Educación

Trucos para enseñar a los niños a ser pacientes

Paciencia en los pequeños: secretos y estrategias para enseñarles este valioso valor

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Cómo desarrollar la paciencia en los niños
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Revisado por Mª José Roldán, Maestra y Psicopedagoga

La paciencia no suele ser una de las principales virtudes de los niños. Su dificultad para orientarse en el tiempo, así como el escaso desarrollo de los lóbulos frontales, les dificultan retrasar las gratificaciones, por lo que es usual que lo quieran todo inmediatamente. No obstante, eso no significa que no debamos enseñarles a tener paciencia, un valor que les será muy útil en la vida.

¿Cómo enseñar a tu hijo a ser paciente?

1. Conviértete en su modelo de paciencia

Los niños aprenden mucho por imitación, sobre todo de los modelos más cercanos: sus padres. Por tanto, si quieres que tu hijo sea paciente, debes ser paciente con él. Si pierdes los nervios cada vez que algo no sale según lo planeado, tu hijo asumirá que la impaciencia es una respuesta normal.

2. Comienza por pequeñas dosis

Si tu hijo aún es pequeño, es difícil que se mantenga en silencio durante toda una hora mientras conversas con alguien. La paciencia se dosifica, por lo que al inicio quizá debas empezar pidiéndole que sea paciente durante cinco minutos. A medida que crezca y desarrolle el autocontrol puedes exigirle más paciencia.

Enseñar a un niño a tener paciencia

3. Recurre a la escucha reflexiva

Para un niño, es difícil mantenerse en una fila durante mucho tiempo cuando preferiría estar jugando. Ayudarle a verbalizar lo que está sintiendo le permitirá lidiar mejor con la espera. Por tanto, escúchalo desde la empatía y valida sus sentimientos. A veces los niños solo necesitan que sus padres les presten atención y les escuchen para deshacerse de la frustración y recuperar la calma.

4. Utiliza temporizadores

Cuando tu hijo te pide algo y le respondes que le atenderás en un minuto, puedes estar generando frustración sin darte cuenta. Los niños pequeños no tienen sentido del tiempo, por lo que un minuto o una hora no es demasiado diferente para ellos. Una estrategia para ayudarles a ser pacientes y retrasar las gratificaciones consiste en usar temporizadores. Los relojes de arena son ideales ya que también pueden tener un efecto relajante. Por tanto, la próxima vez que tu hijo te pida algo y no puedas atenderlo inmediatamente, simplemente recurre a un temporizador. Pero asegúrate de cumplir tu promesa cuando el plazo de tiempo acabe.

5. Enséñale habilidades de afrontamiento

A medida que el niño crezca, debe aprender a lidiar con la espera con sus propias estrategias. Explícale que en muchos casos para lograr algo que desea, necesita esperar y tener paciencia. No obstante, mientras espera puede hacer algo que le agrade, como dibujar o leer un cuento.

Niño paciencia

6. Involúcralo en juegos y actividades que requieran paciencia

Una de las principales desventajas de los juguetes electrónicos es que acostumbran a los niños a una gratificación instantánea. Para enseñar a tu hijo a ser paciente necesitas involucrarlo en proyectos y actividades que requieran tiempo, como hacer cerámica, sembrar plantas o los juegos por turnos, en los que está obligado a esperar. De hecho, si tu hijo tiene dificultades para esperar su turno para mecerse en el columpio, por ejemplo, en vez de evitar el parque debes visitarlo más a menudo para reforzar la necesidad de ser cortés y paciente.

7. Potencia el autocontrol

Para un niño, tener paciencia se reduce básicamente a aprender que tiene que controlar sus emociones y acciones, sobre todo cuando se sienten ansioso, frustrado o cansado. Por tanto, enseñar paciencia también implica potenciar el autocontrol. Antes de ceder a una petición de tu hijo, es importante que le pidas que recupere algo de autocontrol. Ceder a sus rabietas, gritos o llanto no le ayudará a desarrollar el autocontrol y ser más paciente, al contrario, reforzará la idea de que si actúa con impaciencia podrá obtener lo que quiere rápidamente.

8. Aplica retrasos intencionales

En un mundo donde la gratificación instantánea está en todas partes, a veces a los padres les toca retrasar algunas cosas a propósito, sin más motivo que enseñar al niño a ser paciente y esforzarse por lograr lo que quiere. Por ejemplo, si tu hijo desea un cachorro o un juguete, no es necesario satisfacerlo inmediatamente, puede esperar a su cumpleaños o a Navidad.

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