Educación

10 poemas infantiles con rima

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Poemas con rima
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

La poesía infantil es mucho más que una simple composición literaria, se trata de un gran recurso educativo para estimular el desarrollo emocional, cognitivo y comunicativo en los niños. Además, es una herramienta excelente para fomentar valores estéticos y potenciar la adquisición de nuevos conocimientos desde una edad temprana, a la vez que favorece el lenguaje y la comprensión de conceptos. De hecho, se ha demostrado que los niños que leen poesía desarrollan mejores habilidades lingüísticas y una comunicación corporal más expresiva, en comparación con los pequeños que prefieren los cuentos infantiles.

Una buena estrategia para acercar a los más pequeños de casa a la poesía consiste en leerles poemas cortos con rima ya que tienen una gran musicalidad capaz de despertar la imaginación y la fantasía. He aquí, una selección de poemas infantiles con rima que podéis leerles a vuestros hijos.

Poemas cortos con rima para los niños

1. Bailaba la niña alegra, de Almudena Orellana Palomares

Bailaba la niña alegre
en una noche estrellada.

Movíase al son del aire,
bajo la luna de plata.

¡Cómo bailaba la niña!
¡Cómo la niña bailaba!

Con ojos como dos faros
y finas pestañas bordadas.

Con el corazón muy blanco
y mariposas en el alma.

Danzaba la alegre niña
bajo la noche estrellada.

Cómo bailaba la niña,
cómo la niña bailaba.

2. La semilla dorada, de Nilda Zamataro

En su camita de tierra
descansaba la semilla dorada,
algunas gotitas de la lluvia
entraron a despertarla.

El sol se acercó un poquito
y le regaló su calor,
la semilla rompió su traje,
hizo fuerza y se estiró.

Se asomó muy curiosa
y el mundo descubrió.

Así la semilla dorada
en planta se convirtió.

Poesias con rima

3. Los ratones revoltosos, de Marisa Alonso Santamaría

Dentro de su ratonera
dos ratones revoltosos,
ven al gato adormilado
que está cerrando los ojos.

Cada uno por un lado,
le están tirando del rabo,
el gato se ha dado cuenta
pero se hace el despistado.

Le tiran de las orejas,
le dan pequeños mordiscos,
el gato con gran paciencia
las mueve a modo de aviso.

Le han cogido los bigotes
le están haciendo cosquillas,
el gato mueve el hocico
y en su boca un ratón pilla.

El otro se vuelve loco,
grita dando grandes saltos:
“Suelta a mi amigo ratón
que sólo estamos jugando”.

El gato de buen humor,
riéndose a carcajadas,
saca el ratón de su boca
después le sopla a la cara.

Huyendo a la ratonera,
los dos corriendo se han ido,
el gato cierra los ojos
y se duerme divertido.

4. Canción de la hormiga, de Carlos Marianidis

Con lo frágil que soy,
tierna y pequeña,
de a poco llevaré
toda esta leña.

El invierno será
ventoso y frío;
por eso vengo y voy
por piedra y río.

Cuando empiece a llover
tendré todo hecho
y cantaré feliz
bajo el helecho.

5. Mi sombra, de Edgar Allan García

Mi sombra me sigue,
mi sombra me atrapa.

Mi sombra se encoge
mi sombra se alarga.

Me imita y se esfuma
se dobla y se agranda
y baja cuando subo
y sube cuando bajo.

Y sin ningún trabajo
es dinosaurio o nube.

Es gigante o enano
y está donde yo estuve.

Sombra que prolongas
la noche en el día.

Ahí donde te pongas
eres mi otra y la misma.

Sombra que asombras
bajo sombrero o sombrilla,
dime en silencio, hermana,
dime, ¿porqué no brillas?

6. El gato, de autor desconocido

El gato sin botas
de puro goloso
amaneció enfermo
de un mal doloroso.

La gata afligida
no duda el motivo
de alguna comida
o de un salto furtivo.

El gato asustado
confiesa su culpa
devoró confiado
cinco ratas juntas.

Poesia corta con rima para niños

7. Boda de Flores, de José A. del Rosal

Aquella rosita,
nacida en abril,
quería casarse
con un alhelí.

Irá de padrino
su tío el jazmín,
e irán a la boda
claveles cien mil.

Vestidos de blanco,
verde y carmesí,
la rosa se casa
con el alhelí.

8. Canción del Mantis, de Carlos Marianidis

Soy un bicho todo verde,
delgado como un palito.

Salté al lado de una niña
y la pequeña dio un grito.

Yo puse mis patas juntas
como si fuera a rezar
y en vez de tranquilizarse,
la niña empezó a llorar.

Moví apenas la cabeza
para besarla en un dedo
y la niña se escapó…
¡casi me muero de miedo!

9. Mi cara, de Gloria Fuertes

En mi cara redondita
tengo ojos y nariz,
y también una boquita
para hablar y para reír.

Con mis ojos veo todo,
con la nariz hago achís,
con mi boca como,
como palomitas de maíz.

10. De día y de noche, de autor desconocido

Cuando es de día,
brilla mucho el sol
todo lo alumbra
y nos da calor.

Luego, poco a poco
se va escondiendo
y cuando es muy tarde
se quedan durmiendo.

Entonces la luna
cumple su deseo
llama a las estrellas
y se van de paseo.

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