Salud

Trastorno del Procesamiento Sensorial: Niños que sienten demasiado

La hipersensibilidad es una realidad para muchos niños

[mashshare icons=»1″]

Sintomas de Trastorno del Procesamiento Sensorial con hipersensibilidad
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

El Trastorno del Procesamiento Sensorial, también conocido como Disfunción de Integración Sensorial, se distingue por las dificultades para interpretar y organizar la información que captan los órganos sensoriales como la vista, el tacto, el olfato y el gusto.

El niño hipersensible reacciona de manera exagerada ante los estímulos del medio, le cuesta adaptarse a los cambios en su rutina cotidiana, es muy inquieto, se asusta fácilmente y suele tener problemas para hacer nuevos amigos.

No obstante, también existe otra variante, la hiposensibilidad, en cuyo caso se produce una disminución del procesamiento sensorial en el sentido inverso, de manera que el niño prácticamente no reacciona ante los estímulos. En esos casos se suele desarrollar una tolerancia al dolor tan alta que el pequeño ni siquiera se da cuenta cuando se expone a una situación peligrosa que le está causando daño.

¿Qué causa esa hipersensibilidad?

Nuestro cerebro está expuesto a un flujo constante de información proveniente de los sentidos, desde aromas hasta el roce de la ropa y los sonidos. El problema es que el cerebro de los niños con un trastorno del procesamiento sensorial no puede filtrar adecuadamente esos estímulos, no logra desconectar aquellos que no son importantes. Como resultado, esos pequeños son muy sensibles al entorno.

Básicamente, les resulta difícil organizar la información sensorial y responder adecuadamente ante los estímulos. Por eso, en muchos casos las tareas más sencillas pueden representar un desafío. Aunque no se conoce a ciencia cierta sus causas, se hipotetiza que puede deberse a una deficiencia entre las conexiones de diferentes áreas del cerebro, lo cual puede afectar la forma de procesar la información sensorial. Sin embargo, hasta el momento no existen suficientes evidencias científicas que permitan llegar a una explicación concluyente.

Trastorno del Procesamiento Sensorial

Los signos que indican un Trastorno del Procesamiento Sensorial con hipersensibilidad

Los niños hipersensibles tienen determinadas características que pueden alertar a los padres:

  • Respuestas excesivas ante ruidos repentinos, agudos, ruidosos o metálicos que para los demás son totalmente inofensivos. De hecho, en muchos casos el niño incluso muestra temor ante esos sonidos.
  • Distracción ante estímulos que pasan desapercibidos para los demás, como los ruidos muy bajos.
  • Tendencia a evitar las multitudes o incluso a estar de pie demasiado cerca de otras personas. A veces estos niños se muestran reticentes a tocar a los demás, evitando los besos y abrazos. Estos pequeños también pueden llegar a sufrir crisis sensoriales en espacios muy ruidosos o llenos de gente.
  • Miedo exagerado a trepar o caer, incluso cuando no hay un peligro real, por lo que no suele disfrutar de juegos como los columpios.
  • Problemas de equilibrio que les lleva a caerse a menudo y provocan una marcha ligeramente torpe.
  • Sensibilidad extrema ante los aromas, sabores y texturas, lo cual les lleva a rechazar muchos alimentos o incluso a negarse a usar determinadas ropas solo porque el tacto con la tela les molesta. La ropa de invierno, por ejemplo, suele ser la que más les irrita.
  • Resistencia al cambio, lo cual dificulta la adaptación a los ambientes nuevos y las transformaciones en sus rutinas y actividades cotidianas.
  • Falta de habilidades sociales ya que suelen reaccionar con gran irritabilidad cuando se acercan otros niños, lo cual les dificulta la socialización y puede hacer que sus coetáneos le aíslen del grupo. El hecho de que rechacen muchos juegos infantiles tampoco les ayuda a ganar popularidad.
  • Problemas para controlar sus impulsos, sobre todo en situaciones en las que se sienten ansiosos o hiperestimulados. De hecho, estos pequeños pueden salir corriendo de los lugares donde se sientan incómodos. También tienen dificultades para detenerse cuando les piden que dejen lo que estaban haciendo para empezar una nueva actividad.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *