Alimentación, Familia

Pezoneras durante la lactancia: ¿Son recomendables?

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Pezoneras
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

La lactancia no solo le garantiza al bebé todos los nutrientes que necesita y contribuye a fortalecer sus defensas naturales, sino que también estrecha el vínculo emocional con la madre. Sin embargo, esta etapa no siempre marcha sobre ruedas. Un estudio realizado en la Universidad de Sunshine Coast reveló que la alimentación infantil suele ser la segunda preocupación más importante de las madres.

El 27,8% de las madres entrevistadas reconocieron que no se sentían lo suficientemente preparadas como para enfrentarse a la lactancia. Lo peor de todo es que en algunos casos esas preocupaciones se mantenían al cabo de 7 o 9 meses pues las dificultades iniciales persistían, por lo que muchas madres decidían introducir de manera temprana la alimentación sólida.

Si surgen problemas durante la lactancia, las pezoneras podrían ser una solución para facilitar el agarre del bebé al pecho, aunque es conveniente que durante este proceso las madres busquen la ayuda y orientación de una matrona o especialista en lactancia que las guíe y recomiende la mejor solución.

¿Cuándo se puede recurrir a las pezoneras?

Las pezoneras pueden considerarse como una herramienta más de la lactancia. Fabricadas de caucho, látex o de silicona, las más modernas, se adaptan a la forma del pezón y la areola para facilitar el agarre por parte del bebé. En sentido general, se recomiendan cuando:

  • El bebé tiene dificultades para aprender a alimentarse, de manera que la pezonera puede ayudarle a agarrar el pecho con mayor firmeza, evitando así tener que recurrir al biberón.
  • El bebé tiene frenillo lingual corto, en cuyo caso es probable que no tenga una buena coordinación lingual que le permita realizar correctamente los movimientos necesarios para agarrar el pecho y succionar. Esto puede crear frustración en el bebé, además de dañar el pezón de la madre debido a los movimientos compensatorios de succión, por lo que las pezoneras podrían ser una buena alternativa.
  • El bebé no tiene mucha fuerza para succionar, un problema relativamente común en los pequeños prematuros que afecta la lactancia y los deja con hambre en cada toma. En estos casos, las pezoneras se convierten en un estímulo más firme en el paladar que les ayuda a succionar con mayor intensidad y durante más tiempo.
  • La madre tiene pezones planos o invertidos, los cuales pueden dificultar la lactancia, al menos al inicio cuando la boca del bebé es muy pequeña y aún no ha aprendido a succionar de manera eficiente. En estos casos, al bebé le costará un poco más alimentarse, por lo que necesitará más ayuda y paciencia por parte de la madre. Si el bebé no logra succionar adecuadamente, las pezoneras podrían facilitar el agarre y permitir la lactancia.
  • El bebé rechaza el pecho porque ya se ha comenzado la lactancia mixta. En algunos casos, cuando se introduce el biberón, los bebés rechazan el pecho porque les resulta mucho más difícil succionar. Entonces se puede recurrir a las pezoneras para lograr que acepte mejor el pecho y siga alimentándose con leche materna.

¿Es conveniente recurrir a las pezoneras durante la lactancia?

Como regla general, las pezoneras deben ser el último recurso, no la primera alternativa ante un problema en la lactancia. Cuando se producen grietas y dolor en el pecho, por ejemplo, el uso de la pezonera no los solucionará si no se descubre cuál es la causa.

Para muchas madres, las pezoneras pueden ser engorrosas ya que deben tenerlas siempre a mano y lavarlas tras cada uso. Además, si están mal colocadas se desplazarán durante la succión causando molestias e interfiriendo en la lactancia. Por ese motivo, los expertos recomiendan retirarlas tan pronto como sea posible. No obstante, si la lactancia discurre sin problemas y tanto la madre como su bebé se sienten cómodos con las pezoneras, pueden seguir usándolas durante todo el tiempo que sea necesario.

¿Cómo colocar bien unas pezoneras de lactancia?

Colocar bien las pezoneras de lactancia no solo reduce las incomodidades en la madre, sino que además, ayuda al bebé a adaptarse antes y mejor a este accesorio. Si no se colocan bien, las pezoneras pueden además desplazarse de lugar, lo cual no solo será desagradable tanto para el bebé como para la madre, sino que puede generar rechazo en el pequeño. Para evitar estos problemas y aprovechar sus ventajas al máximo, conviene aprender a colocar muy bien las pezoneras.

Para ello, lo primero que hay que hacer es esterilizar las pezoneras. Si te fijas, notarás que la mayoría de pezoneras vienen cubiertas con una especie de aceite que sirve como conservante, pues es importante retirar este o cualquier otro producto antes de que entre en contacto con la boca del bebé. Para esterilizarlas, basta con dejarlas en agua hirviendo durante unos minutos. Cuando las tengas listas, sigue los siguientes pasos:

  • Da la vuelta a las pezoneras antes de colocarlas. De esta manera no solo serán más cómodas, sino que también conseguirás un mayor agarre.
  • Al colocarlas, ten en cuenta que la parte prominente debe colocarse centrada sobre el pezón, evitando que roce la piel ya que de lo contrario podría resultar muy molesto.
  • Al ajustar las pezoneras a la aureola, cerciórate de que quede una especie de vacío entre el accesorio y el pecho, esto garantizará que fluya bien la leche.
Pezoneras lactancia
Pezoneras para lactancia de silicona

3 claves a tener en cuenta si usas pezoneras de lactancia

  1. Higiene. La higiene es uno de los aspectos que más hay que cuidar cuando se usan pezoneras de lactancia. Si bien no es necesario esterilizar estos accesorios después de cada uso, se recomienda lavarlos con agua y jabón, eliminando cualquier resto de leche que pueda quedar. Esto evitará que proliferen virus o bacterias que puedan poner en riesgo la seguridad del bebé.
  2. Tiempo de uso. El tiempo recomendable de uso de las pezoneras puede variar de un caso a otro dependiendo de cuán cómoda se sienta la madre y su bebé con este accesorio. Por lo general, se recomienda colocarla justo antes de la toma y retirarla inmediatamente después para evitar riesgos innecesarios. De la misma manera, se sugiere dejar de utilizar la pezonera cuando desaparezca la causa que motivó su uso.
  3. Almacenamiento. La mayoría de las pezoneras incluyen un porta-pezoneras donde puedes guardarlas de manera segura. Si no es así, utiliza una caja con cierre hermético para conservarlas. En cualquier caso, evita exponerlas demasiado tiempo al sol o a temperaturas muy elevadas. Tampoco las almacenes en una zona húmeda ya que el material podría dañarse con el paso del tiempo.

¿Cómo elegir unas pezoneras de lactancia adecuadas?

En el mercado existen muchísimos modelos de pezoneras de lactancia, por lo que a veces puede ser complicado elegir las más adecuadas en cada caso. A veces no basta dejarse llevar por las reseñas online ya que las pezoneras que pueden resultar prácticas a algunas mujeres a otras les pueden parecen incómodas. Por eso, es recomendable que elijas unas pezoneras de lactancia basándote en tus necesidades, para ello ten en cuenta:

  1. El material. La mayoría de las pezoneras actuales se confeccionan con látex y silicona, dos materiales muy flexibles, suaves al tacto y resistentes al paso del tiempo. La elección de uno u otro dependerá de tus preferencias. El látex tiene la ventaja de contar con una buena aceptación por parte del bebé, pero en cambio aumenta el riesgo de alergia tanto en la madre como en su hijo. La silicona, aunque no tan bien aceptada por el bebé, tiene un menor riesgo de causar alergia.
  2. La talla. Las pezoneras de lactancia deben cubrir el pezón sin rozar la piel, pero tampoco debe quedar demasiado grande ya que podría irritar la aureola, por eso uno de los factores a tener en cuenta al elegirla es su talla. La mayoría de las marcas disponen de varias tallas, S, M y L para que escojas la que mejor se adapta a tu pecho. Para saberlo, los fabricantes suelen ofrecer una tabla orientativa para elegir la talla según el diámetro del pezón.
  3. El grosor. Al elegir unas pezoneras de lactancia asegúrate de que sean lo más finas posible. Esto no solo ofrecerá un extra de flexibilidad, sino que os permitirá, tanto a ti como a tu bebé, sentir el contacto piel con piel. Las pezoneras de lactancia finas también contribuyen a un mejor agarre y una mejor succión del bebé, lo cual estimula el flujo de leche materna.

Las pezoneras de lactancia más vendidas

Si estás buscando unas pezoneras de lactancia y quieres ahorrarte dolores de cabeza a largo plazo, apuesta por unas pezoneras de calidad. No solo te acompañarán durante mucho más tiempo, sino que serán mucho más cómodas y reducirán el riesgo de que tanto tú como tu bebé tengan alergia. Puedes encontrar muchas marcas que fabrican pezoneras de lactancia, pero si prefieres apostar por seguro, elige un sello de calidad reconocido. Si además cuenta con certificado de calidad o están testadas dermatológicamente, mejor.

En Etapa Infantil hemos confeccionado una lista de las pezoneras de lactancia más vendidas en Amazon, teniendo en cuenta su valoración y el número de reseñas. Así que si no sabes qué tipo de pezoneras de lactancia elegir, puedes valorar una de las siguientes opciones para encontrar las más adecuadas para ti, ¡seguro que aciertas!

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Barnes, M. et. Al. (2008) Learning About Baby: What New Mothers Would Like to Know. The Journal of Perinatal Education, 17(3): 33–41.

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