Con un poco de destrezas y mucha imaginación, los niños se lo pasarán pipa con este juego. Para empezar, se marca un espacio en el suelo con tiza para delimitar el “lago encantado”. Dentro se colocan aros de plástico que simularán las piedras del lago. El propósito es que los niños vayan de un extremo al otro del lago sin tocar el agua. Si alguien cae al agua no podrá moverse hasta que otro jugador se acerque y lo salve, dándole un abrazo. La idea es que todos lleguen sanos y salvos a la otra orilla, de manera que nadie podrá quedarse atrás. Una manera muy sencilla de enseñar a los niños a ayudarse los unos a los otros.
6. La serpiente
¿Alguna vez han soñado los pequeños en convertirse en una serpiente? Con este juego y la ayuda de sus amigos podrán encarnar a este animal y deslizarse por un espacio lleno de obstáculos. Para ello, necesitarán una cuerda larga y otras más cortas de unos 40 centímetros que se amarrarán a la cuerda principal a una distancia de un metro, según la cantidad de jugadores. Cada niño deberá agarrar una cuerda y, entre todos, deberán desplazarse sorteando los obstáculos hasta llegar a la meta marcada. Si alguien tropieza, deberán volver al punto de partida y comenzar de nuevo.
7. El ratón y el gato
Se trata de una variante del tradicional juego del gato y el ratón. Para ello, se elige un niño que representará al gato y el resto hará de ratones y llevará un pañuelo en la cintura para identificarse. El objetivo del gato es atrapar a los ratones, sosteniéndolos por el pañuelo. Sin embargo, si dos ratones se abrazan no podrá atraparles. Cuando consiga atrapar a un ratón, este se convertirá en gato. El juego termina cuando no quedan ratones que cazar. Sin duda, es una manera muy entretenida de enseñarles a los niños la importancia de ayudarse los unos a los otros para conseguir determinados objetivos en la vida.
Comentarios