Familia

Poemas para llegar al corazón de mamá

Dedícale a mamá un poema capaz de tocar sus fibras más sensibles

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Poemas para mamá
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Con las prisas y responsabilidades cotidianas, a veces cuesta tomarse un momento para pasar tiempo de calidad con las personas más cercanas y decirles cuánto las queremos. Sin embargo, aunque no hay nada que pueda sustituir el tiempo que dedicas a quienes te rodean, existen otras maneras de expresarles cuán importantes son en tu vida. Los poemas es uno de esos recursos. Por tanto, la próxima vez que quieras recordarle a mamá cuánto la quieres y cuán agradecido estás por todo lo que te ha dado en la vida, puedes dedicarle un bonito poema. 

10 poemas ideales para dedicar a mamá

Si quieres llegar al corazón de mamá y tocar sus fibras más sensibles, regálale un poema. Aunque no seas un gran poeta, si te animas a escribir algunos versos de tu puño y letra seguramente agradecerá tus palabras sinceras. Sin embargo, si no quieres arriesgar demasiado y prefieres hacer tuyas las palabras de auténticos poetas, hay muchísimos poemas dedicados a las madres que puedes elegir. He aquí una selección de algunos de los más bonitos que pueden inspirarte a ti o a los más pequeños de casa.

1. Enseñarás a volar, de María Teresa de Calcuta

Enseñarás a volar,
pero no volarán tu vuelo.

Enseñarás a soñar,
pero no soñarán tu sueño.

Enseñarás a vivir,
pero no vivirán tu vida.

Sin embargo,
en cada vuelo,
en cada vida,
en cada sueño,
perdurará siempre la huella
del camino enseñado.

2. Madre, de Alexis Valdés

Madre verbo transitivo
Que transitas por mi vida.

Madre que por ti estoy vivo
Por tu sangre que me cuida.

Madre primer alimento
de mi cuerpo y de mi calma.

Verbo en el tiempo perfecto
de la oración de mi alma.

Madre que gastas los ojos
en velar mi desatino.

Madre que siembras mi antojo
en la piel de tu camino.

Todo lo que a ti me debo
no lo pago en una vida.

La vida que de ti me bebo
me rellena cada herida.

Luz de mis días mejores
llanto en mis días perversos 
podría halagarte con flores
prefiero florearte con versos.

3. Dulzura, de Gabriela Mistral

Madrecita mía,
madrecita tierna,
déjame decirte
dulzuras extremas. 

Es tuyo mi cuerpo
que juntaste en ramo,
deja revolverlo
sobre tu regazo. 

Juega tú a ser hoja
y yo a ser rocío,
y en tus brazos locos
tenme suspendido.

Madrecita mía,
todito mi mundo,
déjame decirte
los cariños sumos.

4. Hay un lugar en el mundo, de Alda Merini

Hay un lugar en el mundo donde el corazón late rápido,
donde te quedas sin aliento por la emoción que sientes,
donde el tiempo se detiene y ya no tienes edad.

Ese lugar está en tus brazos donde tu corazón no envejece,
mientras que tu mente nunca deja de soñar.

5. A mi madre, de Hersilia Ramos de Argote

Yo te quiero tanto
madrecita mía
que para mi afecto
nunca habrá medida

Cuando me sonríes
y cuando me besas,
toda, toda el alma
de dicha se llena.

6. Madre, de Carlos Oquendo de Amat

Tu nombre viene lento
como las músicas humildes
y de tus manos vuelan palomas blancas.

Mi recuerdo te viste siempre de blanco
como un recreo de niños 
que los hombres miran 
desde aquí distante.

Un cielo muere en tus brazos 
y otro nace en tu ternura.

A tu lado el cariño se abre 
como una flor cuando pienso.

Entre ti y el horizonte
mi palabra está primitiva
como la lluvia o como los himnos
porque ante ti callan las rosas y la canción.

7. Ya escribo mamá, de Hersilia Ramos de Argote

Qué inmensa alegría
qué felicidad!
al fin he podido
escribir Mamá.

Y esa palabrita
tan dulce y tan tierna,
la escribí muy clara,
muy limpia y correcta.

Y con cuánto orgullo
me gané en la escuela
un cinco muy grande
por esta tarea.

Poema corto para mamá

8. Amor filial, de Amado Nervo

Yo adoro a mi madre querida,
yo adoro a mi padre también;
ninguno me quiere en la vida
como ellos me saben querer.

Si duermo; ellos velan mí sueño;
si lloro, están triste los dos;
si río su rostro es risueño:
mi risa es para ellos el sol.

Me enseñan los dos con inmensa
ternura a ser humano y feliz.
mi padre para mi lucha y piensa,
mi madre ora siempre por mí.

Yo adoro a mi madre querida.
yo adoro a mi padre también;
ninguno me quiere en la vida
como ellos me saben querer.

9. Poema a la madre, de Julio Jaramillo

Mi madre es un poema
de blanca cabellera,
que tiene a flor de labios
un gesto de perdón.

Cuando tras larga ausencia regreso
ella me espera,
me abraza como a un niño,
me besa con pasión.

Mi madre es pequeñita
igual que una violeta,
lo dulce esta en su alma,
el llanto en el adiós.

Es dueña de mis sueños,
aunque no soy poeta,
los versos a mi madre
me los inspira Dios.

Que linda que es mi madre
que suerte es tenerla y
que dichoso al verla
feliz en el hogar.

Radiante de alegría
al lado de sus hijos
cuidando sus nietitos
que santa que es mi madre,
Bendícela, si, bendícela, Señor.

Mi madre es una rosa
de pétalos ajados
que guarda su perfume
muy junto al corazón.

Viviendo nuestra angustia
no se lo que ha llorado
por eso al mencionarla
me embargo de emoción.

Mi madre es como un cromo
de mágica paleta
Canción dolor ternura
de todo hay en su voz.

Es dueña de mis sueños,
aunque no soy poeta,
los versos a mi madre
me los inspira Dios.

Que linda que es mi madre
que suerte es tenerla y
que dichoso al verla
feliz en el hogar.

10. Caricia, de Gabriela Mistral

Madre, madre, tú me besas,
pero yo te beso más,
y el enjambre de mis besos
no te deja ni mirar…

Si la abeja se entra al lirio,
no se siente su aletear.
Cuando escondes a tu hijito
ni se le oye respirar…

Yo te miro, yo te miro
sin cansarme de mirar,
y qué lindo niño veo
a tus ojos asomar…

El estanque copia todo
lo que tú mirando estás;
pero tú en las niñas tienes
a tu hijo y nada más.

Los ojitos que me diste
me los tengo de gastar
en seguirte por los valles,
por el cielo y por el mar.

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