Educación

En los ojos de tu hijo existe la mirada más pura

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mirada pura niños
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Cuando miras a los ojos a un niño te das cuenta de que tiene la mirada más pura que existe. Está repleta de curiosidad, de sueños, de ilusiones… es fundamental cuidarla porque está llena de magia. De esta manera, nuestros hijos llegarán a la adultez sabiendo que con esfuerzo, todo es posible. Con una buena crianza en el hogar, los niños crecerán llenos de empatía y bondad.

En el caso de los niños que tienen un comportamiento desafiante o agresivo, en los que no se trata de algún trastorno, puede ser ocasionado por desarrollarse en un ambiente negativo con carencias afectivas y de crianza.

La bondad innata de los niños tiene que ver con las ganas que tienen de conectar con su entorno, con las personas que están a su alrededor. Un niño necesita estar cerca de su familia y de personas que le traten con respeto y le enseñen buena inteligencia emocional.

Su mirada más pura

En el momento del nacimiento de tu hijo/a te debiste dar cuenta de que su mirada era especial. Estaba llena de pureza, de curiosidad y de incertidumbre. No conocía nada de su alrededor pero aún y así se esforzaba por observarlo todo. Con el tiempo, su mirada se conectaba contigo regalándote sonrisas y momentos especiales.

Tanto los niños como los adultos, hablamos con los ojos, nuestra mirada es el espejo de nuestra alma. Buscamos afecto, cariño, interés… a través de la mirada. Sabiendo esto, como padre o madre, recuerda que puedes potenciar en tus hijos esa pureza, la empatía, el altruismo, la bondad, el buen hacer. Que sea capaz de ser amable con los demás, pero también (y más importante) consigo mismo.

Ser amable con uno mismo y con los demás

Para ser amable con los demás y potenciar la empatía y la bondad, es importante que tus hijos aprendan a tomar conciencia de su persona. Cuando aprendan a entenderse a sí mismos, a comprender sus emociones, expresarlas y poder manejarlas… sólo entonces, podrán comenzar a entender a los demás.

Al mismo tiempo, deberá aprender a establecer límites para que otras personas con menos benevolencia que él no puedan aprovecharse de su buen hacer. De igual modo, necesitará comprender que llorar es necesario cuando sienta rabia, miedo o frustración para exteriorizar las emociones que le hacen sentir mal y que la agresividad nunca será un buen medio de desahogo.

bondad innata niños

Para ello, resultará fundamental que desde el hogar se le enseñe a los niños a entender y controlar sus emociones. A validar cada una de ellas y a entender que todas son necesarias para poder comprender nuestro maravilloso mundo interno. Estar enfadado, sentir ira, llorar… todo es importante, pero lo que resulta necesario es entender por qué nos sentimos de cierta manera y sobre todo, saber qué hacer para sentirnos mejor.

La crianza tiene que ver con esto, con mantener la mirada pura en los ojos de tus hijos siempre, mientras aprenden a surfear en las olas de la vida. Porque la conciencia de uno mismo y de los demás nace en el seno del hogar, se extiende en la escuela y se extrapola en la sociedad.

Sé el mejor ejemplo de bondad, respeto y amor hacia uno mismo y hacia los demás para que de esta manera tus hijos también lo aprendan y lo apliquen en su vida diaria. Porque como padres, tenemos el mejor trabajo del mundo: ser sus guías ante la vida mientras somos su mejor ejemplo para potenciarles como persona.

En este sentido, las habilidades sociales, trabajar la comunicación desde el hogar, la asertividad, la empatía, la escucha activa, el respeto hacia uno mismo y hacia los demás… ayudará a crear vínculos saludables en la familia que permitan a tu hijo/a a ser una persona exitosa.

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