Educación

Aprende a anticipar situaciones conflictivas con tus hijos para solucionarlas

Los conflictos ocurren, pero también se pueden prevenir

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Anticipar situaciones conflictivas hijos
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Cuando invitan a tu hijo/a a una fiesta siempre es una buena noticia, significa que tu hijo es popular, que tiene amigos y que además, lo puede pasar bien en ese evento en particular. Ahora imagina que la fiesta la hace una niña o niño con la que tu hijo/a  ha discutido recientemente, entonces, ¿hay que cruzar los dedos y esperar a que todo salga bien? Para nada… Se pueden planificar las situaciones para evitar los conflictos antes de que sucedan.

Los padres pasan mucho tiempo en modo reactivo en lugar de pensar en el futuro y en cómo deben planificarlo por el bien de sus hijos. Un plan simple es que todo lo que se necesita para mantener una experiencia positiva en lo que podría haber sido una situación negativa. Anticipar las circunstancias, pensar en ellas… Te ayudará a tener un plan que pueda hacer que existan las habilidades necesarias para hacer frente a los conflictos en caso de que sea necesario. Y si no hace falta hacerle frente porque nunca sucede, estarás tranquilo/a porque sabrás cómo actuar en caso de que lo necesites.

Tener un plan antes de que ocurra el conflicto

Por ejemplo, antes de ir a una tienda o a casa de un amigo, es importante hablar con los hijos sobre el comportamiento que se espera y lo que puede ocurrir, así se pueden hablar sobre las habilidades necesarias a cómo actuar según el momento. Además, también se pueden crear planificaciones para cualquier problema que pueda surgir. Por ejemplo, si hay algún problema se puede hablar durante un minuto fuera del contexto, sobre lo que ocurre y buscar una solución. 

Pero se haga lo que se haga se ha de ser coherente. Todos los niños se benefician de la consistencia, pero además es que la necesitan para sentir seguridad y equilibrio emocional. Un cambio a última hora o una interrupción en una rutina familiar puede causar desequilibrios emocionales. Es necesario tener rutinas y planes y sobre todo, luchar por mantenerlos.

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Fomentar la organización y la responsabilidad

Establecer organización y responsabilidades para todos en el hogar es un regalo que les estarás haciendo a tus hijos. No hace falta establecer tareas demasiado complicadas, piensa en la edad de tus hijos y en qué pueden realizar de tareas domésticas acorde a su edad. Organiza un horario de tareas donde todos los miembros de la familia colaboren, evitarás conflictos de pereza o luchar de poder innecesarias.

Es importante que ambos padres vayan por el mismo camino en cuanto a organización, disciplina y educación hacia los hijos. Los padres que no caminan por el mismo sendero puede que generen a los niños inseguridad y lo que es peor, que los niños aprendan a manipular las situaciones según las fortalezas o debilidades de los padres. Para que existan buenos comportamientos en los niños e incluso que los conflictos se resuelvan de manera efectiva, es importante que los padres sean consistentes y tengan muy claro cómo educar a sus hijos.

Cuando los padres presentan un frente unido los hijos saben exactamente qué esperar y qué esperan de ellos. En última instancia, cuanto más predecible y consistente sea el ambiente de tu hijo, más feliz estaréis todos.

Sé un buen ejemplo

Los padres son el modelo más influyente de un niño, así que piensa cuidadosamente sobre tu comportamiento. Si no puedes controlarse, ¿cómo puedes esperar que tu hijo ejerza autocontrol? El grito es un pobre ejemplo de cómo tu hijo debe manejar sus emociones. Los padres tienden a pensar que, cuanto más alto hablan, más grande es el impacto en el niño… pero esto no funciona. Lo único que el niño oye (y aprende) es la ira. La situación rápidamente se desvía y se pierde el control.

Es normal que te enfades con tus hijos de vez en cuando, pero no es adecuado que les grites continuamente creando un conflicto innecesario. Seguramente no gritarás a tu jefe o a tus compañeros de trabajo cada día, por lo que sabes perfectamente que puedes controlar esa ira y esos nervios, ahora solo debes aplicarlo también con tus hijos. Si tus hijos hacen algo que te enfada, sal de la habitación, respira profundamente y calma tus nervios. Cuando muestras calma y autocontrol tu hijo aprenderá también a controlar sus emociones gracias a tu ejemplo.

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