Educación

La teoría del apego de John Bowlby

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Teoria apego John Bowlby
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

En muchas ocasiones, cuando en la vida adulta hay problemas emocionales, parece que la infancia es la única involucrada, pero en realidad, no todos los problemas se remontan a la madre. Después de todo, hay otra persona involucrada en la crianza (o al menos la creación) de un niño. Además, hay muchas otras personas importantes en la vida de un niño que influyen en él o ella. Hay hermanos, abuelos, tías y tíos, padrinos, amigos cercanos de la familia, canguros, educadores, maestros, compañeros y otras personas que interactúan regularmente con un niño.

¿Qué afecta a la capacidad de un niño de formar relaciones significativas y satisfactorias con quienes los rodean? ¿Qué factores contribuyen a sus experiencias de ansiedad, evitación y satisfacción cuando se trata de relaciones? Los psicólogos pueden decir de manera bastante concluyente que no es del todo culpa de la madre o incluso de ambos padres. Aún así, podemos estar seguros de que las primeras experiencias de un niño con sus padres tienen un profundo impacto en sus habilidades de relación como adulto.

Gran parte del conocimiento que tenemos hoy sobre este tema proviene de un concepto desarrollado en la década de 1950 llamado teoría del apego. A continuación vamos a explicarte sobre la teoría de apego de John Bowlby.

La teoría de Bowlby

El miedo a los extraños es un mecanismo de supervivencia que tienen los bebés de manera innata. Los bebés nacen con comportamientos innatos llamados liberadores sociales que ayudan a que la naturaleza haga su trabajo y tanto la madre como el niño estén vinculados y ésta sea una figura de apego. Para Bowlby, es una cuestión evolutiva porque el apego del bebé a la madre es para que exista supervivencia y protección.

Según este autor, tanto los bebés como las madres tienen la necesidad biológica de tener contacto entre sí. Es un mecanismo de protección para la supervivencia de la especie. El apego, por tanto sería una relación sana entre madres e hijos que favorecería la buena relación entre ellos.

John Bowlby
John Bowlby

Los comportamientos innatos de los bebés como sonreír, llorar… funcionan como conductas de liberación social porque provocan el cuidado de los adultos hacia los bebés. Este cuidado es la capacidad de respuesta del apego. Existen algunos puntos principales:

Necesidad innata del niño en la unión con la figura principal de apego

Según John Bowlby debe existir un vínculo primario entre los bebés y el adulto de referencia, en la mayoría de los casos, la madre, aunque no se descartan otras figuras de apego. Esto lo llamaba monotropía, con un círculo de interacción entre la madre y el niño. Pensaba que si se rompía el vínculo materno se producirían graves consecuencias negativas en la vida adulta. 

Un niño debe recibir un cuidado continuo de la figura de apego los primeros años de su vida

Según el autor si el bebé no tiene el cuidado de su madre o de la figura de apego constante durante los 5 primeros años de su vida, con el tiempo tendría problemas psicológicos y emocionales que le llegarían hasta su vida adulta. Si durante este período el niño (o durante el período crítico de los dos primeros años) no tiene el cuidado materno (privación materna: separación o pérdida de la madre o falta de desarrollo de una figura de apego), tendrá consecuencias irreversibles en su vida.

Las consecuencias irreversibles podrían ser dificultades emocionales, cognitivas, sociales… e incluso, tener comportamientos negativos como delincuencia o trastornos como depresión.

La separación a corto plazo de la figura de apego produce angustia

La angustia por separación tiene tres etapas:

  1. Protesta: el niño llora, grita y protesta porque la figura de apego se va.
  2. Desesperación: las protestas se detienen pero está desinteresado por el entorno.
  3. Desapego: si la separación continúa interactuará con otras personas pero tendrá señales de ira.

La relación de apego moldea al niño

El modelo interno del niño está compuesto por representaciones mentales para comprender al mundo que le rodea, a uno mismo y a los demás. La interacción con la figura de apego es imprescindible para evaluar el contacto con los demás, se crea un modelo interno que se convierte en la personalidad del niño.

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