Salud

Mejor postura para dormir a un bebé con mocos

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Postura para dormir con mocos bebé
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Los cambios bruscos de temperatura, los ambientes demasiado secos, las infecciones de las vías respiratorias altas o la contaminación ambiental son algunas de las causas pueden propiciar la aparición de mocos en los bebés. Se trata de un mecanismo de defensa del cuerpo a través del cual impide que entren virus o bacterias al organismo, a la vez que expulsa de las fosas nasales los microorganismos externos que puedan estar alojados. Las mucosidades también ayudan a mantener húmedas las vías respiratorias superiores, una condición indispensable para que funcionen de manera adecuada, acondicionando y humidificando el aire inspirado.

Sin embargo, a veces los mocos pueden impedir que los bebés respiren con normalidad, llegando a resultar muy molestos e incluso, peligroso. Teniendo en cuenta que los niños pequeños no suelen ser capaces de sonarse por sí solos la nariz, cuando tienen mucosidades sus fosas nasales se obstruyen con facilidad. En la mayoría de estos casos, los bebés empiezan a respirar por la boca, lo cual les permite obtener el oxígeno que necesitan pero a cambio puede resecar su faringe, irritar las mucosas y crear las condiciones propicias para la proliferación de infecciones víricas como la gripe o el resfriado.

La situación se complica cuando llega la hora de acostarse y el bebé tiene las fosas nasales “taponadas” por las mucosidades. En estos casos, no solo se les complica respirar sino que afecta la calidad de su descanso, impidiendo que pueda conciliar el sueño profundo. Además, aunque es poco habitual, también aumenta el riesgo de que estos mocos se “escapen” por las vías respiratorias altas, provocando que el bebé de ahogue. La buena noticia es que es posible evitar estos riesgos y aliviar las molestias del bebé mientras duerme, acostándolo en la posición adecuada.

¿Cómo debe acostarse a un bebé con mocos?

Muchos padres eligen acostar a sus hijos de costado o boca-abajo con la cabeza girada hacia un costado cuando tienen mucosidades. Sin embargo, estas posturas a menudo son incómodas para los bebés con mocos, sobre todo cuando empiezan a moverse durante la noche. En estos casos, los especialistas recomiendan acostar al pequeño boca-arriba y semi-incorporado, en un ángulo aproximado de 45º. De esta manera, no solo podrá respirar mejor sino que evitarás que los mocos se queden estancados en las fosas nasales y puedan alcanzar el conducto auditivo, causando una otitis.

Para acostar al bebé en esta postura puedes colocar un cojín o una pequeña almohada bajo el colchón de manera que quede ligeramente inclinado. En este caso, la cabeza del bebé debe quedar en la parte más elevada de la cama, de manera que facilite la respiración. Si el pequeño duerme con los padres, otra alternativa es colocar el brazo de uno de los padres bajo su cabeza o en su defecto, un pequeño cojín, en cuyo caso habría que mantenerse atento para evitar que se diese la vuelta y pudiera ahogarse.

En caso de que el bebé tenga mucha mucosidad, otra opción consiste en que la madre o el padre se coloquen semi-sentados en la cama con unos cojines detrás de la espalda para que puedan descansar y que tomen al bebé sobre sus hombros procurando que quede con la nariz hacia abajo. Se trata de una postura que ayuda a los bebés a respirar mejor, a la vez que les alivia la congestión nasal, lo que les ayuda a dormir durante más tiempo.

Otras recomendaciones para aliviar las molestias de un bebé con mocos mientras duerme

Si bien la postura es fundamental para aliviar las molestias de un bebé con mocos y ayudarle a respirar mejor, no es lo único que pueden hacer los padres. He aquí otras recomendaciones avaladas por los pediatras que pueden ayudar a los niños a sobrellevar y deshacerse del exceso de mucosidad en las fosas nasales.

Mantén húmeda la habitación del bebé

Siempre es importante mantener la habitación del bebé fresca, a una temperatura agradable y con la humedad adecuada, más aún cuando el bebé tiene mocos. Renovar el aire de la habitación ayudará a mejorar los niveles de oxígeno, ayudando a que el bebé respire mejor. Asimismo, cuando mantienes una humedad adecuada en torno al 30% o 50% evitas que se le resequen las mucosas, regulando la generación de mucosidad de su cuerpo. Además, debes evitar poner la calefacción o el aire acondicionado ya que resecan demasiado el ambiente.

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Hazle un lavado nasal antes de ir a la cama

Hacerle al bebé un lavado nasal con suero fisiológico antes de dormir ayudará a despejar las fosas nasales del pequeño y, por tanto, contribuirá a que respire mejor. Para ello, deberás tapar uno de los orificios de la nariz mientras irrigas el contrario para dejar que el suero haga su trabajo limpiando mediante arrastre las secreciones acumuladas y los microorganismos que se encuentran en las mucosas. De esta manera, no solo le ayudas a respirar mejor sino que evitas posibles infecciones.

Mantén bien hidratado al pequeño

Mantener a tu bebé bien hidratado no solo le ayudará a reponer los electrolitos perdidos a través de los mocos sino que contribuirá a “diluir” la mucosidad, facilitando su expulsión. Por tanto, si el bebé aún está lactando asegúrate de darle un biberón o el pecho con más regularidad durante estos días para contribuir a que la mucosidad fluya mejor. Si el bebé ya ha comenzado con la alimentación complementaria, puedes darle agua o caldos naturales sin sal.

Recurre a los baños de vapor

Los baños de vapor contribuyen a fluidificar las secreciones haciendo que los mocos salgan y despejen las fosas nasales. En estos casos, puedes aprovechar para reblandecer los mocos el vapor que sale cuando bañas al bebé con agua caliente o, si lo prefieres, puedes recurrir a vaporizadores o al método tradicional de calentar agua y acercar al bebé para que aspire los vapores.

Ten en cuenta que si la mucosidad del bebé tarda en desaparecer, le cuesta mucho respirar o presenta otros síntomas asociados, debes consultar inmediatamente a su pediatra para que le diagnostique qué le sucede y le brinde el tratamiento adecuado.

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