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¿Qué es la metonimia? Ejemplos prácticos para su comprensión

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Metonimia
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

La metonimia forma parte de nuestro lenguaje coloquial, aunque muchas veces no seamos conscientes de ello. Se trata de un recurso literario que también se utiliza mucho tanto en la poesía como en la narrativa para sortear detalles obvios sin perder el sentido de la frase. Por tanto, ya sea porque los pequeños de casa empiezan a interesarse por este concepto antes de tiempo o quieras complementar los contenidos que recibe en clase de Lengua, te explicamos qué es la metonimia, sus principales tipos y algunos ejemplos prácticos.

¿En qué consiste la metonimia?

Según la Real Academia Española de la Lengua, la metonimia “consiste en designar algo con el nombre de otra cosa tomando el efecto por la causa o viceversa”. Se trata de una figura literaria en la cual un elemento o idea se designa con el nombre de otro elemento o idea con la cual tiene algún tipo de relación semántica. Básicamente, se trata de sustituir una palabra por otra u omitir un término sin que el significado de la oración se vea afectado.

También conocida como trasnominación, ya que se cambia el nombre de una realidad designada sin afectar la relación semántica de contigüidad, en la metonimia es importante que los dos términos formen parte de un mismo campo semántico. Esta característica es lo que la distingue de la metáfora, de la cual se diferencia precisamente por la relación entre las palabras que sustituyen. Mientras en la metáfora esta relación es subjetiva, en la metonimia existe una relación de continuidad más estrecha.

¿Cuál es la función de la metonimia?

La principal función de la metonimia en el lenguaje consiste en abreviar el contenido sin afectar el significado de la frase. Ello explica por qué es un recurso tan utilizado en la poesía o el lenguaje coloquial ya que permite condensar en pocas palabras un sentido mucho más amplio y profundo sin necesidad de recurrir a términos sobreentendidos.

Eso sí, en la metonimia es importante que los interlocutores comprendan los términos relacionados entre sí para que la comunicación sea efectiva. Tal es el caso de la frase, “Me comí dos platos”, la cual hace referencia a haberse comido dos platos llenos de comida, pero de manera abreviada. En el sentido literal, esta frase no tendría lógica, pero en el lenguaje popular es una oración que todos los hispanohablantes entienden.

¿Cuáles son los principales tipos de metonimia?

En la literatura existen diferentes tipos de metonimia que se establecen a partir de la relación que existe entre los términos. De esta manera, pueden clasificarse en las siguientes categorías:

  • Causa por efecto: Hace referencia a la consecuencia como sustituto de la causa. Por ejemplo, en la frase “Carezco de pan y vino”, en la que refiere que no tiene trabajo, de manera que no tiene comida en casa.
  • Efecto por causa: En este caso, se utiliza la causa para mencionar la consecuencia. Puede verse en la oración “Los niños son la alegría de casa”, en la que se expresa que los niños son los que causan la felicidad en la familia.
  • Continente por contenido: En este tipo de metonimia se hace referencia al continente que incluye el contenido. Por ejemplo, en la oración “Se comió dos platos”, en realidad el sujeto no se comió los platos sino la comida que había en dos platos.
  • Símbolos por cosas simbolizadas: Es un tipo de metonimia que utiliza los símbolos para hacer referencia a su significado, como en la frase: “El militar juró lealtad a la bandera”, cuando en realidad el militar juró lealtad al país que representa dicha bandera.
  • Lugar por el que se produce: En este tipo de frase, se utiliza el lugar en el que se produce el suceso o producto para hacer referencia al mismo. Como en el caso de “Bébete un Rioja”, para referirse al vino que procede de La Rioja.
  • Marcas comerciales por objetos: Sucede de manera similar al caso anterior, solo que en esta ocasión se sustituye el objeto por una marca comercial. Por ejemplo, cuando se dice “Usa un Kleenex”, en realidad se está sugiriendo que utilices un pañuelo de la marca Kleenex.

metonimia ejemplos

  • Autor por obra: Otra manera de utilizar la metonimia es sustituyendo el título de una obra por el nombre de su autor. Se utiliza por ejemplo en la frase “He visto un Dalí”, para hacer referencia a que ha visto una obra de Dalí.
  • Posesión de un objeto: Se trata de un tipo de metonimia en el que se hace referencia al sujeto atendiendo a sus posesiones. Por ejemplo, en el caso de la oración “El primer violín de la orquesta”, en el que no se refiere al violín, sino al primer violinista de la orquesta.
  • Una parte por el todo: Menciona solo una parte para hacer referencia a un todo. Como en el caso de la frase, “No había ni un alma en la calle”, en la que se refiere a que no había nadie en la calle, no en toda la ciudad.
  • El todo por una parte: En este caso, ocurre lo contrario, es decir, se menciona el todo para referirse solo a una parte. Por ejemplo, “Voy a lavar el coche”, en la que se quiere decir que se limpiará la carrocería del coche, es decir, el exterior, no la parte interna del mismo.
  • La materia por objeto: En esta ocasión, se hace referencia a la materia como sustituto del objeto, como en la frase “Hice un lienzo”, en el que se refiere a que se pintó un cuadro.
  • El nombre de un objeto por otro próximo a él: Es un tipo de metonimia que hace referencia a un objeto que asume el nombre de otro cerca de él. Tal es el caso de la frase “Se arregló el cuello de la camisa”, que se refiere a la parte de la camisa que se encuentra próxima al cuello humano.
  • Un instrumento por el que lo usa: Hace referencia a un instrumento para designar a la persona que lo utiliza, como en el caso de “Tiene una pluma impecable”, que se refiere a un escritor con mucho talento.
  • Lo físico por lo moral: En este caso, la metonimia se utiliza para designar un elemento subjetivo cambiándolo por un aspecto físico. Por ejemplo, en la frase “Perdí la cabeza”, que no significa que hayamos perdido la cabeza, sino más bien el juicio.

Ejemplos de metonimia para que los niños comprendan mejor el concepto

  1. Dame el teléfono de Gabriel que lo quiero llamar.
  2. Los jóvenes deberían leer a Shakespeare.
  3. No queda ni un alma en el estadio.
  4. Puse punto y final a la conversación.
  5. Los metales de la orquesta se escuchaban de maravilla.
  6. Quedamos en el café a las ocho.
  7. En el barrio hay caras nuevas.
  8. El atleta se llevó el oro en la maratón.
  9. La belleza nórdica es envidiada en todo el mundo.
  10. El Sevilla ha ganado la liga este año.

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