¿Eres mamá tigre, medusa o delfín?

A la hora de hablar sobre la crianza de los niños, son muchos los modelos que se están discutiendo en la actualidad. Mientras que algunos expertos (y muchos padres) apuestan por un estilo de crianza con límites estrictos, otros se decantan por un estilo mucho más abierto y amistoso. Pero, ¿cuál es el mejor? No hay una respuesta única a esta pregunta porque cada familia deberá adoptar el estilo de crianza que considere mejor para sus hijos. Sea como sea, los diferentes tipos de crianza siguen siendo debate y cada vez son más los nuevos conceptos asociados a ellos. En este caso, os queremos hablar de qué tipos de mamás se relacionan con cada estilo: tigre, medusa o delfín ¿Quieres saber tú qué tipo de madre eres?

Saber qué tipo de mamá eres de acuerdo con la manera en la que te relacionas con tus hijos hará que entiendas el estilo de crianza que estás aplicando. Así mismo, podrás darte cuenta de si es el que siempre has querido para tus hijos.

Mamá tigre: autoridad y normas

Las mamás tigres son aquellas que piensan que, si son estrictas con sus hijos, estos serán mejores: más educados, con más estudios, más responsables, etc. Sin embargo, esta apreciación no se ha confirmado con ningún estudio, más bien lo contrario: la autoestima de los niños suele salir muy perjudicada de este estilo de crianza autoritario.

Las madres tigre son aquellas que se caracterizan por buscar la perfección de sus hijos. No comprenden que cometan errores, algo que suele ser bastante desmoralizador para los pequeños. Del mismo modo, no suelen respetar su ritmo de aprendizaje y acaban exigiéndoles más de la cuenta.

Además de lo anterior, las mamás que siguen un estilo de crianza tan autoritario suelen ser muy rígidas. Esta rigidez, debemos recordar, no deja mucho margen para que los niños desarrollen su personalidad.

La disciplina, las reglas y los límites son el centro de su estilo de crianza y no las flexibilizan ante ninguna petición de los más pequeños. En este sentido, el castigo suele ser su herramienta condicionante, algo que puede llevar a los niños a sufrir ciertos trastornos de conducta en su edad adulta. Así, pueden convertirse en personas poco sociables o, por el contrario, en personas muy dependientes y condicionadas a las opiniones y exigencias de los demás.

Mamá medusa: permisividad y demandas infantiles

La mamá medusa es todo lo contrario a la mamá tigre: les dan todo lo que los niños quieren y se doblegan, fácilmente, ante sus demandas y exigencias. Su estilo de crianza se basa, únicamente, en la libertad de los más pequeños de la familia. No existen las normas ni los límites en el núcleo familiar.

Aunque parezca el estilo de crianza idílico, este lo será únicamente para los niños y durante su niñez. Una vez los niños vayan creciendo, pueden desarrollar trastornos de la personalidad. También se ha observado que suelen actuar basándose en el egoísmo y el egocentrismo. Del mismo modo, los niños criados por mamás medusas suelen tener muy poca tolerancia a la frustración, lo que puede llevarlos a vivir situaciones de lo más estresantes en su adolescencia o edad adulta. Además, no podemos dejar de lado que los niños que se crean sin un control por parte de los padres suelen exponerse a muchos peligros innecesarios en su vida.

Mamá delfín: equilibrio y disciplina positiva

Por último, tenemos la mamá delfín, el equilibrio entre la mamá tigre y la mamá medusa. Quizá no es fácil mantenerse en este equilibrio, pero es uno de los más sanos para los niños.

La mamá delfín basa la crianza de sus hijos en la disciplina positiva y fomenta el pensamiento crítico en los niños. Las familias que optan por este estilo de crianza, también denominado crianza democrática, suelen poner límites y reglas y hacerlas cumplir, aunque suelen ser mucho más coherentes con la edad y la madurez de los niños.

Por otro lado, las mamás delfín saben que los niños necesitan trabajar en su autonomía. De este modo, buscan formar a adultos capaces de encontrar soluciones a las diferentes situaciones que se les presentan. Además, son mucho más tolerantes a la frustración y saben que el razonamiento los llevará, con paciencia, a lo que quieren conseguir.

La comunicación es otra de las herramientas que usan las mamás delfín para mantener una buena relación con sus hijos. Saben cómo comunicarse, de formar clara y sincera, y piden lo mismo a sus hijos. Al saber comprender sus necesidades y atenderlas, el apego con sus hijos suele ser mucho más fuerte, por lo que consiguen que los niños también se abran a ellas.

Por último, es importante destacar que la mamá delfín entiende el aprendizaje como un proceso continuo en el que los niños necesitan estar en contacto con entornos, situaciones y personas muy diversos. Por ello, suelen buscar actividades enriquecedoras para sus hijos. Así mismo, también buscan ofrecerles aquellos entornos en los que siempre puedan aprender algo. La facilidad con la que estas mamás consiguen enseñar a sus hijos a reflexionar es sorprendente, algo que se traduce en adultos estables y funcionales.

¿Qué es lo mejor para los niños?

Ser una mamá tigre, a diferencia de lo que muchos puedan creer, no nos asegura que nuestros hijos vayan a ser mucho más fuertes, resilientes y mejores que los demás. Lo mismo sucede si somos mamás medusas: no estamos haciendo lo mejor para los niños si no establecemos límites sanos y saludables para ellos. Por ello, la opinión, por ahora, es que el estilo de crianza basado en la confianza, la comunicación y los límites flexibles (como el de las mamás delfines) es el más adecuado para el crecimiento de los más pequeños de la familia.