Alimentación, Salud

Pechos tubulares: ¿qué son y cómo afectan la lactancia?

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Pechos tubulares
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Revisado por Etapa Infantil, Redacción

Durante el embarazo el cuerpo de la mujer experimenta grandes cambios, tanto a nivel fisiológico como hormonal, los cuales son imprescindibles para garantizar el crecimiento del bebé y el equilibrio de la madre. Los pechos son una de las partes del cuerpo que más transformaciones sufren ya que deben desarrollarse para alimentar al recién nacido.

De hecho, a menudo los cambios en las mamas son el primer signo de embarazo. A partir de las tres o cuatro semanas, algunas mujeres comienzan a notar esos cambios, que las van preparando para la lactancia. Sin embargo, si tienes pechos tubulares, es probable que no notes esos cambios o tengas que lidiar con algunas dificultades añadidas.

¿Qué es la mama tuberosa?

El pecho tubular o mama tuberosa, como también se le conoce, es una condición en la que el tejido mamario carece de volumen. Como resultado, los pechos no crecen lo suficiente ni se vuelven redondeados, sino que adquieren más bien una forma de cono.

Estos senos suelen estar más separados de lo habitual y en ocasiones tienen una apariencia flácida ya que carecen de volumen alrededor del pezón. En algunos casos, el tejido mamario alrededor del pezón parece contraído y la areola suele ser más grande. Generalmente la base de la mama es estrecha y la piel tensa debajo de los pezones, que suelen inclinarse hacia abajo.

En el ámbito clínico se hace referencia a diferentes niveles de pechos tuberosos. Algunos prácticamente no se aprecian, pero otros tienen una forma anómala más pronunciada, lo que puede provocar que la mujer se sienta a disgusto con su aspecto y afecte la imagen que tiene de sí misma y su autoestima. De hecho, los pechos tuberosos no suelen representar un problema de salud, sino más bien una cuestión estética.

En función de la deformidad del pecho se hace referencia a:

  • Grado I. Es el nivel más leve y común, caracterizado por una falta de desarrollo en el cuadrante inferior interno del pecho. Se distingue porque la areola suele mirar hacia abajo.
  • Grado II. En este caso la falta de desarrollo de los pechos se produce en la parte inferior, interna y externa, pero la zona inferior cuenta con piel suficiente.
  • Grado III. Estos pechos son similares al grado II, pero aquí presentan una deficiencia en la piel de la zona subareolar.
  • Grado IV. Se trata de la deformación más severa puesto que los cuatro cuadrantes mamarios presentan afectación y atrofia

¿Qué causa los senos tubulares?

En la mayoría de los casos, este problema se debe a que el tejido mamario no se desarrolla adecuadamente durante la etapa de la pubertad, lo que conduce a una deformidad en los senos que altera su forma y, en ocasiones también puede afectar la lactancia.

En este tipo de pechos, el tejido que rodea la mama es más rígido, por lo que termina impidiendo que el pecho se desarrolle. Esto se debe a un anillo fibroso, una especie de tendón que se encuentra en la base de la mama, donde se une al músculo pectoral.

Ese anillo delimita el crecimiento de la mama circularmente, por lo que el tejido mamario solo puede crecer por dentro del mismo y no logra extenderse por el tórax para adquirir su forma característica. Como resultado, el tejido mamario es escaso fuera del anillo, al igual que en el tórax masculino.

Para corregir los pechos tubulares la mujer tendrá que recurrir a una intervención quirúrgica. Este procedimiento consiste en extender el tejido mamario para solucionar cualquier asimetría o deformación, así como para aumentar su volumen y darle una forma redondeada con la ayuda de unas prótesis mamarias. Durante el procedimiento también se reposicionan la areola y el pezón.

pechos tubulares lactancia

¿Los senos tubulares pueden afectar la lactancia?

Con el embarazo se interrumpe el ciclo de renovación de las células internas de los senos. Cuando los niveles de progesterona descienden, los pechos se transforman en órganos capaces de producir leche. Durante la gestación, los conductos internos de la mama que llevan la leche desde los lóbulos mamarios hasta el pezón aumentan en número y se bifurcan para formar el complejo sistema de alimentación para el bebé.

Al mismo tiempo, las células productoras de leche, los lactocitos, empiezan a desarrollarse en el interior de los pechos y se duplica la cantidad de sangre que llega a los mismos. Durante el segundo trimestre, los pezones y areolas también aumentan de tamaño, una serie de cambios que preparan a la madre para lactar a su bebé.

Sin embargo, como los pechos tuberosos suelen tener poco tejido mamario, podrían no crecer o cambiar muy poco durante el embarazo. De hecho, a menudo permanecen blandos después del parto porque no tienen suficiente tejido glandular para producir mucha leche. Eso dificulta la producción de leche en cantidad suficiente para alimentar al bebé de forma exclusiva y bajo demanda.

Sin embargo, eso no significa que una madre con pechos tubulares no pueda dar el pecho, pero le resultará más complicado. De hecho, la cantidad de leche no depende directamente del tamaño del pecho sino de factores como la estimulación pues si la madre no lacta con frecuencia, la producción de leche disminuye. También dependerá de cómo el bebé coja el pecho para recibir la cantidad de leche que necesite.

En general, algunas podrán producir suficiente leche como para alimentar a su bebé, otras producirán poca y verán obligadas a recurrir a la extracción de leche o utilizar la lactancia mixta y otras no podrán producir prácticamente leche.

No obstante, cabe aclarar que las mamas tuberosas tratadas quirúrgicamente mantienen su capacidad de lactancia, sobre todo cuando solo se han colocado implantes y reducido el tamaño areolar. Sin embargo, si te has realizado un remodelado completo y se ha desestructurado la llegada de los conductos galactóforos al pezón con abordajes a la glándula retroareolar, es probable que la producción de leche se vea afectada. En estos casos, es importante que hables con tu obstetra para que te indique qué debes hacer tras el parto.

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