Salud

5 razones por las que debes quitarle el chupete y el biberón a tu hijo después del año

[mashshare icons=»1″]

quitar biberon
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

El chupete y el biberón suelen acompañar a la mayoría de los niños durante sus primeros meses de vida. En el caso del biberón se trata de una alternativa muy útil que les ayuda a alimentarse con más facilidad y que favorece el tránsito del reflejo de succión a la masticación. En cambio, el chupete contribuye a relajar a los pequeños y les ayuda a conciliar el sueño gracias a su efecto calmante, a la vez que reduce el estrés y les mantiene entretenidos.

Así lo certifican los expertos de la Asociación Española de Pediatría, quienes recomiendan el uso del chupete y el biberón hasta aproximadamente el primer año de vida. Sin embargo, muchos padres van un paso más allá y permiten que sus hijos sigan con el biberón y el chupete incluso después de los 12 meses. De hecho, se estima que la mayoría de los niños sigue usando el biberón y el chupete hasta alrededor de los 3 años. Sin embargo, se ha demostrado que usar el biberón y el chupete después del primer año no solo es innecesario sino también perjudicial para la salud de los peques.

¿Por qué debes quitarle las tetinas a tu hijo después del año?

1. Provoca caries dentales

Las tetinas son una de las causas principales de la aparición temprana de caries en los niños. De hecho, son las responsables de las “caries de biberón” que aparecen como resultado del uso frecuente del biberón, sobre todo a la hora de ir a la cama, ya que la lactosa de la leche que se queda en la tetina entra en contacto con los dientes, lo cual favorece el crecimiento de bacterias que, a su vez, dan lugar a las caries. Asimismo, el hábito que tienen muchos padres de mojarles el chupete a sus hijos en un poco de miel u otro alimento dulce tiende a empeorar el problema.

2. Aumenta el riesgo de desarrollar alteraciones en el habla

Un estudio publicado en la revista médica BMC Pediatrics estudió a un grupo de 128 niños con edades comprendidas entre 3 y 5 años y evaluó el uso que hacían de los chupetes y biberones. Los investigadores encontraron que los pequeños que tenían el hábito de usar chupetes y/o biberones mostraron una mayor predisposición a desarrollar trastornos del habla en la edad preescolar. Estos niños presentaban dificultades para pronunciar determinados sonidos o para simplificar su pronunciación, así como un mayor riesgo de desarrollar dislalia.

riesgos tetinas chupete biberon

3. Afecta la mordida

Otro problema derivado del uso prolongado del chupete y/o el biberón es la aparición de la mordida abierta, una alteración que impide que los dientes superiores coincidan con los dientes inferiores. Esto se debe a que la succión frecuente y prolongada provoca un estrechamiento del maxilar, el hueso paladar, cambiando así la ubicación de las arcadas. En otros casos, el uso prolongado de las tetinas puede dar lugar a una mordida cruzada, un problema similar al de la mordida abierta, en el que en vez de no coincidir ambas arcadas, estas se cruzan entre sí, impidiendo que los niños puedan masticar bien los alimentos.

4. Incrementa las probabilidades de desarrollar otitis

Mantener el biberón hasta después de los 12 meses aumenta el riesgo de que el niño desarrolle otitis. Lo que sucede es que la succión que requiere el biberón es completamente diferente a la que el niño debe hacer cuando lacta, se trata de una succión antinatural. Esto implica que cuando se mantiene durante un tiempo prolongado termina congestionando al sistema adenoídeo de la retrofaringe, así como las trompas de Eustaquio. La congestión de las trompas de Eustaquio puede desencadenar una otitis o una infección en el oído debido al paso de líquido hasta esta zona.

5. Fomenta la respiración bucal

Se ha demostrado que mantener el chupete y/o biberón hasta una edad avanzada aumenta el riesgo de que se congestione la mucosa respiratoria y el sistema adenoídeo, obligando al niño a buscar una alternativa para ingresar aire a sus pulmones: la respiración bucal. Mientras más tiempo pase el niño usando las tetinas, más fuerza adquirirá este hábito con las consecuentes implicaciones que tiene para la salud, desde la falta de ventilación adecuada y la hipoacusia hasta alteraciones en el desarrollo torácico e infecciones respiratorias recurrentes.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *