Los 5 miedos más frecuentes en el embarazo: mitos contra realidad

Durante el embarazo son muchos los pensamientos negativos que, por desgracia, cruzan nuestra mente y es que lo único que queremos es cuidarnos todo lo posible para evitar cualquier daño a nuestro futuro bebé. Sin embargo, y de acuerdo con los expertos, muchos miedos quedan lejos de un estilo de vida, simplemente, saludable. Además, hay una gran cantidad de mitos que circulan por la sociedad, los cuales no se fundamentan en nada.

Así, cuando toda esta información es recepcionada por nuestra mente, los “genes de mamá” se activan inmediatamente y empezamos a anticiparnos a situaciones que, en la mayoría de los casos, no vamos a ver ni de lejos. Para ayudar a disipar estos miedos, hemos recopilado algunos de los temores más comunes en el embarazo y las opiniones de los expertos sobre ellos.

Miedos en el embarazo: lo que dicen los expertos

Veamos algunos de los miedos más populares y cuáles son las opiniones y consejos de los expertos en maternidad:

1. “Si me tumbo durmiendo, dañaré al bebé”

Por mucho que nos movamos a la hora de dormir, nunca vamos a poder movernos lo suficiente como para acabar durmiendo boca abajo cuando estemos embarazadas. Mientras no nos haya crecido la barriguita de mamis, aunque durmamos boca abajo, no le sucederá nada al bebé. Posteriormente, cuando ya se nota bastante, ¿seguro que puedes darte la vuelta y acostarte sobre ella? De acuerdo con Ashley S. Roman, especialista en maternidad y salud fetal, no debes preocuparte para nada. Duerme tranquila, que nada malo le va a pasar al bebé… Por muchas vueltas que des en la cama.

2. “La comida me preocupa. ¿Y si como algo que perjudica al bebé?”

Esta es otro de los eternos miedos de las mamás y es que siempre nos resaltan lo importante que es una correcta alimentación. Pero, tampoco hay que obsesionarse con ello. De acuerdo con Rebecca Dekker, Doctora y Fundadora de la página web internacional Evidence Based Birth, solamente hay ciertas enfermedades que preocupan como la listeria. En este caso, siempre se debe evitar la carne y el pescado crudo. Sin embargo, también apunta que estos casos de enfermedad son muy raros en la actualidad, por lo que no deben convertirse en una obsesión. No obstante, sí es necesario evitar el alcohol y otras sustancias, llevar una dieta equilibrada y hacer caso de las recomendaciones del obstetra. Pero, nada de perder el sueño por la alimentación.

3. “¡Me aterra la idea de sufrir un aborto!”

En el momento en el que nos confirman el embarazo, los engranajes de nuestra mente empiezan a jugarnos una mala pasada: “¿Y si pierdo el bebé? ¿Puedo evitar un aborto?”. Lo principal es decir, en este caso, que un aborto espontáneo no es tan frecuente como parece y, además, es algo que no podemos evitar. En el caso de que esto nos suceda, es importante buscar ayuda y tener en cuenta que no estamos solas. Ahora bien, si tenemos en cuenta las estadísticas, de acuerdo con Dekker, solo hay aborto en 1 de cada 10 embarazos. Además, la mayoría de ellos se dan antes de la semana 12. Claro que puede haber complicaciones y predisposiciones genéticas que deben ser controladas, pero si eres una mamá sana y pasas las 14 semanas, puedes dejar de preocuparte y disfrutar más de todas las experiencias que vas a vivir durante los próximos meses.

4. “No quiero olvidarme de nada para el parto”

Muchas veces, cuando el parto se acerca, revisamos miles de veces la canastilla para asegurarnos de que tenemos todo lo necesario. ¡No hace falta! En estos casos, lo mejor es preparar la bolsa con la lista que nos dé nuestro médico y dejarla ya lista. Si vamos comprobando y cambiando las cosas, entonces es cuando podemos olvidarnos de algo. Así que, lo mejor, es no comprobar constantemente. Y, aun suponiendo que realmente nos olvidásemos de algo, debemos tener claro que el hospital tendrá cuanto necesitemos para cubrir nuestras necesidades. ¡No son primerizos en ello como nosotras!

5. Romper aguas en público: miedo y vergüenza

A todas nos ha pasado: a medida que se acerca la fecha del parto y no rompemos aguas, empezamos a sentirnos incómodas allá donde vamos: “¿Y si rompo aguas en la comida? ¿O, en casa de mi hermano? ¿O, en el cine?”

De acuerdo con Fahimeh Sasan, Doctor en Obstetricia y Fundador de Kindbody, romper aguas antes de las contracciones solo se ha visto en un 15 % de los casos. ¿Qué quiere decir esto? Que normalmente vas a empezar a sentir las molestias de las contracciones y, posteriormente, el dolor antes de romper aguas. Si ves que no tienes contracciones, puedes ir tranquila donde quieras sin miedo.

Como podéis ver, muchos de los miedos que sentimos cuando estamos embarazadas, no están fundamentados. La mayoría de las veces, sentimos estos temores porque alguien nos los infunde y, muchas veces, esto viene de personas que, quizá, ni han sido madres. ¡De hecho, y de acuerdo con las estadísticas, las situaciones que más nos preocupan, en total, no llegan al 10 % de los casos, todos juntos! Sin embargo, sí son motivos por los que nos ponemos muy nerviosas y nuestros niveles de ansiedad y estrés se ponen por las nubes, lo que (seguro) no es bueno para nosotras.

Estos miedos simplemente nos hacen vivir una de las mejores experiencias de nuestras vidas con ansiedad, cuando deberíamos disfrutarla al máximo. Entonces, ¿qué debemos hacer? Hablar con el médico que nos lleva y seguir sus indicaciones. No hay nadie más que esté mejor preparado que él para darnos consejos. Además, es el único que realmente tiene “conocimiento de la situación de tu bebé”… ¿Sabrá él si hay algún problema o no? Lo dicho: disfrutad del embarazo con vuestra pareja o familia y consultad todas vuestras dudas. Pero, alejad estas emociones negativas que, sin duda, os privarán de uno de los mejores momentos de vuestras vidas.