¿Qué le sucede a tu bebé cuando lloras de tristeza durante el embarazo?
Si te sientes triste y estás embarazada…
Los altibajos emocionales son uno de los síntomas más comunes durante el embarazo. El aumento de los niveles de progesterona y estrógeno, como resultado de la implantación del ovocito en el útero, afectan el funcionamiento de los neurotransmisores a nivel cerebral haciendo que la madre se sienta más vulnerable ante los estímulos del medio. Por eso, es normal que en ocasiones se deprima, esté triste y llore con más frecuencia de lo habitual. En ese caso, llorar es positivo.
Cuando la madre llora el sistema límbico, responsable de controlar los sentimientos y las emociones, libera algunos neurotransmisores como la adrenalina, la oxitocina y la noradrenalina, los cuales se acumulan tras largos períodos de tensión emocional. Como resultado, después del llanto sobreviene una sensación de bienestar y alivio que resulta muy reconfortante.
Sin embargo, si la madre llora continuamente y se siente triste la mayor parte del tiempo, lo cual ocurre en una de cada cinco embarazadas, lejos de ser beneficioso puede provocar problemas, tanto en la madre como en su bebé.
En este artículo
Los efectos de la tristeza y el llanto durante el embarazo en el bebé
Se ha demostrado que durante el embarazo el estado emocional de la madre incide directamente en el desarrollo del bebé. Lo que sucede es que cada emoción estimula la segregación de determinados neurotransmisores a nivel cerebral, los cuales envían diferentes señales bioquímicas a todo el cuerpo que atraviesan incluso la barrera de la placenta hasta llegar al bebé. De esta manera, el bebé puede percibir las sensaciones de su madre, a la vez que experimenta los mismos cambios bioquímicos que tienen lugar en su cuerpo.
Ello explica por qué ante emociones “negativas”, como puede ser la tristeza y la depresión, el bebé experimenta sensaciones desagradables. Sin embargo, diversos estudios han demostrado además que este tipo de emociones también puede afectar el desarrollo adecuado del pequeño.
1. Afecta el desarrollo del sistema neuroendocrino
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Michigan encontró que los niños cuyas madres sufrieron depresión durante el embarazo presentaron al nacer niveles más altos de la hormona adrenocorticotropa, lo que indica que estuvieron sometidos a un gran estrés durante la gestación. Asimismo, los expertos desvelaron que este incremento afectó el desarrollo adecuado del sistema neuroendocrino infantil, el cual es el responsable de regular el estado de ánimo, las emociones y la respuesta ante el estrés.
2. Incrementa las probabilidades de padecer asma infantil
Otro estudio, esta vez realizado en Harvard School of Public Health, en Estados Unidos, encontró que tener síntomas de depresión durante el embarazo aumenta el riesgo de que los niños desarrollen asma infantil. Según explican los investigadores, los neurotransmisores bioquímicos que la madre segrega cuando está deprimida afectan el eje hipotalámico-hipofisario-adrenal del bebé, a la vez que desregula el funcionamiento del sistema inmunitario, lo cual aumenta las probabilidades de sufrir asma o alergia en la infancia.
3. Aumenta el riesgo de tener bajo peso al nacer
Una investigación sueca, publicada en la revista BMC Public Health, analizó la presencia de síntomas depresivos en 720 mujeres durante la gestación, a la vez que evaluó el peso de sus bebés al nacer. Los científicos encontraron que los niños cuyas madres habían presentado síntomas de depresión y ansiedad durante la gestación poseían mayores probabilidades de tener bajo peso al nacer. Según los resultados, la presencia de signos de depresión en el embarazo puede hacer que los niños pesen hasta 2,5 kg menos al nacer.
4. Aumenta la predisposición a desarrollar esquizofrenia
Una investigación publicada en la revista Archives of General Psychiatry analizó la exposición de más de un millón de madres danesas a eventos muy estresantes, como la muerte de seres queridos, desde seis meses antes de la concepción y durante toda la gestación. Los resultados mostraron que los bebés cuyas madres estuvieron expuestas a eventos estresantes durante el primer trimestre del embarazo tuvieron 1,6 veces más riesgo de desarrollar esquizofrenia.
5. Altera la estabilidad emocional
El estado emocional de la madre también puede afectar la estabilidad emocional del bebé. Así lo ha demostrado un estudio realizado por expertos de la Universidad de California-Irvine, en el que se encontró que los bebés cuyas madres habían experimentado síntomas de depresión y ansiedad durante la gestación tenían mayores probabilidades de desarrollar depresión y ansiedad infantil.
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