Salud

Los tics transitorios en los niños

Conoce todo lo que necesitas saber sobre los tics transitorios en niños

[mashshare icons=»1″]

Tics transitorios en niños
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Un tic es un movimiento brusco que no se puede controlar o un sonido que no es normal en una persona. Por ejemplo, una persona con tics puede parpadear rápidamente incluso si tiene los ojos irritados, puede mover el cuello de forma extraña o las piernas, etc. Cada persona experimenta los tics de forma diferente, cualquier persona puede tener movimientos o ruidos incontrolados.

Los tics son comunes en los niños y pueden durar incluso un año. Un niño con un tic transitorio suele tener tics físicos notables o incluso vocales.

Los síntomas de los tics transitorios

Los tics se pueden confundir fácilmente con un comportamiento nervioso ya que se intensifican durante los períodos de estrés y no ocurren mientras se está durmiendo. Los tics se repiten constantemente pero no tienen un ritmo concreto. Las personas con tic pueden subir y bajar sus cejas sin control, encogerse de hombros, abrir y cerrar sus fosas nasales, mover los puños, mover las piernas… son muchos los tics físicos que pueden haber. También pueden haber tics como despejar la garganta, carraspear, hacer ruidos con la lengua o los labios, hacer un gruñido o incluso un gemido.

Causas de los tics transitorios

No hay una causa conocida para que se pueda explicar un tic transitorio ya que puede ser una combinación de factores los que influyan en su aparición. Algunas investigaciones indican que los trastornos por tics pueden ser heredados, por anormalidades en el cerebro, por depresión o problemas emocionales o por el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

También hay estudios que sugieren que el trastorno de tic transitorio podría estar relacionado con los neurotransmisores. Los neurotransmisores son sustancias químicas en el cerebro que transmiten señales nerviosas a las células. Aunque se baraja esta hipótesis, no hay estudios suficientes que puedan ofrecer pruebas completas de la función que tienen los neurotransmisores con los tics nerviosos.

El diagnóstico de los tics

No existe una prueba para que se pueda diagnosticar de forma infalible el trastorno de tic transitorio y otros trastornos de tics. Son difíciles de diagnosticar ya que los tics están a veces asociados a otras condiciones. Por ejemplo, las personas que sufren de alergia pueden tener espasmos en la nariz y que nada tenga que ver con los tics nerviosos.

Tics en niños

Si tienes tics, tu médico empezará con una evaluación médica mediante la realización de un examen físico y un examen neurológico y una historia médica completa. Esto ayudará a que el médico pueda descartar una condición médica subyacente. Para que una persona o un niño pueda recibir el diagnóstico de tic nervioso o transitorio, deberá cumplir algunas características como las siguientes:

  • Deberá tener uno o más tics motores (por ejemplo: parpadeo de ojos, movimiento de hombros, movimiento de pies, etc.) o tics vocales (por ejemplo: zumbidos con la boca, aclarar la garganta o gritar una palabra o frase).
  • Los tics deben producirse al menos 12 veces consecutivas
  • Los tics deben comenzar antes de los 18 años
  • Los síntomas no pueden ser el resultado de medicamentos o drogas o de otra condición médico o enfermedad

Cómo se tratan los tics transitorios

El trastorno de tic transitorio en los niños a menudo desaparece por sí solo sin tratamiento. Es importante que los miembros de la familia y los maestros no llamen la atención al niño/a cuando tiene tics. Esto sólo hará que sea más consciente y se agraven los síntomas.

Se necesitará una combinación de terapia y medicación recetada por el médico para ayudar a que los tics no puedan afectar en la escuela al niño niña. El estrés o los problemas emocionales pueden empeorar los tics por eso también es necesario que los niños aprendan a gestionar el estrés y a controlarlo por ellos mismos.

En ocasiones se requiere una terapia cognitiva conductual que también es útil para el tratamiento de trastornos con tics. En estas terapias el paciente aprende a evitar acciones autodestructivas mediante el control de sus emociones, comportamientos y pensamientos.

Los medicamentos no curan los tics, pero sí pueden reducir los síntomas en muchas personas y niños, pero deberá ser el médico quién recete el medicamento más apropiado para cada caso.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *