Familia, Salud

¿Qué es un parto velado y por qué ocurre?

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parto velado
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Romper aguas es uno de los signos más habituales de que una mujer se ha puesto de parto. Esto significa que la bolsa amniótica se ha roto y que el bebé está listo para salir. Sin embargo, hay ocasiones en las que esta bolsa no se rompe y el bebé nace con ella, es lo que se conoce como parto velado. Un fenómeno muy raro que se estima ocurre en 1 de cada 80.000 partos y que, contrario a lo que puedan pensar muchos padres, no representa un peligro para la madre ni el bebé, sino que puede llegar a ser incluso beneficioso.

¿En qué consiste exactamente el parto velado?

El parto velado, también llamado en ocasiones enmantillado, es un tipo de parto, natural o por cesárea, en el que no se produce la rotura habitual de la bolsa amniótica. Como resultado el bebé nace envuelto en esta especie de globo hasta que el médico o la comadrona lo rompe de manera manual para permitirle respirar. En algunas ocasiones, puede ser el propio bebé quien rompa la bolsa mientras se mueve o al estirar alguna de sus extremidades.

Vale destacar que aunque a menudo se confunda, un parto velado no es lo mismo que un nacimiento con velo. El primero hace referencia al nacimiento dentro de la bolsa y líquido amnióticos mientras que el segundo, se refiere a un parto en el que el bebé ha nacido con restos de la membrana de la bolsa amniótica adheridos a cualquier parte de su cuerpo, por lo general la cabeza. En este último caso, la bolsa se ha roto mientras que en el primero permanece intacta.

¿Qué es la bolsa amniótica y cuál es su función?

La bolsa amniótica, también conocida como saco amniótico o bolsa de aguas, es la estructura que envuelve y protege al feto durante todo el embarazo. Formada por dos membranas resistentes y transparentes, el amnios y el corion, y una más flexible de colágeno y elastina, se empieza a formar al inicio de la gestación. A lo largo de las primeras semanas, esta bolsa se va llenando de líquido amniótico que no es más que un fluido compuesto por proteínas, carbohidratos, lípidos, electrolitos, urea y fosfolípidos que envuelve y amortigua al feto durante su desarrollo y crecimiento en el vientre materno.

La bolsa amniótica es fundamental para el desarrollo fetal ya que además de proteger al bebé de infecciones, lesiones, golpes y la presión de los órganos internos de la madre, le permite moverse con libertad dentro del útero materno. También promueve el desarrollo de los pulmones y el sistema digestivo, a la vez que contribuye al crecimiento de los músculos y las extremidades. De la misma manera, la bolsa amniótica ayuda a mantener al bebé a una temperatura estable dentro del vientre de la madre.

Esta bolsa le permite al bebé estar seguro durante su crecimiento en el vientre materno hasta que se acerca el trabajo de parto, momento en el cual se desgarra para facilitar la salida del pequeño. Por lo general, la bolsa amniótica se rompe con el inicio de las contracciones. Sin embargo, hay ocasiones en las que se puede romper de manera prematura, que es lo que se conoce como romper agua o romper la fuente, u otras en las que se mantiene intacta y acompaña al bebé en su camino al mundo exterior.

¿Por qué hay veces que no se rompe la bolsa amniótica?

Hasta el momento no se ha encontrado ninguna razón médica que explique por qué a veces no se rompe la bolsa amniótica. Algunos expertos consideran que se trata de una simple casualidad, aunque hay otros que creen que se debe a la alta flexibilidad de las membranas de estas bolsas amnióticas que las vuelve más resistentes a todo el trabajo de parto. Vale destacar que en ningún caso está relacionado con algún problema durante el embarazo, sino que se trata de una condición circunstancial.

parto velado natural

¿Es peligroso para el bebé nacer con la bolsa amniótica?

Nacer envuelto en la bolsa amniótica no es peligroso para la madre ni para el bebé. Hay expertos que consideran que el parto velado puede ser más difícil para el bebé ya que retrasa el tan necesario reflejo de expansión de los pulmones que le permitirá respirar con normalidad en el mundo exterior. Sin embargo, la mayoría de los médicos coincide en que en realidad esto no es importante y que, en cambio, el parto velado ofrece una transición mucho más fluida y menos traumática para el pequeño.

De hecho, existe más peligro cuando se interviene quirúrgicamente para intentar romper la bolsa amniótica en el vientre materno que cuando el bebé nace con ella. Esto porque, a pesar que los médicos tienen mucho cuidado y se utilizan instrumentos diseñados para este fin, el hecho de romper la bolsa amniótica de manera mecánica puede provocar lesiones en el bebé y sacarlo de su zona de confort, haciendo que se estrese. En estos casos, la mayoría de los especialistas recomiendan dejar la bolsa intacta para proteger al bebé durante el mayor tiempo posible.

Es importante tener en cuenta que la bolsa amniótica puede proteger al bebé en su camino al exterior, evitando golpes o lesiones innecesarias durante el trabajo de parto. Además, evita cambios bruscos de temperatura, mantiene regulado el ritmo cardiaco infantil y ayuda a amortiguar mejor la presión que ejercen los músculos maternos durante las contracciones en el bebé. Y, como se trata de un entorno familiar, que ya conoce, hace que el bebé se sienta más seguro y confiado durante el parto, lo cual evita que se estrese.

¡Y también facilita el trabajo para la madre! Los expertos afirman que la bolsa amniótica amortigua ligeramente el paso del bebé por el canal de parto, lo que atenúa ligeramente las molestias y dolores de la madre. De esta manera, no solo es más beneficioso para el bebé sino también para su mamá, por lo que cada vez más matronas intentan conservar la bolsa amniótica intacta el mayor tiempo posible durante el trabajo de parto.

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