Familia

Ser padrastro no es tan fácil

Con unas expectativas reales todo puede ser más fácil

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Padrastro
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

En las familias siempre habrán cosas difíciles para superar y en muchas ocasiones se pueden deteriorar las relaciones, pero se construyen de nuevo. Ser padrastro no es una tarea fácil, es estar presente en la vida de los hijos de la pareja, educarles… pero nunca serás el padre biológico, el cual puede que esté presente en la vida de los niños o no. En las familias ensambladas siempre habrá una serie de problemas que hay que tener en cuenta para poder avanzar.
Algunos de estos problemas tienen que ver con que el padre biológico estará siempre presente en algunas de las grandes decisiones que afecten a la familia, tendrá mucho que ver en la forma de educar a los hijos, estará con los niños los fines de semana, los días de fiesta, los rituales familiares, etc. Esto puede hacer que en ocasiones, la figura del padrastro quede en un segundo plano.

La alianza entre el padre y el hijo en una familia biológica es normalmente más fuerte, ambos progenitores tienen el mismo peso y son ellos los que toman las decisiones más importantes aunque ya no sean pareja. Cuando hay una segunda familia, los asuntos que se pueden hacer con los hijos, normalmente van detrás de los padres biológicos. El padrastro, de forma habitual tendrá menos influencia en las decisiones que afectan a la familia.

El padrastro

El padrastro al principio es un extraño para los niños. Suelen existir historias, recuerdos, experiencias entre los miembros de la familia biológica donde el padrastro nunca formará parte. Con el tiempo, la segunda familia crecerá y se convertirá en una nueva y maravillosa familia, pero primero se debe conseguir ese camino. 

La buena noticia es que aunque al principio parezca demasiado complicado existen cosas que se pueden hacer para que funcione y que los obstáculos se queden por el camino sin que molesten demasiado.

Ten unas expectativas claras

Deja a un lado la fantasía. Existen muchas investigaciones que confirman que la infelicidad en las familias ensambladas está causada por la distancia entre las expectativas y la realidad. Cuando la situación es diferente a lo que se espera se puede tener cierto malestar interno. En la segunda familia todo el mundo tiene sus propias ideas de cómo puede ser la vida. Es completamente normal e inevitable que si te aferras a esa fantasía en algún momento te des cuenta de la realidad.

Ser padrastro

La mayoría de parejas que entran en familias ensambladas se dan cuenta de que no es tan fácil como parece. En una familia biológica no hay que esperar si se encaja o no con los hijos, el amor siempre aparecerá. En una segunda familia puede haber expectativas que acaben en decepción. Por ejemplo, un padrastro puede pensar que será bien recibido por los hijos y que tendrá un papel firme en la familia, un padre biológico puede pensar que sus hijos aceptarán bien a su pareja, y los niños pueden pensar que antes o después sus padres volverán a estar juntos.

Dejar de lado la fantasía

Cuando se deja de lado la fantasía se permite una mayor aceptación de la realidad, se respetarán las cosas tal y como sucedan y se tendrá flexibilidad para llegar a ser una buena familia unida. Una segunda familia puede ser tan feliz y exitosa como cualquier otra, pero siempre tendrá un punto de diferencia. Es importante dejar de lado la fantasía y cuidar a la familia para construir buenos lazos afectivos los unos con los otros.

Ser padrastro no es tan fácil, pero el comienzo solo será el principio del camino. Si te preocupas por hacer bien las cosas y por respetar a todo y a todos lo más probable es que las cosas empiecen a funcionar mejor.

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