Método Decroly: la pedagogía activa en la que no existen las asignaturas
Decroly es una pedagogía activa que nació en el año 1907 y que ahora está volviendo a ser importante, ya que pone en el centro de la educación los intereses y motivaciones de los niños.
¿Conoces el método Decroly? Seguro que has escuchado en muchas ocasiones que en la actualidad se imparten muchas pedagogías alternativas que luchan contra la pedagogía tradicional y que intentan cambiar la orientación del aprendizaje para conseguirlo con mayor éxito. Algunas de ellas muy populares son las desarrolladas por pedagogos como María Montessori o Rudolf Steiner con su método Waldorf.
Claves del método Decroly
En el método Decroly se tendrán en cuenta los proyectos o núcleos temáticos que sean interesantes para los niños y que tengan que ver con su entorno real, y no estarán divididos en asignaturas como tal. Además se tienen en cuenta otras claves importantes:
- No existen asignaturas, sino centros de interés.
- El aula está vacía a principio de curso, y se va llenando con el trabajo del alumnado en función de sus intereses.
- Cada tema tiene una forma de estudio diferente.
- La observación de los niños es la forma de saber cómo van a orientar la metodología.
- La experimentación y la curiosidad son importantes.
- Su metodología puede comprender todas las edades escolares.
- Son los niños los protagonistas del aprendizaje.
- La motivación por aprender es lo más importante.
- Los grupos no se dividen necesariamente por edades, sino por capacidades y temas de interés.
Además, resulta primordial que las necesidades e intereses de los niños sean los protagonistas en todo momento y que sean los que mueven el planteamiento de la enseñanza. Gracias a sus necesidades se podrán tener en cuenta los centros de interés o los proyectos a realizar.
Origen de las pedagogías activas
Estos movimientos pedagógicos alternativos nacieron en el marco de la conocida como "Escuela Nueva" que surgió en Europa occidental entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Por tanto, aunque nos parezca muy originales y modernos, realmente son pedagogías con más de 100 años de antigüedad.
El método Decroly en concreto surgió en 1907, cuando el pedagogo del mismo nombre creó una institución prestigiosa en su época, la École de l’Ermitage con su lema "escuela para la vida mediante la vida".
Se basan en que en la pedagogía tradicional el alumno es demasiado pasivo como para poder motivarse y que el aprendizaje se interiorice con éxito. Una de estas pedagogías que se imparten en nuestro país actualmente y que cada vez va teniendo más fuerza es el método Decroly.
Qué es el método Decroly
El método Decroly busca que se convierta en una pedagogía donde el método de enseñanza (que fue ideado por Ovide Decroly) tenga como base el descubrimiento de los intereses y necesidades de los niños. Esto hará que los niños y niñas sean protagonistas de su propio aprendizaje teniendo una motivación desde el primer momento ya que podrán fomentar su aprendizaje con conceptos que les atraerán. Al sentir motivación tendrán más atención y serán los niños lo que sean capaces de buscar el conocimiento potenciando así el aprendizaje.
La educación según Decroly
La educación para Ovide Decroly era un medio para que los niños pudieran aprender a vivir en sociedad y que ellos mismos pudieran construir su futuro. Para que esto fuese posible los niños deben ser capaces de encontrar el valor del esfuerzo y la satisfacción del trabajo bien hecho. De esta manera se podrá favorecer que el niño pueda adaptarse a su entorno y que sea capaz de identificar sus necesidades para poder satisfacerlas y poder integrarse socialmente.
Decroly estaba convencido que hay que añadir pedagogías innovadoras en los programas y métodos educativos para que de este modo se pueda avanzar en la enseñanza y conseguir buenos resultados académicos. Los niños deben ser los protagonistas de su aprendizaje y no perder la motivación.
La agrupación de los niños según Decroly
Para agrupar a los niños y poder realizar la pedagogía de forma exitosa, será importante tener en cuenta no sólo la edad de los pequeños, sino también cuál es el nivel de desarrollo, su capacidad cognitiva y también el ritmo de aprendizaje. Cada niño tiene un ritmo diferente de aprendizaje y es necesario respetarlo para que se sientan motivados y capaces de aprender aquellas cosas que les interesan.
Este método huye de los grupos homogéneos y prefiere tener grupos heterogéneos con pocos niños para que se les pueda atender adecuadamente a cada uno de forma que no pierdan la motivación ni el hilo del aprendizaje.