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TDAH en niños: ¿Qué es y cómo se trata?

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

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TDAH

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Jennifer DelgadoPsicóloga, psicopedagoga y escritora

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una alteración bastante frecuente en la infancia. Las estadísticas indican que en España afecta a entre el 3 y el 7% de los niños, pero esa cifra que asciende a entre el 5 y el 20% en el resto del mundo. Básicamente, se trata de un trastorno neurobiológico que cursa con síntomas como la hiperactividad, la impulsividad y las dificultades para concentrarse, cuyas repercusiones se reflejan en el comportamiento infantil.

¿Cuáles son las causas del TDAH infantil?

El TDAH no tiene una única causa. Es un trastorno multicausal, lo cual significa que está determinado tanto por factores genéticos y hereditarios como ambientales. Se conoce que las alteraciones neuroquímicas durante el período intrauterino asociadas al consumo de sustancias tóxicas y el tabaquismo en la madre aumentan las probabilidades de desarrollar TDAH en los niños. Asimismo, un estudio realizado en el Centro de Salud Mental del CPB de Barcelona encontró que una dieta rica en omega 6 y con bajo contenido de omega 3 durante la gestación incrementa el riesgo de padecer el trastorno en los pequeños.

De hecho, la dieta también representa un factor de riesgo en los propios niños. Una investigación realizada por expertos de la Örebro University desveló que una dieta poco saludable con predominio de azúcares y grasas puede aumentar el riesgo de padecer problemas de atención y concentración y, en menor proporción, propiciar otras alteraciones como la hiperactividad y la impulsividad que caracterizan al TDAH. De la misma manera, se conoce que unas pautas de educación inadecuadas o un entorno familiar violento o estresante pueden desencadenar o acentuar los síntomas del trastorno en una edad temprana.

No obstante, la herencia desempeña un papel crucial. ¿Sabías que los niños cuyos padres padecen TDAH tienen un 57% más de riesgo de desarrollar el trastorno? Esta cifra se traduce en una probabilidad 20 veces mayor a padecer TDAH en la infancia, un riesgo que aumenta considerablemente entre los familiares biológicos de primer grado. Esto significa que los niños tienen más probabilidades de desarrollar TDAH cuando alguno de sus progenitores o tíos han tenido el trastorno.

Y también se aprecia en el sentido inverso ya que el hecho de que los niños tengan TDAH incrementa un 25% las posibilidades de que alguno de sus padres tenga la alteración y un 15% de que la desarrollen sus hermanos. De hecho, un estudio realizado en la Universidad Nacional Autónoma de México desveló que el riesgo de padecer TDAH en gemelos puede llegar a entre un 50% y un 80%.

Al igual que la herencia, los genes juegan un rol importante en el desarrollo de la alteración. Los análisis genéticos apuntan a una alteración del gen GMR5, relacionado con los receptores del glutamato. Según las estadísticas, alrededor del 10% de los niños con TDAH presentan una variación en el número de copias de este gen. Sin embargo, no es el único gen relacionado con el trastorno.

Una investigación realizada por especialistas del Instituto de Investigación y el Departamento de Psiquiatría del Hospital Universitario Valle de Hebrón​ encontraron una nueva variante genética relacionada con la instauración del trastorno en la infancia y su posterior permanencia en la adultez. Se trata del gen LPHN3, también conocido como Latrofilina 3, que al parecer aumenta la susceptibilidad de los niños a padecer TDAH.

A su vez, se ha demostrado que algunos cambios en la maduración de los haces de fibra de la materia blanca y la densidad de la materia gris en el cerebro pueden incidir en la aparición del trastorno. Así lo confirmó un estudio realizado en la Universidad de California en el que se encontró además que los cambios estructurales debido a una maduración incompleta en la circunvolución temporal media y superior, así como en las porciones fronto-basales del lóbulo frontal se asocian con una mayor probabilidad de desarrollar TDAH.

TDAH síntomas

¿Cuáles son los síntomas más comunes del TDAH en niños?

Identificar a los niños con TDAH no suele ser complicado ya que su incapacidad para mantenerse tranquilos y su conducta inquieta les delata. Suelen ser niños que reaccionan de manera precipitada, a los que les resulta difícil esperar su turno y mantenerse concentrados en una misma actividad durante largos períodos de tiempo. En la mayoría de los casos, estos signos comienzan a notarse antes de que comiencen la escuela y se manifiestan lo mismo al jugar con los amigos, al ver la tele o al sentarse a comer en la mesa. Entre los síntomas más comunes se encuentran:

1. Intensa excitación motora

La hiperactividad suele ser el síntoma más frecuente del TDAH, a menudo responsable de los problemas en el ámbito social. Se trata de una sensación de inquietud muy intensa que impide a los niños mantenerse tranquilos y concentrados en una actividad. De ahí, que muevan demasiado las manos y pies, hablen en exceso y corran, salten y se muevan constantemente, aunque resulte inapropiado. Muchos de los niños con TDAH ni siquiera pueden jugar con tranquilidad ya que no tienen mucha paciencia y, en la mayoría de los casos, les resulta difícil mantenerse quietos en un mismo lugar.

2. Escasa atención

La falta de atención es otro de los síntomas más típicos de los niños con TDAH, siendo el principal problema que conduce al fracaso escolar en la mayoría de los casos. De hecho, es habitual que los niños con TDAH tengan dificultades para procesar la información y seguir instrucciones cuando les hablan, así como problemas para concentrarse en una tarea, sobre todo si no les agrada. A menudo, también les cuesta organizar sus tareas y actividades cotidianas ya que suelen distraerse con facilidad ante cualquier estímulo externo.

3. Marcada impulsividad

El comportamiento impulsivo de los niños con TDAH es otro de los síntomas que les distingue. A menudo, se lanzan a responder incluso antes de formularles las preguntas, toman decisiones precipitadas sin reflexionar mucho y tienen problemas para esperar su turno, ya sea en clase, un juego o en una fila. Asimismo, suelen entrometerse en las actividades de los demás, lo que suele dar lugar a peleas con sus coetáneos y, es habitual que cuando el resto no hace lo que ellos quieren se muestren agresivos y violentos.

TDAH infantil

Los principales tipos de TDAH en niños

La mayoría de los niños con TDAH presentan síntomas muy similares, aunque su intensidad y la manera de manifestarse pueden variar de un caso a otro. Además de las particularidades emocionales y educacionales de cada niño, esto se debe a que existen diferentes tipos de TDAH. Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, DSM-V, estas son las variantes comunes del TDAH:

1. TDAH con predominio de déficit de atención

Este tipo de TDAH se caracteriza por un marcado déficit de atención. Básicamente, los niños que lo padecen tienen grandes problemas para concentrarse en tareas que requieren mucho tiempo y dedicación ya que se distraen con mucha facilidad. Es habitual que tengan dificultades para organizarse en su cotidianeidad, a la vez que les resulta difícil seguir una organización a rajatabla porque pierden la concentración rápidamente. A menudo, obtienen bajas calificaciones y pueden llegar a sufrir fracaso escolar por esta causa.

2. TDAH con predominio de hiperactividad e impulsividad

Esta variante del TDAH se distingue por dos síntomas principales: la extrema impulsividad y los comportamientos hiperactivos. Los niños que padecen este tipo de TDAH suelen tener mucha energía, lo cual les mantiene en constante movimiento e impiden que puedan concentrarse en una actividad. Por esta causa, es habitual que no sigan las normas y les cueste seguir órdenes ya que son incapaces de prestar atención. En algunos casos, suelen presentarse comportamientos desafiantes y autoritarios.

3. TDAH tipo combinado

En este tipo de TDAH, los niños suelen manifestar todos los síntomas principales del trastorno: tienen una conducta muy intranquila, les cuesta concentrarse en una actividad y muestran signos de impulsividad. Se trata de los típicos niños que no pueden estar quietos ni un instante y que a menudo se meten en problemas debido a su constante hiperactividad. En algunos casos, es habitual además la presencia de comportamientos rebeldes y desafiantes.

¿Cómo se diagnostica el TDAH en niños?

El diagnóstico del TDAH en niños es competencia del psicólogo, aunque también lo puede realizar un psiquiatra infantil o un neuropediatra con formación en esta área. Tras una exhaustiva evaluación psicológica, el diagnóstico se realiza basándose en los criterios del DSM-V, teniendo en cuenta además los informes psicopedagógicos que se aporten y las entrevistas a los padres. En algunos casos, la evaluación neuropsicológica y las escalas de evaluación estandarizadas puede brindar información de interés. No obstante, la última palabra la tienen las sesiones con los niños que serán las que brinden la suficiente información sobre si los síntomas obedecen a un TDAH u otro trastorno.

Al realizar el diagnóstico es importante especificar en cada caso el tipo de TDAH y la intensidad de los síntomas. Se trata de un paso fundamental para identificar las necesidades particulares e implementar las pautas del tratamiento que mejor respondan a cada caso. Aunque vale destacar que el diagnóstico del TDAH no es estático sino dimensional, es decir, que puede variar conforme maduran los niños y según cambien las circunstancias sociales que les rodean.

TDAH tratamiento

¿Se cura el TDAH? Tratamientos eficaces para el TDAH infantil

El TDAH no tiene cura. Su tratamiento está orientado a atenuar los síntomas y prevenir las consecuencias a corto y largo plazo en el desarrollo infantil. La elección suele variar teniendo en cuenta la severidad del trastorno y el tiempo de evolución, así como de las condiciones psicosociales de los niños y su nivel madurativo. No obstante, la mayoría de los expertos suelen decantarse por un tratamiento multidisciplinario que incluye la terapia psicológica combinada con el uso de algunos medicamentos y cambios en el estilo de vida.

1. Terapia psicológica

La terapia psicológica en los niños con TDAH está dirigida a ofrecer un equilibrio entre los aspectos conductuales, emocionales y sociales que se encuentran en la base del trastorno, así como a brindar a los pequeños herramientas para que sean capaces de regular su comportamiento. El tratamiento incluye un conjunto de técnicas, sobre todo conductuales, que buscan enseñarles a los niños a monitorear su propia conducta y establecer patrones bien estructurados para regular su impulsividad e hiperactividad. En ocasiones, también se utilizan la terapia cognitiva para que los niños ganen en autocontrol y mejoren su capacidad atencional, así como el entrenamiento en habilidades sociales para enseñarles a resolver problemas de manera asertiva. Las técnicas de relajación suelen ser claves para que los niños ganen en autocontrol y mejoren su atención.

2. Tratamiento farmacológico

El uso de medicamentos suele ser bastante habitual en los casos más severos de TDAH o en los que la terapia psicológica no funciona por sí sola. De hecho, se conoce que alrededor del 70% al 80% de los niños con TDAH que utilizan fármacos responden de manera positiva al tratamiento. En estos casos, es habitual recurrir tanto a fármacos estimulantes como no estimulantes del sistema nervioso central que, aunque suelen tener diferentes mecanismos de acción, proporcionan resultados semejantes que reducen la impulsividad, la hiperactividad y mejoran la capacidad atencional. Los fármacos de elección suelen ser la atomoxetina y el metilfenidato, aunque también se utilizan otros como la clonidina, la guanfacina y la anfetamina de liberación prolongada. En algunos casos, también se recurre a los antidepresivos.

3. Intervención socio-educativa

El tratamiento socio-educativo constituye otro de los pilares fundamentales de la atención especializada en los niños con TDAH. En este sentido, los especialistas recomiendan a los padres definir bien los límites en el hogar y establecer normas claras, así como planificar de manera detalladas las actividades diarias de los niños. También se sugiere estimular la práctica deportiva o apostar por actividades físicas en la naturaleza para ayudarles a liberar el exceso de energía, como encontró un estudio realizado en la Universidad de Vermont y la Universidad Estatal de Michigan. Asimismo, se conoce que entre el TDAH y la alimentación existe una estrecha relación, de manera que se recomienda apostar por una dieta reducida en azúcares, colorantes y aditivos y rica en vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales para reducir los síntomas hiperactivos y la impulsividad en los pequeños.

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