Familia

Reflexión sobre las fiestas de cumpleaños infantiles de ahora

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reflexión fiestas cumpleaños infantiles
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Si eres padre o madre habrás asistido a cumpleaños infantiles, unos serán más austeros y otros más ostentosos, pero todos, pretenden ser especiales para los niños. Fiestas temáticas, animadores infantiles, tartas de fondant, castillos hinchables, globos de helio (cuanto más grandes mejor), mesas de dulces e incluso catering… todo es poco para celebrar el cumpleaños del pequeño.

Un niño o niña que tiene menos de 4 años, en el futuro no recordará nada de lo que está sucediendo. Aunque eso no importa, porque los padres quieren que sus hijos pequeños disfruten de su día… Pero, ¿la fiesta es realmente para los niños?

Ahora los cumpleaños son un negocio

Hasta no hace mucho tiempo, las fiestas infantiles consistían en un pastel (o un bizcocho) que hacía la madre del cumpleañero, y algunos niños iban a jugar a casa. Se merendaban sándwiches de mortadela o nocilla y se bebían refrescos o zumos.

Eso era el momento más especial del año porque era tu cumpleaños y además te traían regalos. Las mejores fiestas tenían globos colgados en las paredes y mientras abrías los regalos te echaban una o dos fotos. Como no eran muchos los regalos, después de abrirlos se jugaba con ellos.

Sin darnos cuenta toda esa magia ha cambiado y ahora un cumpleaños infantil parece un concurso para ver qué mamá lo hace mejor. Las madres y los padres sienten que si no eres original o si el cumpleaños no es ostentoso, no quieres lo suficiente a tu hijo. Las madres no hablan con los invitados, solo quieren que todo esté perfecto. El cumpleañero juega con sus mejores amigos y el resto de niños corren por ahí sin más. Los familiares del niño no disfrutan del cumpleañero porque es una fiesta demasiado grande.

fiesta cumpleaños infantil ostentosa

Demasiados regalos que luego no se aprecian, demasiado dinero gastado en una fiesta que no aporta nada más que materialismo y superficialidad a los niños, no les enseña los verdaderos valores de la celebración en familia, con las personas que verdaderamente importan. ¿Realmente se hace la fiesta por y para los niños o solo por el miedo del “qué dirán”?

Ya está bien de competir

Ya está bien de competir con los demás padres, ya está bien de intentar escalar estatus social a través de los niños… es un comportamiento tóxico de los padres que nada tiene que ver con lo que los niños realmente necesitan.

Los niños pequeños, necesitan estar con las personas que más quieren, hacer algo especial como hornear un pastel con la abuela, disfrutar de los seres queridos y capturar una imagen que valdrá más que mil palabras. No necesitan impresionar a nadie, solo necesitan ser felices.

Y entonces, será cuando le enseñes de verdad a tu hijo lo que significa la felicidad en compañía de los que verdaderamente importan. Nada más que eso. No se necesita nada más para ser feliz. Haz la prueba, verás cómo tu hijo pasará un día maravilloso en un cumpleaños donde de verdad se potencie el valor de la celebración con los seres queridos.

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