Salud

Natación para embarazadas

Todo lo que debes saber sobre la natación durante el embarazo

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Natación para embarazadas
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

La práctica deportiva es fundamental durante el embarazo. La actividad física en esta etapa contribuye a mantener bajo control el peso corporal, a la vez que mejora su capacidad respiratoria, favorece su ritmo cardíaco y fortalece sus músculos. También es una estrategia muy eficaz para controlar el estrés y evitar la acumulación de tensiones. Y por si fuera poco, ayuda a prevenir numerosos riesgos, entre ellos la preclampsia, la diabetes gestacional y el parto prematuro.

Entre los deportes más eficaces y seguros para las embarazadas se encuentra la natación. De hecho, nadar es un ejercicio excelente para las gestantes ya que activa la mayor parte de los músculos de su cuerpo, a la vez que alivia la presión sobre las articulaciones. También contribuye a aumentar la resistencia pulmonar, mejora la oxigenación al bebé y mantiene la temperatura corporal estable. Además, es una actividad ideal para estimular la circulación, a la vez que ayuda a conciliar mejor el sueño.

Recomendaciones para nadar en cada trimestre del embarazo

Primer trimestre

Durante el primer trimestre del embarazo puedes practicar la natación de forma segura, siempre y cuando no te esfuerces demasiado y evites lanzarte al agua de golpe ya que esto podría aumentar el riesgo de sufrir un aborto espontáneo. Los expertos recomiendan nadar unos 30 minutos, entre 3 y 4 veces a la semana. De esta manera, podrás mantener regulado tu peso corporal y prevenir las náuseas y los mareos, dos problemas comunes durante los primeros meses.

Segundo trimestre

Para el segundo trimestre de embarazo deberás empezar a usar un bañador premamá pues, aunque no te haya crecido mucho el vientre, te sentirás más cómoda en el agua y protegerás mejor al bebé. Uno de los estilos más recomendados en estos meses es el estilo espalda ya que alivia la presión sobre el vientre, a la vez que contribuye a relajar y distender la columna. En el segundo trimestre podrás mantener el ritmo de ejercicio de los meses anteriores, aunque si estás en una situación de riesgo será mejor que lo consultes con tu médico de cabecera.

Tercer trimestre

En la recta final del embarazo también puedes practicar la natación sin poner en riesgo a tu bebé. No obstante, es aconsejable que aproximadamente dos semanas antes del parto dejes de nadar ya que podría desprenderse el tapón mucoso sin darte cuenta. En estos meses, los especialistas recomiendan el estilo pecho o braza ya que requiere mucho menos esfuerzo, a la vez que facilita la respiración, ayuda a mantener una mayor estabilidad y fortalece los músculos de la pelvis, lo cual será de mucha ayuda para el momento del parto.

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5 consejos para que nades con seguridad

  1. El agua templada es el medio ideal para practicar natación durante el embarazo. Los cambios bruscos de temperatura pueden afectar tu metabolismo y el del bebé, por lo que es recomendable que evites nadar en el agua demasiado fría o por encima de los 38º.
  2. Nada para relajarte, no para alcanzar una meta. Nadar demasiado rápido o apostar por estilos que necesitan mucho esfuerzo, como el estilo mariposa, requiere un gran gasto de oxígeno, lo cual puede poner en riesgo la adecuada oxigenación al bebé.
  3. Evita entrar al agua en ayunas. Nadar en ayunas o con el estómago vacío aumenta las probabilidades de que experimentes náuseas o debilidad en el agua, lo cual puede ponerte en riesgo a ti y al bebé.
  4. Precalienta siempre antes de empezar a nadar. Con 5 o 10 minutos que dediques a hacer ejercicios de estiramiento y calentamiento es suficiente. Ten en cuenta que al no hacerlo tienes un riesgo mayor de sufrir lesiones musculares.
  5. Si puedes controlar tu pulso cardiaco mientras nadas, mucho mejor. Lo ideal será que no sobrepases las 140 pulsaciones por minuto. No obstante, tener un pulso demasiado bajo también puede ser peligroso, por lo que en esa situación, abstente de entrar al agua.

En cualquier caso, es importante que antes de comenzar a nadar, consultes a tu médico para que te realice un chequeo médico general y te diga si estás preparada para empezar o no. También debes comunicarle a tu entrenador personal el tiempo de embarazo que tienes y ponerlo al tanto de las sugerencias de tu médico.

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