¿Qué hago si alguien cercano a mí rechaza a mis hijos?
Reflexión sobre el papel de los hijos en nuestra vida.
¿Alguna vez te ha pasado que te han invitado una boda a ti y a tu pareja, pero no a tus hijos? Hay eventos sociales que se organizan pensando solo en los adultos y dejan a los niños de lado porque molestan, hacen ruido, gritan…
Pero también hay muchos padres y madres que lo tienen claro: si no quieren a su hijo en un sitio, a ellos tampoco.
La cosa se complica cuando es tu pareja, tus amigos o tus familiares los que rechazan a tu hijo. Entonces hay que tomar decisiones y valorar cuáles son tus límites. Hoy reflexionamos sobre el papel de los niños en nuestra vida.
Reflexión sobre el papel de los niños en un mundo adulto
"Si mi hijo no puede estar, yo tampoco"
Habrá padres y madres que sientan esto como un alivio, ¡un lugar solo para adultos! Parece algo maravilloso, un lugar donde no habrán conflictos, ni gritos, ni niños llamando la atención todo el tiempo. Pero, ¿qué pasa con ellos? ¿Qué sienten al saber que son vetados de algunos eventos solo por ser niños? ¿Ser niño es algo malo en sí?
Hay padres y madres que incluyen siempre a sus hijos en todos los planes, que quieren construir tiempo de calidad, y que, por tanto, se sienten excluidos si los pequeños de la casa no pueden estar. Es lícito en ese caso rechazar el plan con argumentos de peso: si mi hijo te molesta, yo también.
Hay otros, sin embargo, que quieren mucho a sus hijos, pero que también quieren cuidar su independencia y tener momentos para ellos mismos. Esto suele complicarse tras el nacimiento de un hijo, donde suele comenzar una crisis de identidad de los padres. Es normal, entonces, que busquen hacer planes que les gusten para recuperar su esencia (ir a un concierto, ver una película de miedo, tomar un cóctel con sus amigos, salir una noche...). Porque, ¡hay tiempo para todo y planes de todo tipo! Y es importante estar bien para poder cuidar de los demás.
"Mi pareja no quiere a mis hijos"
También puede ocurrir que, quizá, te hayas separado de tu pareja y quieras empezar otra relación.
No es lo mismo iniciar una relación de pareja cuando no se tienen hijos a cuando sí, ya que tienes una responsabilidad que va contigo.
En este caso, es necesario plantearse la importancia que tus hijos van a tener en esta nueva situación, y dejar claro desde el principio lo prioritario que es para ti que tu pareja establezca un vínculo afectivo también con tus hijos.
Si a esa persona no le gustan los niños, prefiere planes en pareja todo el tiempo, solo quiere verte cuando el pequeño está con el otro progenitor o con algún familiar… Entonces debes plantearte si eso es lo que quieres.
No se puede obligar a nadie a que quiera a tus hijos. Solo hay que plantearse: ¿es un requisito para mí al estar con una persona? ¿Es posible la convivencia si no tolera a tus hijos, o es mejor que cada uno viva en su casa?
Hay quien piensa que su pareja y sus hijos son cosas diferentes y no pasa nada si no se mezclan, siempre que exista respeto.
Pero también hay quien piensa que si te quiere, aceptará a tus hijos desde el primer momento, sin “peros”, sin excusas. Que si realmente te quiere y te respeta, querrá compartir su tiempo también con tu hijo, y que el pequeño se convertirá en una prioridad para tu pareja.
Lo importante es dejar claro desde el principio cuáles son tus valores, tus límites y tus prioridades para que no haya malentendidos.
También hay que tener en cuenta que a los niños puede costarles aceptar a esta persona, y es normal, pero se puede trabajar.
Qué hago si alguien importante para mí no quiere a mis hijos
Quizá te hayas encontrado en la situación donde son tus propios familiares quienes rechazan a tu hijo por el motivo que sea. Tampoco en ese caso tenemos por qué permitir que no nos traten bien: se pueden establecer límites saludables también con la familia.
En resumen, cada uno decide con quién pasa su tiempo, y si consideras que tienes familiares o una pareja que no os están tratando con respeto, no hay por qué tolerarlo.
Amigos con hijos VS amigos sin hijos
Otra situación clásica se da cuando una persona tiene un hijo, pero el resto de su grupo de amigos no está en ese punto.
Puede que entonces comience a sentir que ya no encaja, que se pierde la mayoría de planes porque no son "aptos para niños". Que cuando aparece con el pequeño, molesta un poco. Y es una sensación que genera mucha soledad en las mamás y los papás, que tienen que reconstruir su mundo después del nacimiento de su hijo, que pueden sentir que han perdido a sus amigos.
