Educación

Qué debes hacer ante una pelea infantil

Lo primero: mantén la calma

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Niños pelean
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

La mayoría de los niños han peleado con otros al menos una vez. Se trata de un problema bastante común entre los pequeños, aunque casi siempre toma por sorpresa a los padres, sobre todo cuando son primerizos. Por lo general suelen ser peleas pasajeras y no tienen más repercusiones pero no siempre ocurre así.

Debemos partir del hecho de que una pelea ocasional no es motivo de preocupación. Sin embargo, si el niño comienza a verse involucrado en peleas infantiles a menudo, es hora de tomar cartas en el asunto ya que este problema puede adquirir proporciones mayores. De hecho, se ha apreciado que los niños que desarrollan conductas agresivas a una edad temprana tienen mayores posibilidades de mantenerlas durante la etapa adulta.

Como norma, los niños que pelean a menudo mantienen una actitud agresiva y hostil hacia los demás, lo cual se debe a sus dificultades para mantener bajo control las emociones. ¿Cómo actuar en estos casos? ¿Es necesario recurrir a la mano dura o a la comprensión? ¿Se debe intervenir en todas las peleas?

¿Cómo intervenir en una pelea infantil?

Lidiar con las peleas infantiles no es fácil pero mientras más temprano se intervenga, mejor. Por eso es importante que estés atento a las peleas en las que tu hijo se involucre, sobre todo cuando sea el responsable de dicha discusión.

En estos casos, el primer paso es separar a ambos niños y esperar a que se calmen. Después debes explicarle las consecuencias de sus acciones e indicarle cómo debería solucionar el problema. Por ejemplo, puedes decirle: “Sé que eres muy valiente, pero eso no significa que puedas pegarle a tu amigo porque así le haces daño. Creo que debes disculparte con él y buscar juntos una solución para…”.

De esta manera, le estarás enseñando que la violencia no es el camino a seguir y que es preferible utilizar otras vías para solucionar los conflictos. Además, a través de esta estrategia también desarrollas su Inteligencia Emocional ya que le enseñas a reconocer sus errores y rectificarlos.

pelea infantil

Cuando las peleas son frecuentes, es conveniente que intentes llegar al fondo del problema. Por ejemplo, si el niño suele pellizcar o pegarle a su hermano, puede ser porque siente celos. Habla con tu hijo, pregúntale qué le sucede e intentad buscar juntos una solución. Eso sí, no le grites ni recurras a la violencia porque de esta manera solo estarás legitimando la agresividad. Si es necesario, puedes recurrir al castigo.

¿Qué peleas infantiles se pueden pasar por alto?

Los especialistas afirman que no siempre es oportuno intervenir en las peleas infantiles, sobre todo cuando no tienen un trasfondo agresivo o violento. Por ejemplo, si tu hijo no quiere compartir sus pertenencias o está discutiendo con otro niño porque ambos quieren usar el mismo juguete, es conveniente que les dejes resolver sus diferencias, siempre y cuando no lleguen a la violencia física. A veces estos encontronazos no son peleas en el sentido más estricto del término sino un acto de reafirmación infantil.

En estos casos, si los padres deciden intervenir, deben hacerlo como mediadores, no como solucionadores del conflicto. Esto implica que debes adoptar un rol objetivo, en el que intentes satisfacer a ambos niños y conducirlos hacia una solución. Es importante que reconozcas la individualidad de cada niño y sus derechos, incluso a no compartir sus cosas cuando no lo desean.

Recuerda que no es conveniente obligar a un niño a que ceda o quitarle abruptamente un juguete para entregárselo a otro, aunque sea más pequeño. Lo mejor es recurrir al diálogo e intentar convencerle para que sea él mismo quien ceda. Es cierto que al inicio es más fácil solucionar el problema actuando como juez pero asumir el rol de mediador será mucho más productivo a largo plazo para ambos niños ya que no solo estás demostrando respeto sino que también estás potenciando sus habilidades de resolución de conflictos.

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