Mal comportamiento en los niños con TEA

Uno de los problemas a los que tienen que enfrentarse a menudo los padres de niños con un Trastorno del Espectro Autista (TEA) es su mal comportamiento. Un estudio realizado en la Universidad de Misuri en el que participaron 1.380 niños con TEA encontró que el 56% de estos pequeños mostraban conductas agresivas hacia sus cuidadores y un 32% hacia cualquier persona de su entorno.

De hecho, enojarse, agredir a quienes les rodean y arrojar objetos son comportamientos típicos de los niños con TEA cuando tienen una rabieta. Sin embargo, contrario a la creencia popular, los pequeños con autismo no reaccionan así de forma intencionada o porque sean rebeldes sino porque padecen un trastorno neurobiológico que afecta la estructura de su cerebro.

¿Qué sucede en el cerebro de los niños con TEA?

El autismo en sí no causa comportamientos agresivos o desafiantes. Sin embargo, algunas de las condiciones neurobiológicas que se encuentran en la base del trastorno aumentan la propensión a desarrollar conductas negativas.

Un estudio realizado por científicos de la Universidad Brigham Young analizó imágenes de resonancia magnética en dos grupos de niños con TEA, uno de los grupos con un desarrollo típico y el otro con manifestaciones de agresividad. El objetivo era analizar si existían diferencias morfológicas a nivel cerebral que explicaran el comportamiento agresivo de esos pequeños.

Los resultados publicados en la revista Research in Autism Spectrum Disorders desvelaron que el grupo de niños con tendencia a la agresividad presentaba una reducción en el volumen del tronco encefálico, en comparación con el otro grupo. Cuanto menor era el volumen del tronco encefálico, mayor era la probabilidad de que desarrollaran conductas agresivas.

Otros estudios han demostrado que estos pequeños también suelen tener un menor volumen del cuerpo calloso, una estructura cerebral que conecta ambos hemisferios cerebrales, a la vez que presentan alteraciones en la sustancia blanca, lo cual puede estar relacionado con sus reacciones bruscas.

Mal comportamiento: ¿Un problema de comunicación?

El comportamiento también es una vía de comunicación, sobre todo para los niños con TEA que tienen problemas para usar la comunicación verbal. Por eso, en muchos casos expresan sus necesidades, miedos y frustraciones a través del comportamiento.

La causa de que estos niños se muestren irritables, agresivos o reaccionen de forma abrupta se debe a que se sienten frustrados porque algo no ha salido como esperaban o porque se sienten inseguros en el entorno donde se encuentran debido a que es demasiado ruidoso o hay muchas personas. A veces este comportamiento también se debe a la incapacidad para controlar la situación, lo cual les genera una gran ansiedad que expresan dándose golpes, tirando objetos o agrediendo a los demás.

También es más probable que aparezcan comportamientos desafiantes cuando se sienten incómodos, como cuando están enfermos o se encuentran en un ambiente que no conocen. En otros casos, las malas conductas se deben al aprendizaje de experiencias previas, como cuando aprenden que los gritos le pueden sacar de situaciones incómodas, por lo que cada vez que se encuentra ante una situación así, recurren a los gritos para evadir las circunstancias.

¿Cómo lidiar con el mal comportamiento de un niño con TEA?

Las malas conductas suelen ser más frecuentes a edades tempranas y se van extinguiendo con el paso del tiempo, lo que sugiere que el aprendizaje y el crecimiento pueden ayudar a mejorar el comportamiento infantil. Con estos consejos podrás ayudarle a superar esa etapa más rápido:

• Descubre la causa de su comportamiento y valida sus emociones. Pregúntale por qué ha actuado de esa forma e intenta comprender qué le sucede. En cualquier caso, hazle saber que sus necesidades son importantes.
• Enséñale técnicas para desarrollar el autocontrol, como la respiración diafragmática o contar progresivamente hasta que se sienta más tranquilo. Puedes consultar con su terapeuta cuáles son las mejores técnicas para su caso.
• Narra tu mal comportamiento para que le muestres cómo lidiar con una situación negativa. Cuando estés enfadado/a, dile: “Estoy enfadado/a en este momento, saldré a tomar el aire para sentirme mejor, respiraré profundamente y luego, regresaré para abordar el problema”.