Salud

Método Rubio: Una alternativa para tratar los cólicos del lactante

Alivia los cólicos de tu bebé naturalmente

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Metodo Rubio
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Los cólicos son uno de los problemas más comunes en los bebés durante los primeros meses de vida. Se estima que entre el 90 y el 95% de los niños los sufren, aunque unos con más intensidad que otros. Por lo general, aparecen con una frecuencia de entre 2 y 3 veces a la semana, pero usualmente desaparecen alrededor de los 3 meses, aunque a veces se mantienen durante más tiempo.

Básicamente, los cólicos se presentan como resultado de un proceso digestivo incompleto que da lugar a una gran cantidad de gases. En la mayoría de los casos esto ocurre debido a que el sistema gastrointestinal es aún inmaduro, aunque en ocasiones también puede estar relacionado con una alimentación materna inadecuada ya que los estudios han demostrado que algunos de los alimentos que incluye la madre en su dieta pueden causarle cólicos a su bebé.

Una vez que comienzan, los cólicos pueden ser muy incómodos y molestos, lo que hace que los pequeños se muestren inquietos e irritables. Afortunadamente, existen algunas estrategias para aliviar al bebé y hacer que expulsen esos molestos gases, el método Rubio es una de estas técnicas.

¿Qué es el método Rubio?

El método Rubio fue creado hace poco más de 20 años por el osteópata español Domingo Rubio, a quien debe su nombre. Básicamente, se trata de un tipo de masaje del aparato digestivo cuyo objetivo principal consiste en facilitar el tránsito intestinal y estimular los movimientos peristálticos para, de esta forma, reducir los gases y aliviar los síntomas asociados con los cólicos en los bebés. De hecho, se estima que con este método aproximadamente el 80% de los niños que padecen cólicos experimentan una mejoría considerable.

Aunque suele indicarse para los casos de cólicos en el lactante, también es un buen ejercicio para estimular la evacuación fecal, a la vez que ayuda a atenuar los síntomas de otras alteraciones digestivas como el reflujo gastroesofágico. Además, contribuye a tratar las disfunciones de la articulación temporomandibular relacionadas con el reflejo de succión, así como posibles contracturas que interfieran en los desajustes gastrointestinales en el niño.

Metodo Rubio colicos del lactante

¿Cómo se aplica el método Rubio?

Por lo general, el método Rubio consta de dos sesiones de trabajo con una duración de unos 45 minutos cada una. Usualmente, dichas sesiones son dirigidas por un terapeuta cualificado ya que es muy importante conocer bien las técnicas viscerales en las que se basa el método, pues una aplicación inadecuada no solo resultaría ineficaz sino que además, podría provocar efectos adversos en el bebé.

La primera sesión se centra en trabajar de forma superficial la zona abdominal donde se encuentra el aparato digestivo para estimular su elasticidad y eliminar las tensiones. De esta manera, se favorece la movilidad intestinal y se facilita la evacuación de las heces. La segunda sesión se suele realizar varios días después y tiene como objetivo profundizar en las técnicas de la primera sesión para estimular a fondo la movilidad intestinal y ayudar a que los gases se expulsen de forma natural.

En la mayoría de los casos, los bebés suelen solucionar sus problemas gastrointestinales con las primeras dos sesiones, pero a veces necesitan una tercera en la que se trabaja de forma aún más profunda en la movilidad intestinal. En cualquier caso, desde la primera sesión los bebés comienzan a experimentar un alivio en los síntomas, aunque no es hasta que termina todo el procedimiento que los cólicos empiezan a desaparecer.

¿Qué deben saber los padres sobre el método Rubio?

El método Rubio es un procedimiento completamente natural para combatir los cólicos en los bebés, por lo que los padres pueden recurrir a él siempre que lo necesiten. Es vital que confíen en el terapeuta, pero también es importante que colaboren en el proceso ya que para garantizar el éxito de las sesiones los bebés deben permanecer relajados y tranquilos. De esta manera, los masajes son más efectivos y además, se previenen posibles contracturas o molestias durante el procedimiento.

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